Sebastian

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Hola! Hace rato que no nos leemos. Okey, logré recuperar casi todo el archivo, por lo que estaré subiendo nuevos capítulos cuanto antes pueda. Tendré que hacer algunos arreglos, pero por lo demás, la historia está bastante completa. Disfrútenla y, si lo hacen, háganmelo saber con un voto. GRACIAS!

Me bañé, me cambié y me quedé tirada en mi nueva cama, pensando. Por más que lo intentara, no había ni un momento en el que mi tutor no atormentaba mi mente. Recordaba la razón por la que me encontraba en esa casa, hasta que me encontraba pensando en si me descubriría. Vivíamos pegados, claro que lo haría. Supongo que a verdadera pregunta era ¿cuándo? Y si estaría preparada. Incluso si no me buscaran, buscarían a Dany, por él harían cualquier cosa. Yo soy simplemente un estorbo. Todo estaba oscuro a causa de que había cerrado la persiana y las cortinas. En eso, sonó mi celular. Miré la pantalla, Sebastian.

-¡Hola!- Hasta no escuchar su voz no recordé quién era. El chico del bar. Blanquee los ojos, era demasiado temprano como para tener tan buen humor. Y se lo mencioné. Aunque para mí nunca era un buen momento para eso.

-Noto que estás de buen humor.

-Claro, estoy al teléfono con un bombón.- Mis mejillas se pusieron rosadas.- Por cierto, ¿recuerdas que quedamos en vernos? Pues conseguí entradas para el concierto del viernes. ¿Qué dices?

-¿Hablas de ver a Coldpaly?- Increíble, me había puesto de buen humor más rápido de lo que jamás había creído posible.

Coldplay era una de mis bandas favoritas y había escuchado por la radio, camino al instituto, que vendrían a mi país. Como siempre, ni siquiera me ilusioné, sabía que no me dejarían ir, ni aunque tuviera el dinero, que no lo tengo. Mis tutores no me dejaban trabajar porque temían que consiguiera dinero suficiente como para escaparme de casa. Hasta la gasolina tenían controlada. La razón no era que "no querían que volara del nido", sino que prevenían que los delatara con la policía y mandaran a mi tutor a la cárcel. No estoy segura de por qué, después de todo tienen la capacidad de sacarlo de allí. Patético. Pero traté de alejar todos esos pensamientos cuando volví a escuchar la voz por el teléfono.

-¿Celene? ¿Sigues allí?

-Sí, lo siento. Am... me encantaría acompañarte.

-Genial. Pero parece que falta como un siglo para eso, ¿y si te paso a buscar ahora para tomarnos algo?- Sonreí y me mordí un labio.

-Claro.

-Perfecto. ¿Dónde vives? En media hora paso por ti.- Le pasé mi dirección para luego colgar e ir a elegir mi ropa.

La emoción fue tanta en ese momento que grité. Nunca me había pasado eso, no sabía que mi cuerpo fuera lo suficientemente grande como para contener tanta felicidad. Al abrir la puerta de mi habitación, ya cambiada, me frené en seco. Stella y mi hermano se estaban besando. AL principio me entró curiosidad, no sabía que mi hermano besara. Luego pensé en que había sido tonta al no darme cuenta de que le gustaba Stella. Más tarde, sentí asco al fijar bien mis ojos en ellos. Todo pasó muy rápido, y eso fue lo único que vi, pues luego se separaron de un salto. Ella estaba roja como un tomate y algo despeinada. Mi hermano sólo me sonreía, pero yo podía adivinar que, por dentro, se moría de vergüenza.

-¿Por qué están así? ¿Es que me perdí de algo?- Pude sentir cómo el aire se alivianaba. Mi sonrisa y buen humor seguían ahí, por lo que antes de bajar, le guiñé un ojo a mi hermano. Quien pronto se dio cuenta de lo bien vestida que estaba.

-¿A dónde vas, Cel?- Comenzó a seguirme por las escaleras.

-A comer.- Respondí simplemente.

Just Forget Me {Español}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora