Iluminando el Pasado

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-Qué extraña coincidencia, ¿no?- Sonrió grande, con sus asquerosos y amarillos dientes podridos.

Me quedé helada, asqueada donde estaba. El hombre que me había "criado" -si se le podía decir así a lo que hizo durante toda mi infancia y más -estaba parado frente a mí. Sus ojos brillaban por algo que no tenía ganas de averiguar. Estaba más flaco, pero seguía siendo el gordo asqueroso, borracho, que se sentaba en una silla a ver canales no ATP. Tenía bolsas violetas bajo los ojos, signo de que no había descansado bien, raro en alguien que no trabajaba.

Estiró una mano hacia mí, lo que me hizo reaccionar e, instintivamente, me hice a un lado. Debía tener en cuenta que había un agujero detrás de mí. ¡Eso era! Si sacaba a Tony podía meter a Carl y dejarlo allí, mi consciencia quedaría limpia y estaría a salvo de él.

-¡Celene! ¡¿Te fuiste?!- Los gritos de Tony salían del agujero. Estaba tan aterrada, que no pude contestarle.

-Di algo, no querrás que crea que lo defraudaste.

-¿Celene? ¿Esa es una voz? ¿Hay alguien contigo?

-No lo sé.- Fue lo único de lo que me vi capaz de decir. Carl rio.

-¿No sabes? Por favor, hija, has vivido en mi casa desde que naciste.- Se acercó a mí con los brazos abiertos, como si quisiera abrazarme. Mis piernas temblaban del miedo. Lo esquivé.

-No soy tu hija.- Las lágrimas comenzaron a rodar por mi rostro, al igual que cada vez que tocaba el tema.

Intenté huir corriendo, si llegaba a algún lugar, podría ayudar a Tony. Fui interceptada, Carl me agarró por el brazo, retorciéndolo, provocando que Tony se enfadara al escuchar un grito salir de mi garganta. Carl me arrastró hasta un árbol, atándome allí con unas cuerdas que había en el suelo.

-Vas a pagar por lo que hiciste. Te quedarás aquí, y cuando salga el sol vendré a darte tu merecido.- Mientras él me señalaba con el dedo, yo me retorcía en las cuerdas. Me salvaría, yo sabía que sí.- Ahora tengo otra cosa pendiente.- Caminó un par de metros más, se acercó a unos arbustos que había y sacó algo enorme, como una bolsa, de detrás de ellos. La luz era poca, pero la luna me ayudó a reconocer qué era... o más bien quién. Era Danny, y él se lo estaba llevando.

-¡No! No puedes hacer esto sólo porque la mujer a la que amabas no te quería.- Dije entre dientes. Carl se detuvo, dejando resbalar a Danny por su hombro hasta caer con un golpe seco al suelo. Carl se volteó.

-¡Celene! ¡Celene!- Tony seguía gritando dentro del agujero, pero lo ignoré.

-Ella no tenía derecho a engañarme, ¡era mía!- Su grito me erizó los bellos de la nuca. Aguanta, por favor. Me pedí a mí misma.

-¡Mentira! ¡Todo estaba en tu estúpida y retorcida mente!- Me gané una buena bofetada por haber maldecido, una que me dio vuelta la cara.

-Ella me amaba, ¡ella me amaba!

-Claro que no.- Volví a decir entre dientes, estaba muy furiosa. La sangre corría rápido por mis venas, al igual que mis deseos de abalanzarme sobre él y callarlo para siempre.- Te odiaba, trataba de escapar de ti. Quiso ser feliz con quien la merecía, ¡y tú la mataste!

-¡Se lo merecían todos!- Gritaba el viejo a todo pulmón.

-¿Y por qué yo no me lo merecía?- Las lágrimas salieron con más fuerza, enfureciendo al hombre.- ¿Por qué te quedaste conmigo? Estaría mejor con mis verdaderos padres, allá arriba.- Otra bofetada, ésta más fuerte que la primera.

-¡Yo soy tu padre, mocosa! ¡Tú me perteneces!- Ya comenzaba a sacar de sus carriles a Carl. Estaba enloqueciendo, se paseaba de aquí para allá agarrándose los pelos. Debía estar tratando de evadir la culpa.

-¡Celene! ¡Celene!

-¡No soy una cosa! ¿Por qué no me mataste con ellos?

-Tú debiste haber sido mía desde un principio. Solo recuperé lo que me pertenecía.- Maldije en voz baja, pero al parecer él me escuchó, pues recibí un golpe en el estómago que me dejó sin aire. -Te pareces demasiado a ella, me recuerdas su traición, y debes pagar por eso.- Cerré los ojos, no quise ver cuando su mano impactó en mi estómago, ésta vez, haciendo que tosiera sangre.

-¿Y Danny?- Carl se encogió de hombros.

-Llegó tiempo después- Hizo una pausa.- Jordyn era perfecta. Sólo un tenía un defecto... ¡y eres tú!- Otro golpe hizo que un hilillo de sangre cayera por mi mejilla.

-¡¿Puedes dejar de golpearme, gordo asqueroso?!

-No hasta que hayas dejado de respirar.

-¡Eres un asesino! ¡Escuchen todos! ¡Carl Monroe es un asesino! ¡Corran lejo...!- Un golpe me hizo cerrar la boca.- No eres más que eso, un asesino. Tú no eres mi padre, ¡tú la mataste!- Otro golpe.

-¡Celene! ¡Celene!- Carl se detuvo a un centímetro de mi rostro.

-Hay que callar esa irritante voz, ¿no crees? Comienza a aturdir.- Comencé a gritar, traté de advertirle a Tony, que corriera, pero no podía, él estaba dentro de un agujero casi tan grande como su cuerpo.

Carl tomó una piedra gigante y se acercó al agujero. Desde donde estaba pude ver su malvada sonrisa. Lo odiaba, de verdad que lo hacía. Y entonces, soltó la piedra dentro del agujero. Un grito, y todo quedó en silencio. No hace falta decir que me volví a largar a llorar como un bebé sin su chupete.

-Monstruo.- Carl se acercó a Danny, quien seguía tirado en la misma posición de antes, como si estuviera dormido. O... mejor ni pensar en esa opción.

-Si yo fuera tú, cerraría la boca. Ya he acabado con dos de tus amigos, no querrás que tu hermano también salga herido, ¿o sí?- Me revolví donde estaba, las sogas cada vez se aflojaban más. Si tan sólo tuviera algo con lo que romperlas. Una idea cruzó por mi mente, así que tan pronto como Carl se volteó, comencé a mordisquear las cuerdas. De la nada, Carl se levantó en un suspiro, sacando de su abrigo... una pistola. Logré soltarme en el mismo momento en el que un disparo cortó el aire.

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¿Qué opinan de este capítulo? Me ayudarían con comentarios, me parece que hay algunas cosas que cambiarle.

Matu y Joaco, espero que estén leyendo esto. Los quiero! Y este capítulo va para ustedes.

Voten y comenten, las leo en el próximo capítulo.

Just Forget Me {Español}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora