La historia de amor jamas contada, una de esas que son efímeras, que llegan a tu vida y luego se marchan dejándote un vacío tremendo. Llena de placeres profundos, y obsesiones "estúpidas" donde viaja en un continuo "No soy Capaz". Una vida llena de...
Llego en día de la fiesta de Juan Diego, al fin. Me postre en la puerta viendo como la gente llegaba, Santiago estaba con Luisa y lo único que pedía era que Daniela llegara. Lastima que no fue así.
Creemos cosas inciertas, creemos en paralelos inversos que se unen por una cuerda. Así como la vida de ella y la mía.
Incierta, pero cuando llegamos uno para el otro, todo tipo de diferencia nos unía. *Lástima que ya no quiera verme*
–Están llegando todos, que emocionante.-Me dijo Juan Diego. –si, pero ya esta sería mi ultima noche con ustedes, espero disfrutarla.- dije. –Miguel, Sabes... Se que volveremos a vernos tarde o temprano. –Si, amigo sabes te quiero mucho, gracias por hacer esto.
Juan Diego había dedicado parte de su fiesta a mi despedida.
Santiago se notaba eufórico, ansioso, con ganas de irse de ahí. Ya habían traído todos los implementós para una buena fiesta.
1:Droga 2:trago. 3:música 4: Privacidades en los cuartos.
No tenía nada que hacer en la fiesta, así que me fui a una habitación para quedarme en ella solo.
–Que hermosas estas. –Gracias Santi.- dijo Ana Isabel. –¿Quieres tomar algo? Así te distraes, y pues no se, no te quedas tan sola. –Pero tu no viniste con e... –calla, ella esta furiosa. No quiere saber nada de mi, y no pienso aburrime por eso. –Pero razones debe de tener. –No me interesa saberlas. –SANTIAGOOO.-grito Luisa. –Vale, ahora hablamos. Tengo que saber que le pasa.
Santiago no es de esas personas que engañen a alguien, el le es muy fiel a Luisa, pero Luisa se le nota lo aburrida que esta con el.
–Ahora que quieres.-dijo Santiago. –ME QUIERO IR. –pero calmate. –no me dígas eso, VÁMONOS.- estaba estresada Luisa. –no. –¿no? – si, no me voy a amargar la noche contigo.
Luisa lo miro, y se fue corriendo con prisa hacia las habitaciones de arriba.
–Diablos, lo que me faltaba. ¿Que haces tu acá? –¿Que me ves que hago?.- dije. –no se y no me importa. Aun sigo con rabia por lo de la última vez. –No deberías tenerla, sólo hice lo correcto.- estaba sentado en la punta de la cama, y Lucia me había escrito que no podía ir a la fiesta por a estaría ocupada.
Luisa había traído drogas, por eso la deje quedarse conmigo, pero no quería que pasara nada de lo que paso.
–¿Luisa?, que me diste. –Es un éxtasis, solo disfruta. –No lo es. He probado el éxtasis y no es asi.- me pare y mi mundo se vino abajo, la droga que me había dado Luisa era muy fuerte que no me podía ni controlar.
Eso era lo que ella quería, dejarme así para poder tener relaciones conmigo.
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Se desvistió sola, y yo solo le seguía el juego. Mis pupilas estaban dilatadas, parecía un zombie, y aun así ella aprovechó.
No quería esperar nada, y me bajo mis pantalones. Agarro ni pene, y empezó a metérselo ella misma. *la verdad no sentía nada*
Después de un momento de de tanto subir y bajar, de darse autoplacer. Llega Santiago.
–¿Luisa, Miguel? Pero que me han echo. –¡No es lo que parece Santiago!.- dije. –Amor.- dijo luisa, se bajo de encima mio, se subió sus calzones; y salio detrás de Santiago.
Muchas cosas pasaban por mi cabeza, y no quería perderla amistad de Santi.
baje a la fiesta, habían varios. Las luces reflectoras pegaban en mi cara, y quede rendido en un mueble...
–Hey, despierta. –ummm, ¿que paso?¿Donde estoy?.- dije mientras me estiraba. –Estas en la fiesta aun, ¿quieres que te lleve a tu casa?. –dale.- estaba consciente y poco a poco se me quitaba el mal sabor de boca. Me contó de lo que había pasado, de porque estaba así.
Juan Diego me llevo a mi casa. Pero antes de llegar a la esquina de mi barrio. 3 disparos a lo ondo se escucharon, le habían disparado a Juan Diego dos tipos en moto.
Mire y alcance a reaccionar, me asome a la ventana y veía como todos rodeaban a Juan Diego. No sabia que hacer, baje corriendo y solo lo vi tirado ahí, sin nada ya que hacer por el. Mil lágrimas pasaron por mi ser u recuerdos a su lado.
*Hijueputa*-grite.
Llego la ambulancia y se lo llevaron, todos se fueron palidos, Ana Isabel de había ido con el, y Santiago y Luisa aún no sabían. Era el único del grupo que sabía.
Ya me iba al otro día, y me hija destrozado. Sin amigos y mucho menos con alguien que ame.
La vida es injusta, la vida da vueltas y la maldita vida, me tiro al suelo y me perdí en su mundo.
