Segunda Parte Atrapadas en el Bosque

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Segunda Parte

Atrapadas en el Bosque

Celene POV:

Cuando Sebas se fue, destrabé la puerta y dejé todo como siempre, para luego bajar por la ventana. Corrí por el patio y me senté en una hamaca que colgaba de un árbol, a unos tres metros del bosque. Tomé asiento dándole la espalda a la casa, el bosque parecía  tan  callado. En eso, unas manos me tocan los hombros, casi me caigo para atrás del susto.

-Soy yo, tranquila.- Sólo pude suspirar al escuchar a Tony.- Te vi bajar por la ventana, así que supuse que necesitas buena compañía    tanto como yo.- Sonreí, dejándole un lugar en el columpio para que se hamacara conmigo.

-¿Cómo vas con Abby? Parece una chica buena, se nota que la quieres.- Se encogió de hombros.

-Cuando me puse con ella, no dejaba de pensar en lo que me habías dicho, ¿recuerdas? lo de si amas a alguien o no.- Asentí con una sonrisa, nunca creí que hubiera dicho algo para recordar durante tanto tiempo.- creí que era la indicada.

-¿Y no lo es?- Negó con la cabeza.- ¿Te molesta si pregunto por qué?- Negó con la cabeza, esta vez sonriendo.

-Lo de siempre, no éramos el uno para el otro, había diferencias. A mí me gustaba ella, y a ella mi hermano.- Me quedé con la boca abierta. ¿Abby y Jay... juntos? Oh mi dios.

-¿Por él?- Tony levantó una ceja, como diciendo "¿a qué te refieres?"- Hablo de que... Jay no es feo, pero tú...- Bufé y lo señalé, como si fuera algo obvio. El chico rio.

-Sé que te mueres por mí.- Me guiñó un ojo, provocándome una estúpida sonrisa, que mis mejillas se tornaran rosas y que las mariposas aletearan dentro de mí.

-¿Y-yo...? Pff... cl-claro q-que n-no.- Tony rio más fuerte. El tema se me estaba yendo de las manos, así que lo cambié. Suspiré para obtener valor.- Sebastian se acostó con otra, en mi cumpleaños.- Los recuerdos volvieron junto con las lágrimas. Tony pasó un brazo por mis hombros y me atrajo hacia sí para consolarme. Agradecía tener un amigo tan genial como él.

-No te preocupes, puedes confiar en mí. Espero que sepas que si necesitas reír, llorar, hablar o lo que sea, aquí me tienes.- Asentí.- Ahora bien, alegrémonos. Hay que jugar a algo. ¿Conoces las atrapadas?- Asentí mientras me secaba las lágrimas con el dorso de la mano.- Pues... atrapada.- Me tocó y salió corriendo, adentrándose en el bosque. Reí y eché a correr detrás de él.

Corrimos por todo el lugar. Ya era de noche, y casi no se podían ver los árboles que pasaban por nuestro lado. Igual, eso no nos importaba, nos estábamos divirtiendo, eso era todo. Yo me reía, como debí hacerlo durante todo el día, no descubrir que mi novio me era... como se dijera. Ya me había olvidado de eso. En eso, escuchó algo como si arrastraran algo, rocas que chocan, un fuerte golpe... y Tony desaparece.

-¿Tony?- Comencé a llamarlo, pero nadie respondía.- ¿T- Tony? No me hagas una broma, por favor, ¡Tony!- Nadie me respondía, estaba comenzando a asustarme. Mejor dicho, estaba asustada hasta las patas.

Caminé y caminé, tal vez dos horas, tal vez tres minutos. A mí me pareció una eternidad, y Tony no aparecía. Si no me volvía loca, moriría allí. Más asustada no podía estar.

El frío se hizo sentir, por lo que me estremecí. Seguí caminando, si no encontraba a Tony, podía, por lo menos, volver a casa y buscar a quien sí pudiera encontrarlo. Mis pensamientos fueron interrumpidos al tropezar con una rama, haciéndome caer al suelo. No me quería volver a parar, sentía que cada vez me adentraba más al bosque. Arrastré mi cuerpo hasta colocar mi espalda contra un árbol. No me había dado cuenta de lo sedienta que estaba. Ni hablar del hambre que tenía. Hasta me dolían los pies de tanto caminar.

Just Forget Me {Español}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora