« one shots » [quinto escalón]

duki

Dale amor, vení a la cama. -digo acercándome a mi novio que se había levantado.

No, levántate dale. -murmura bruscamente.

Estábamos en la habitación de mi novio, Duki. Últimamente está como que muy frío conmigo, hay momentos en que me trata mal sin razón alguna.
La verdad que no sé qué es lo que está pasando con él, se lo pregunté en varias ocaciones pero siempre me dice lo mismo, 'nada'.

Me pongo de pie y me acerco a él.- Dale, amor. -susurro llevando mis labios a su cuello, repartiendo besos por todo este para luego ir subiendo hacia sus labios.
Siento como intenta alejarse pero no lo dejo, por lo que se deja llevar poniendo sus manos en mi cintura acercándome aún más a él.
Aún besándonos nos encaminamos hacia la cama donde lo dejo caer para subirme encima suyo.
Duki lleva sus manos hacia mi remera para sacármela mientras yo hago lo mismo con la suya.
Continuamos dejando besos en cada uno, hasta que escuchamos un sollozo.
Ambos rápidamente giramos nuestros rostros hacia la puerta, ya que se suponía que estábamos solos, y nos encontramos con Lola, la ex de mi novio.
Ésta al vernos gira y empieza a caminar rápidamente fuera de la habitación. Duki al ver como Lola se va, me empuja bruscamente tirándome a un lado y sale corriendo detrás de Lola.

Espera, Lola. ¡No te vayas, amor! -escucho como "mi novio" le dice a su ex.

No puedo evitar sentir como mis lágrimas caen por mis ojos, sintiéndome una completa estúpida.
Una estúpida por haber confiado en él.
Se suponía que ya la había superado, eso me había jurado él. Pero claramente no es así, de ser así no saldría detrás de ella, ni mucho menos diciéndole "amor". Y claramente ella sigue teniendo las llaves del departamento de Duki, lo cual significa que se siguieron viendo durante todo este tiempo que estuvo conmigo.

Agarro mi remera que se encontraba a un lado en la cama y me la pongo, sintiéndome sucia. Sucia por su culpa.

Salgo de la habitación pasando por un lado del living donde Duki se encontraba besando a Lola, directo hacia la puerta de salida. Esa escena solo hizo que el dolor en mi pecho se intensifique cada vez más.

Una vez afuera suelto un suspiro completamente frustrada por haber sido tan estúpida.

Porque sí, porque era obvio que yo siempre iba a ser la segunda para él, solo que no lo quise aceptar.

Simplemente creí que podía cambiarlo, ayudarlo a cambiar sus sentimientos por ella, pero ya ven, fracasé.