La historia de amor jamas contada, una de esas que son efímeras, que llegan a tu vida y luego se marchan dejándote un vacío tremendo. Llena de placeres profundos, y obsesiones "estúpidas" donde viaja en un continuo "No soy Capaz". Una vida llena de...
Han pasado aproximadamente un mes y 20 días de la muerte de mi madre. Aun me duele como el primer día, me duele saber que todo lo que quería, ya no esta y no volverá. No volverá a estar junto a mi, abrazandome besandome el cachete y diciéndome que me quiere, aun no lo supero.
Nunca sabemos porque pasan las cosas, pero todo tiene una razón de ser y un porque. Pero la mayoría de la gente diría en un momento de dolor, como es la perdida de algún familiar, o algún tipo de dolor. La típica frase "porque a mi", no entremos en depresión y sigamos viviendo.
"Dejemos ya el pasado atrás y vivamos en el presente pensando en un futuro". Así el dolor cesara y no te sentirás con tanta depresión. El dolor pasa y los recuerdos siempre estarán ahí, para cuándo te sientas mal, el dolor llegara con los recuerdos cogidos de la mano.
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Después del mes, pude volver al colegio. Al principio no me gusto tanto la idea de entrar en un colegio publico y con tan poca clase. Luego de tenerlo todo, pase a no tener nada, y me tenía que conformar con lo que tenia.
Ingrese al colegio y pasado una hora ya tenia demasiados conocidos, no amigos porque eso es muy duro de conseguir. Me sentía fácilmente "Famoso", pero eso era normal en cada estudiante nuevo, ser notado un corto tiempo y luego ser olvidado. <En un nuevo lugar nuevo somos como una estrella fugaz, somos notados un corto plazo y luego desaparecemos de la vista de los demás>.
Lo único que rescato, fue haber conocido a una persona muy especial, mientras lo iba conociendo seria un desconocido mas.
Se llama Santiago Lopez, es blanquito y mide 1.52, tiene una nariz punteada, y unos perfectos dientes, el pelo de el es corto y un poquito mono, flaco y extrovertido, molesta por todo y me entiende. Nunca pensé que se convertiría en mi "mejor amigo".
–Mucho gusto, Santiago Lopez.- Dijo mientras estrechaba su mano. –Hola.- Dije con pena, y mientras sacaba un cuaderno para tratar de evadirlo. –¿De donde eres?, se nota que lo eres de acá.- insinuó. –Si no no soy de aquí, pero como sabes eso. –Pues porque eres muy blanco, y tu acento es diferente. Tu acento es como chistoso.- Dijo riendo, como si tratara de empezar a hacer "bullying". Saco su libreta porque ya iban a empezar a dictar para el examen que pronto harían. –Como sabes, y si mi acento es chistoso chino.- Dije siendo sarcástico. –¿No son cosas obvias?, creo que estas muy distanciado deberías integrante mas, podríamos ser amigos.
En ese instante supe que nacería una linda amistad, por ratos hablaba demasiado y me estreso, al igual que me agrado, pero no podía dar la confianza así de fácil, primero quería conocerlo bien para que no me fallara, y no quería empezar ese colegio con enemigos. Me llevo bien con todos, y creo que le gusto a más de una, pero vamos a ver que pasa. Aveces se me elevaba el ego, y me creía mejor que los demás. *Iba a cambiar eso*.
Vivo en un pequeño pueblo, con una tía que al principio parecía un ángel, era muy amable y cariñosa, pero con 2 personas mas en su casa, se le saca lo peor de cualquier humano, y se convirtió en un diablo vestido de mujer.
Al paso de los años mi hermana y yo nos dimos cuenta de que mi tía, no iba a ser como ella decía. Durante 3 años arruinó mi vida, siendo una persona controladora, mandadera y humilladora al igual que mi primo. Nos colocaba demasiadas cosas y nos prohibían mucho, así que estábamos cansado, pero esa es otra historia. Mejor pasar unos cuantos años adelantes
