Capítulo 26: Titan.

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"Tu sostienes mis manos y yo las tuyas, así la vida no se sentirá tan mal."- Shine on.

Narra Albert.

Veía a Esteban tirado a mis pies, tenía la cara hinchada y llena de moretones junto con sangre. Le costaba respirar, eso podía escucharlo y sus huesos crujían de dolor bajo su piel

-¡MALDITO!- grito Harry tratando de levantarse de los escombros alzando las alas para lanzarse contra mí. Alicia apenas se levantaba de los ataques de su hermano a duras penas.

-¡Alicia!- la llamé - ¡LLÉVATE A ESTEBAN DE AQUÍ! 

- ¿Qué...? -Su voz estaba ronco de tanto haber gritado en esa caverna, no sabía que pasaba y no quería que quedase a saberlo.

-¡TU NO ME DAS ORDENES! - chilló la rubia asqueada de mí persona, no tenía tiempo ni paciencia para estar soportando estúpidos berrinches de una zorra.

-¡AHORA!- Grité en un rugido que levanto y arrastró las hojas a mi alrededor. Ella se me quedo viendo unos momentos para luego asentir; ella era demasiado estúpida y débil para enfrentarse a su propio hermano, a mí no me importaba.

-¿Qué? Albert no me voy ir.-Se paró cojeando de dolor, Alicia lo tomó a la fuerza por la cintura alzando el vuelo -¡No, Albert!

-¡¿Por ese idiota me cambiaste!?- Harry estaba ahí, casi llorando de ira y rencor mientras el ambiente se escuchaban las plegarias de Esteban por quedarse a mi lado.

Volteé a verlo con la cara en alto, yo era mucho mejor y más fuerte que él ángel frente a mí, yo soy el manipulador y él el manipulado, por lo tanto yo sería el asesino y él la victima aquí

-¿Repetimos lo de aquella noche?- pregunté echando en cara lo que me hizo aquella noche de tormenta, truenos y nieve.

Me miró rabioso y en un gritó y un rápido movimiento lanzó la punta de su ala hacía mi cara mientras berreaba de dolor, me moví mirando lentamente como alzaba la pierna para patear mi cara a una velocidad impresionante.

-¡ME USASTE SIMPLEMENTE!

-No, no, no...- Escupí la sangre de mi boca mientras alzaba la mirada.- Te dejaste usar.

Un aleteó bastó arremolinando el fuego azulino en mi brazo golpeándolo  contra su cara, el ángel no hizo nada para evitar mientras aquélla abrazadora llama ardía contra su mejilla arrancando cada piel celestial de su mejilla y antes que pudiese darse cuenta lo tomé con la cola estrellándolo de un lado a otro contra el suelo mientras aleteaba inútil y la tierra temblaba ante terrible golpe.

-¿Por qué?-Comenzó a llorar cuando ya sus alas habían sido rotas ante tal impacto que daba sin poder hacer nada, apenas podía hablar y el dolor lo hacía temblar.- Me entregue a ti hace tanto tiempo... me deje ensuciar por ti, me deje hacer y deshacer...recibí el castigo y aún así sabiendo las consecuencias, te deje vivo...

-Me dejaste inútil, sin recuerdos, como un humano.- Puse un pie sobre su pecho para evitar que se moviera, aunque sabía que el dolor de su alma era mucho mayor a su dolor físico.

- Pero aún así...te ame demasiado; y te amo tanto que ahora me deje vencer por ti...

-Pero yo nunca te ame a ti.- Alcé ambas alas en su dirección y las enterré como el aguijón de un escorpión enterrándolo sobre su pecho, su sangre me salpicó la cara comenzó a brotar de su boca y sobre la herida misma. Sonreí un tanto divertido abriendo el fuego del infierno sobre, las llamas azules comenzaron a arder sobre él mientras su piel se cocía dejando a carne viva todo su cuerpo y huesos.

- Te amo...- susurró nuevamente.

Me quité de él dándole la espalda sin más. Harry no iría al infierno pero tampoco al cielo, no reencarnaría ni como ángel ni como humano ni como nada. Sería una de las pocas cosas que simplemente dejan de ser y de existir, que no recibirá amor y nada.

Era aterrador lo que le pasaría después de la muerte.

Me dio pena Harry :'V

Me enamoré de un demonio. (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora