Trixie se lanzó a atacar Galand y le lanzaba las dagas, él las esquivaba, pero era muy difícil. Ella se manejaba con una maestria impresionante. Es como supiera cual sería el próximo movimiento de Galand. Patada, golpe, esquivar y patada otra vez. Se podía ver qué Galand estaba en una sería desventaja ante ella. Pero si ella es en verdad cazadora de Demonios, no hay que sorprenderse. Ellos son nuestros depredadores...
- ¡Te voy a devolver a las llamas del infierno, demonio!-Sacó una botella que tenía un líquido. Estaba punto de soltarlo cuando dije.
-¡ No lo hagas Trixie es mi amigo!- ella se detuvo bruscamente y ,me miró incrédula.
- ¿Es tú amigo?- yo asentí con la cabeza. Galand le dio un golpe que la mandó a volar al lado mío.
Ella se paró de un salto y se sacudió el polvo.
- ¿Cuándo me planeabas decir que eras amiga de uno de los diez mandamiento?- me preguntó Trixie.
- ¿Y tú cuando me planeabas decir que eras una cazadora de Demonios- le respondí yo.
- Yo pregunté primero- dijo apuntándome con el dedo índice, luego se llevo las manos al corazón- Además no nos teníamos la suficiente confianza. Sin hablar que una chica se puede guardar algunos secretos como...- empezó a enumerar con las manos- Como quien fue su primera vez, su primer beso y a que se dedica por las noches. - Se le ocurrió una gran idea y como siempre que se emociona empezó a gritar- ¡Además que yo no te podía contar algo tan importante sin que tu también me contarás algo igual de importante, cómo si eres virgen, es igual!
Perfecto, las cosas no podrían estar mejor. No solo que descubro que Trixie era una cazadora de Demonios sino que ahora soy el centro de atención. Galand, Meliodas y los demás me miran esperando la respuesta. Al parecer se olvidaron de su conflicto por un interés mas grande.
- ¡PERO ESO NO ES LO MISMO!- le grité a Trixie roja de vergüenza- Era importante que me dijeras lo que eras ¡ Pero a nadie le importa si soy eso!
- A mí si me importa- dijo Meliodas alzando la mano. Me quité un zapato y se lo tiré en la cabeza- ¡Au!
-¡NO se meta en lo que no lo llaman!- le dije.
- Yo conozco a otros dos que también estarían interesados en la respuesta-dijo Galand. A él también le tiré un zapato.
- ¡Te digo lo mismo!- lo recriminé.
-Al paso que vamos vas a perder todos los zapatos- me dijo Trixie.
-¿Y de quién será la culpa?- le pregunté, irónica.
- ¿De tú temperamento?. Es decir, ¡¿Qué tienes con eso de arrojar zapatos?!- dijo ella.
- ¡Créeme mejor zapatos y no otra cosa!- le dijo Meliodas burlonamente y lugo se volvió serio como si se acordará donde estaba- ¡Ángela aléjate de él!
- Pero si es Galand- dije en tono de no entender.
- ¡Por eso mismo lo digo!- Dijo Meliodas en un tono de alguien exesperado.
Galand se empezó a acercar.
-Cuanto tiempo Meliodas- dijo Galand acercándose a mi hermano- Justo como pensé eras tú.- Soltó una carcajada- Pero a pesar del tiempo tú apariencia no ha cambiado en lo más mínimo. Bueno el de la princesa tampoco, pero eso era obvió.
- Realmente un monstruo así puede existir- dijo Diane.
- No es un monstruo Diane es un incomprendido. Es bien diferente- le dije a la pequeña gigante, que curiosamente tenía forma humana. Merlín. Ella siempre es el respuesta cuando algo no encaja.
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La hermana mayor de Meliodas 2: El renacer del corazón
FanficADVERTENCIA: DEBES LEER EL PRIMER LIBRO PRIMERO Libro 2: Estarossa Siempre he pensado que mi número de la suerte era el tres. Tengo tres hermosos hermanitos. Crié a tres hermosas haditas. Tenía tres mejores amigos. Siempre pensé que ese era mi númer...