Capítulo 8

6.5K 427 242
                                    

Estábamos todos tranquilos, por fin. Hace horas que fue el reencuentro. Solo recordar lo que pasó me da gracia...

|||||||||||||||||||||'|||||||||||

- Chicos no hace falta ser tan formales- me hacerque a Coloradito y le di un gran abrazo de oso.-¡¡ Te extrañe!

- Me asfixias, me dejas sin aire

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Me asfixias, me dejas sin aire. Yo también te extrañe pero me asfixias- dijo él afloje un poco y me abrazo. Los dos nos empezamos a reír de la nada.

-Heejjjem- alguien fingió toser vimos que era Zeldris que sostenía su espada y lo rodeaba un aura de asesino en serie. Estarossa estaba con una tranquila e " inofensiva"sonrisa, si como no como si no lo conociera.- espacio- puso la espada entra nosotros y nos separó con ella- mantengan espacio.

Gloxinia y yo pusimos los ojos en blanco.

- Hace años que nos conocemos- dijimos al mismo tiempo luego nos miramos a los ojos y sonreímos.

-¡¡Santa!!!!- grito Dolor. Me tomo en una de sus manos y me acerco a su mejilla para frotarme en ella. Sí, es de la misma manera que me saludo Diane el el bosque del sueño albo. Así nos saludamos nosotros.

-¡ Hola mi ojito derecho!- dije abrazando su mejilla y dándole un beso en esta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡ Hola mi ojito derecho!- dije abrazando su mejilla y dándole un beso en esta.

- ¡ DISTANCIA!- gritó Zeldris. Mire hacia abajo. Él estaba rojo de enojo.

- ¿ Qué le pasa?- le pregunté a mi amigo gigante.

- Discúlpalo. Es... especial, no paraba de hablar de ti y quería encontrarte, tiene mucho pánico a perderte de nuevo. Él hizo un juramento que si te volvía a ver nadie te apartaría de su lado- dijo Dolor en una sonrisa tolerante.

Ay, ese hermanito mío. Es todo un caso.

- Esta bien ojito derecho, bajar para que lo tranquiliza. Porque desde aquí se ve que va a explotar de los nervios. Y si él heredó mis nervios... está en problemas.

Me bajo y Zeldris me abrazo por la cintura

-¿ Estas bien?- me dijo con el ceño fruncido.

- Tranquilo pequeñín,estoy bien- dije acariciando su mejilla. Pude notar que se tranquilizó un poco.

La hermana mayor de Meliodas 2: El renacer del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora