Y Así Será...

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Llegó el día en el que las remeras holgadas casi dejaban al descubierto lo que sucedía dentro de la chica. Y no podría haber sido menos oportuno, justo estaba teniendo una charla con los chicos. Stella no había pisado la casa desde hacía ya dos semanas, nadie sabía si por vergüenza o si volvería.

-Sí, deberíamos buscar algo para compruebe que...- Comenzó a tener contracciones más fuertes de lo habituales, casi no podía moverse. No se dejó estar, se sostuvo de todos los lugares que pudo y bajó lo más rápido posible las escaleras. Llamó a un taxi para ir al hospital, donde se internó y tuvo a su bebé.

-Felicidades, es una niña.- Celene sonrió.- La llevaremos para asegurarnos de que esté en perfectas condiciones.- Asentí.

-Gracias.- Cerró los ojos y se quedó dormida. Al volverlos a abrir, se encontró a Tony en la silla al lado de la cama. Se sorprendió de verlo allí.

-Es hora, Celene, estoy cansado de tanto secretismo. ¿Por qué estás aquí?- Los doctores entraron con la niña en las manos, envuelta en mantas, y se la entregaron a la madre.- Ce-Celene ¿quién es?- Celene suspiró.

-Es mi bebé. Es muy largo de explicar, pero te lo contaré todo, sólo relájate.- Dijo al ver que Tony casi entraba en un ataque nervioso.

-Es increíble que me estés diciendo esto, tú eres la madre aquí y me estás tranquilizando a mí, y no soy el padre ni tu familiar.- El chico hablaba volando de los nervios que tenía.- Ves, ya actúas como una madre. Es más, creo que siempre lo hiciste, poniendo a los demás por delante de ti...

-Tony, cálmate, más despacio. Toma aire entre cada palabra.- Tony tomó asiento y aire, dejando de hablar tan rápido. Se pasó las manos por la cara. Celene se dio cuenta en el momento exacto en el que se tranquilizó, pues su mirada se encendió al unir las piezas del rompecabezas.

-Por eso... ya entiendo. Por eso intentabas retrasar el caso, no querías tenerlo mientras estabas en prisión. Ni siquiera deberías haberte preocupado por ir a prisión si te concentrabas en tener una buena defensa.

-Tony, yo los asesiné. Tarde o temprano lo descubrirían, lo menos que podía hacer era mantenerla alejada de las manos equivocadas. Yo, por ejemplo.

-No, Celene. No eres peligrosa, al contrario. No creo que un hijo tuyo pueda salir lastimado si te tiene a ti. Y tú no asesinaste ni a Danny ni a Carl. Yo maté a Carl, y él mató a Danny.

-Eso es mentira, Tony.- Suspiró.- Aunque fuera así, mereces estar fuera de la cárcel, te necesito afuera, ¿entiendes? Necesito que la cuides.- Tony asintió, sabiendo que estaba cargando con una gran responsabilidad.

-¿Y cómo la llamarás?- Celene miró a la niña con notable y verdadera dulzura.- Me gusta Celene.

-No, no le pondré mi nombre. No quiero pasarle mi mala suerte. A mí me gusta Sky.

-¿Cielo en inglés?- Asintió, todavía mirando a la pequeña. Al volver a hablar, levantó la vista hacia Tony. El chico casi rebalsa de cariño al ver la forma en la que lo miraba.

-Los asocia con ustedes, será una gran persona, estoy segura. Me trae buenos momentos ese nombre.

-¿Jay lo sabe?- Celene rio bajito.

-¿Estás llorando, Tony?- El chico se limpió las pocas lágrimas que le habían caído.

-De alegría, y no me cambies el tema. Es obvio quién es el padre.

-Pues... no, no lo sabe. Y no se lo diré hasta que sea necesario, no dejaré que se martirice pensando en eso. Mírala, está cansada.- La niña ya se había dormido.- Si cuando Jay se entera yo no estoy allí, prométeme que le explicarás con paciencia y que le dirás que nunca quise lastimarlo, que fue por el bien de todos.- El chico asintió mientras Celene colocaba a la niña en la cuna al lado de la cama, para luego quedarse dormida.

-Claro.- Tony también estaba bastante adormilado.- Pero no me has prometido todavía que no harás nada tonto. ¿Celene?- Al abrir los ojos, descubrió que su amiga ya se había dormido. Se acercó y la tapó con la sábana, depositando un beso en su cabello.

Dos días después de eso, le dieron el alta a Celene. Ella salió con su niña en brazos, abrazada por Tony. Celene le había contado lo suficiente a Tony para que la acompañara hasta el pueblo en el que había estado durante sus dos últimos cumpleaños. Tony accedió. Al llegar allí, Celene le dijo que saludara a la niña, luego subió a un departamento, sola, y dejó a la niña en la puerta del departamento de su hermano. Tocó el timbre y volvió al ascensor.

Tan pronto como los chicos volvieron, Celene fue arrestada y el chico procesado, para luego ser liberado. En la cárcel, Celene se volvió loca. Hablaba sola, creyendo que estaba con su bebé, con Tony o con Jay, no dormía por las noches, no comía nada, no aceptaba las visitas de nadie. A causa de ello, todos dejaron de ir. Un día, luego de tres años, luego de una fiesta, Jay decidió visitar a su chica, determinado a obligarla a verlo. Esta vez Celene accedió a verlo, gran error.

La chica comió durante la visita más de lo que solía comer en una semana. Se veía más alegre, no habló sola y tuvieron una charla normal. Incluso rio. Cuando Jay se fue, Celene volvió a su celda, volvió a ser excluida por las demás prisioneras, que ya estaban medio asustadas con la chica. Imaginen dormir con una loca asesina que no pega un ojo en toda la noche, si yo durmiera con ella, no bajaría jamás la guardia.

Celene no lo resistió más, ese mismo día, poco después de que Jay se fue, intentó ahorcarse con las sábanas de su cama. La encontraron horas después, sin vida.

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hola. hoy estoy sin emoción porque es un capítulo triste, por eso no hay mayúsculas. voten y comenten.

Le dedicó este capítulo a @verocarriso.

pañuelos y pañuelas para todos, los van a necesitar. hasta el próximo capítulo.

Just Forget Me {Español}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora