La historia de amor jamas contada, una de esas que son efímeras, que llegan a tu vida y luego se marchan dejándote un vacío tremendo. Llena de placeres profundos, y obsesiones "estúpidas" donde viaja en un continuo "No soy Capaz". Una vida llena de...
<hola?> <Hola, emmm Miguel lo siento la verdad no se que paso, necesitó hablar contigo.> <Claro si quieres ven con nosotros mañana a la piscina y allá hablamos, ¿te parece?> <Esta bien ¿a que hora?> <Mas o menos a las 4pm, yo te recojo> <vale y pues..., lo siento no quería que me vieras así.> <No pasa nada, adiós>.
Solo pido que se quede, no quiero que se vaya y piense que nunca la amé, que a pesar de lo que descubrí, aun la quiero. Siempre, o desde que la conozco le he tenido un gran aprecio, mi corazón solo se agitaba cuando la veía a ella. Pero ¿sera amor lo que siento?, o solo una ilusión.
Al día siguiente me aliste, ya había echó todo para así salir. Y me fui a recogerla tipo 3:30, mientras iba con Juan Diego, Santiago iba a recoger a Luisa.
Esperaba que cuando estuviera con ella otra vez solos, pudiéramos arreglar los problemas que tanto nos estaba matando a los dos.
Juan Diego llevo a su amiga, Camila pinto, y Santiago ya había llegado con Luisa. Mientras Daniela y yo los esperábamos para entrar a la piscina.
–Hola Miguel.- dijo Luisa, mientras se acercaba a mi cachete para saludarme. –Bueno muchachos, pasemen la plata para poder entrar.- dijo Juan Diego. –Miguel, me hace falta los cigarros.- Me dijo Daniela a el oído. –No quiero que fumes mas, o bueno. Mientras estés conmigo no.
Santiago ya había entrado con Luisa, pero se notaba extraño desde que salude a Luisa. Luisa iba al frente mio con Santiago, ya llevaba el traje de baño puesto, y a metros se le alcanzaba a ver las hermosas nalgas que se mandaba. Volteo, y me pico el ojo. Creí por un momento que que se había dado cuenta que le miraba las nalgas, pero no.
Camila estaba con Juan, se habían ido a comprar comida y eso me dejaba solo con Daniela.
–¿Porque estas así? –Estar como.- dijo Daniela. –Te siento nerviosa, como si algo te hiciera falta. –Pues si, necesitó drogarme. No me estas viendo.- respondía cada vez con más rabia. –Esta bien, de que querías hablar conmigo. –La verdad es que, quería decirte que lo que dije ayer es falso. –¿como? –Si, la verdad ya estoy saliendo con alguien. –Eso esta muy bien, te felicitó.- dije con una mano en el cielo y la otra en el infierno. –Que bien gracias. –Que bien que. –Que ya no te afecta, o bueno como antes. –Ahhhh si, igual puedes rehacer tu vida si quieres. –Ey.- grito Santiago.–se van a meter ya o que. –Ya vamos.- mire a Luisa y de nuevo me picaba el ojo. Ya me parecía extraño, y no quisiera embarrarla con Santiago al meterme con su novia.
Nos metimos a la piscina, Santiago y Luisa estaban por su lado, y Camila y Juan estaban comiendo.
*Algo que no me parece nada extraño en Juan Diego*
Daniela se había colocado en la esquina, yo pensé que ya me había perdonado en todo. Pero la volví a embarrar.
Se sumergió y lo hice con ella, se veían varias burbujas, Daniela se acerco a mi y debajo de el agua me agarro y me beso. Subí a flote de nuevo. Me quede mirándola y dije.
–Dian....¡Daniela!. –¿Como?, ya ves ni siquiera la has podido olvidar.- se salio del agua y cogió sus cosas y se fue. –Muchachos luego hablamos.- Me salí del agua y fui tras de ella.
Yo era muy lento, y cuando quería alcanzarla ya no la pillé.
Un día mas en la que no la olvido.
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Todo me recordaba a diana, Debía hacer algo para sacarla de mi, olvidarme de su aroma. De su sonrisa, de su forma de ser y de todos esos detalles que pase escribiendo en una libreta, para conocerla mejor.
Estoy loco, lo se.
Llegue a mi casa, y que grata sorpresa me llevo....
