Capítulo 25: De nuevo.

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"Ya no intentaba evocar su recuerdo.

Ella volvía cuando quería, en sueños, en mentiras y en vagas sensaciones de algo ya vivo." - Eleanor y Park.


Todo se había convertido en diversas sensaciones e imágenes que pasaban delante de mis ojos avanzando siempre hacía adelante. Mis padres me habían arrastrado de vuelta a casa como un maniquí que simplemente se deja llevar por el ritmo de a su alrededor, Hugo en el camino fue acariciando mi cabello con delicadeza susurrándome palabras que no distinguía en lo absoluto, hasta que terminaron abandonándome en la soledad de mi habitación.

¿Dónde estaba Albert?
¿Qué era él?
¿Por qué tiene alas?
¿Por qué parece un demonio?
¿Cómo ocurrió esto?
¿Por qué esa sensación de haber visto eso antes, no desaparecía?
¿Él es Albert?

La puerta se abrió de golpe dejando entrar a una enorme persona alada, no me importó, ni si quiera cuando Harry me tomó tan fuerte de el cuello de mi camisa.

-Hola Esteban...- Sus ojos ámbar brillaban sobre toda oscuridad, una mirada llena de odio y rencor.

-¿Qué quieres?...- Pregunté en un susurro.

El no contesto, me tomó tan fuerte que me arrojó contra la pared que se quebró al contacto con mi espalda, el aliento de mis pulmones se fue mientras podía ver como Harry se acercaba a mí enojado.

-¡TÚ ME LO QUITASTE!- una patada fue directo a mi rostro haciéndome volar hasta el otro extremo de la habitación mientras tosía ruidosamente por la falta de aire. -¡ÉL ERA MIO! - un impacto en mi cara.- ¡EL ME AMABA !- un impacto en mis costillas.- ¡HASTA QUÉ LLEGASTE TU!- un impacto en la espalda.

-Ah...- jadeaba desesperado de dolor, no podía si quiera gritar por ayuda por mi garganta irritada. Me tomó de los cabellos y me alzo de piso sin piedad alzándome a la altura de su cara con rabia.

-Ni llevándote al infierno...¡PODRÍAS PAGAR ESTE PECADO!- Con eso me arrojo de la ventana, los cristales se reventaron y miré aterrorizado como mi peso se iba lentamente contra el suelo.

Cerré los ojos esperando el dolor del impacto que me llegara, pero ese dolor para mi sorpresa jamás llegó a mí. Unos brazos delgados me tomaron evitando mi caída, pero tristemente no eran los brazos de Albert.

-¡¿Estás demente?!- gritó Alicia mientras dos enormes alas blancas aleteaban para mantenerse en el aire, no podía creerlo, no quería creerlo.

-¡NO, SÓLO ESTOY HACIENDO LA JUSTICIA QUE PADRE QUERRÍA!- Harry alzó sus alas amenazante, Alicia me bajó en suelo mientras mis pulmones difícilmente trataban de respirar. El rubio molesto saltó sin ninguna complicación desde lo alto de mi habitación tocando el suelo suave como una pluma.

-¿¡YA ESTAS TAN CORROMPIDO COMO PARA ASESINAR A UN INOCENTE?!- Alicia al ver que tenía la intención de volver a atacar se colocó enfrente de mi.

-¡A ti no te importa! ¡QUÍTATE!

Harry se lanzó contra Alicia sin importarle nada pero la rubia se defendió de inmediato con alas alzadas moviéndose a una velocidad meramente impresionante, o tal vez era la poca visión que tenía que impedía poder ver claramente dándome vista sólo a borrones blancos y grises.

Harry pronto volvió con su mano apuntando directo a mi tórax para arrancarme la vida de mi pecho, pero  vaya impresión que me lleve al ver como unas cuchillas negras rasgaban la cara de Harry aventandolo hacía atrás levantando tierra y nieve ante su fuerte caída.

- Hola. - sonrió mostrando alargados colmillos como dentadura.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver como él estaba parado frente a mí como una sombra que se revelaba en un sueño, tan imponente y tan monstruoso.


Me enamoré de un demonio. (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora