Capítulo 4

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- Bueno señorita creo que eso es todo.- dijo el médico.- Recuerde las instituciones que le di y va a estar bien.

-¿ Esta seguro doctor?- le pregunto Trixie, por tercera vez.

- Señorita, ¿ Quiere hacer mi trabajo?- le pregunto el doctor poniendo sus ojos en blanco.

- No tranquilo doctor, estoy bien- ella me mira con una sonrisa pícara y empezó a actuar- ¡ Lo que pasa es que si le pasa algo yo pierdo mi trabajo!

- Que alago que tu preocupación sea genuino- le dije fingiendo enojo.

- No te ofendas Ángela también lo hago por ti pero..- Me dijo con una sonrisa, que después se desvaneció y estuvo sería.- soy madre soltera y soy el único sostén para que mis hijos puedan comer.

Nos quedamos en silencio.



Un rato después





Ya habíamos salido del doctor. Estaba mejor de lo que esperaba.

- Quiero una segunda opinión- dijo Trixie.

- Trixie, ya escuchaste al médico. Solo tengo algunos raspones y la presión un poquita alta.- dije restándole importancia. Me fijé en un puesto y estaba viendo una capa que me gustaba mucho. Era toda blanca y grande. Me taparía toda. Me gusta. Los días están refrescando. O tal vez soy yo que ando mucho con escalofríos.

- Ángela, sabes que tienes que estar tranquila, situaciones como esas- señaló al destruído Albión - te hacen mal. Todo ese estrés te hace mal a tu salud.

Yo miré al suelo, en cierta parte tiene razón.

- Mi vida es muy loca, mi familia es muy loca- le dije tratando de justificar...¿ Qué?

Nos quedamos en silencio durante un minuto y despacho Trixie dijo.

- Me sorprendió tu grito.- me dijo asombrada.

- En serio?- dije.

- Sí, seguramente lo escuchó toda Britania.- dijo ella.

- Ay no exageres ... ¿ Cómo lo va a escuchar toda Britania...?




En el antiguo Palacio de Edimburg





¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡DETENTE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Cierto personaje peli blanco se despertó de su siesta diurna y dio una gran y orgullosa sonrisa.

- ¿Escucharon eso?- dijo dijo muy orgulloso a sus camaradas.

- ¿ Qué si lo escuché? Mis pobres oídos están sangrando. Me quedaré sordo.- dijo Dolor frotándose sus orejas.

- No seas tan exagerado- dijo Gloxila restándole importancia.- si quedaban dudas ahora ya no me queda ninguna. Es ella, es Ángela.

- Princesa ... Ella es princesa Ángela- le gruñó Zeldris a Gloxila.- Respetó

Gloxila puso los ojos en blanco.

- Yo la conozco desde antes  que tú nacieras- dijo en tono cansado.

Zeldris se cruzó de brazos. Miró a la dirección de donde había provenido el gritó, de sus labios se despuntó una imperceptible  sonrisa.

- Solo ella es capaz de parar a un albión con un solo grito.- dijo con asentó nostálgico.

- Hablando de los albions- dijo Fraudin- Parece que destruyeron a los dos Albion en lugares separados.

La hermana mayor de Meliodas 2: El renacer del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora