"¡Bienvenido al caparazón de un hombre con el corazón frío y negro!
¡Bienvenido al diario de un hombre que perdió la cabeza ya hace mucho tiempo!"
El tono de hablar de Albert cada vez bajaba más demostrando una terrible tristeza y arrepentimiento, uno realmente profundo.
Y a pesar de estar en las memorias de Albert (que me permitía entender mejor la situación a mi alrededor) no entendía el porque paso del nombre "Azthart" al nombre " Albert", tampoco cómo paso de "Noah" a "Harry".
- ¿Por qué cambiaste de nombre?
- Si te das cuenta, he vivido mucho tiempo, Esteban.- Comentó con cierta diversión.- Mi nombre fue pasado de "moda" surgiendo nuevos nombres, sería extraño que actualmente me llamarán así.
- ¿Por qué elegiste "Albert"?
- Porque el día en que morí y me convertí en esto, escuche a la lejanía como una voz suave y aterciopelada gritaba ese nombre con una gran desesperación.- Mi cara reflejó una confusión total de los hechos, literalmente me estaba diciendo que me había escuchado al momento de su transformación.-Como decía... Eliot murió nuevamente dejándome un vacío increíble, pero nuevos problemas además de esos me perseguía.
Una nueva imagen apareció frente a mi.
Noah estaba desconsolado con ambas manos cubriendo su cara mientras sollozaba gruesamente, ambas alas las tenía afuera mostrándolas grises y carentes de algún brillo especial que lo representaba; era simplemente un ser más que había quedado sucio por la maldad.
-Déjame ver sí entendí.- Azthart parecía realmente divertido de ver al pobre ángel que sollozaba a mares frente a él.- El cielo te descubrió y sino me matas te convertirás en un caído, ¿no?
-Sí...- El ángel no podía controlar sus emociones.- Pero no quiero hacerte daño...-Si que eres egoísta contigo mismo.- El demonio frente a él se acercó tomándolo de las mejillas fuertemente, su nariz estaba tan roja al igual que sus ojos mientras leves espamos por el llanto se hacían presentes en su cuerpo.
-Porque te amo...
La imagen desapareció y otra nueva tomo su lugar, era el bosque de mis padres, era esa noche tan oscura y tan carente de estrellas.
- El imbécil pensó que era buena idea confrontar al ángel y así poder deshacerse de él para buscar la nueva reencarnación de Lou, pero no salió como esperaba...
Ambos estaban a la mitad del bosque: Él ángel estaba parado con una triste mirada cargando un escudo plateado que brillaban imponente ante la inmersa noche que cernía sin piedad, cargando en su costado a su vez una espada afilada y larga diseñada para sembrar y exterminar cualquier cosa que violara la paz. El demonio sin en cambio estaba parado como si nada con una mirada tan divertida justo como ahora estaba Albert detrás de mí.
Azthart miró hacía un lado dejando ver su perfecto perfil derecho, un crujido tan fuerte que me hizo dar un brinco llenó el lugar y cuervos y búhos salieron huyendo; la boca de Albert poco a poco se iba abriendo anormalmente haciendo que su mandíbula casi tocase su cuello y sus dietes fueran similar a la boca de un pez diablo.*
Harry lo miró asustado unos segundos antes de que la bestia atacará con largos dedos extendidos hacía su rostro y espada en mano del ser de luz, el choque de sonidos era abrumador juntó con los remolinos de tierra que provocaban a cada choque y ataque se daban aquellos titanes.
El cielo era tan gris como la muerte, era opaco y las nubes y el viento eran realmente feroces queriendo arrasar cada espacio de vida en la tierra. Un destello azulino cayó del cielo impactando contra el hombro del ángel que en un gritó de dolor fue arrastrado par de metros derrumbando árbol tras árbol.
Ese fue el inicio de la tormenta eléctrica.
Noah se levantó tosiendo mientras el demonio reía y hacía temblar la tierra, pronto comenzó a agarrar velocidad a la dirección. El ángel entrando en cierto pánico comenzó a murmurar palabras incomprensibles a medida que avanzaba hasta que alzó las manos al cielo y un destelló blanquecino bajó del cielo atravesando por la mitad a Azthart que gritó y gimió aterrador; nieve comenzó a caer con gracia lentamente pronto tomando magnitud.
El inicio de la tormenta de nieve.
Él suelo comenzó a mancharse de negro por la sangre que caía del vientre del demonio. Ambos se volvieron a tacar manchando cada vez más la nieve de negro y rojo; la batalla ascendió sobre la copa de los arboles hasta que uno de los dos salió volando nuevamente derrumbando árbol tras árbol.
Azthar se levantó a duras penas del suelo y justo cuando Harry atravesaría su espada por la cabeza, la bestia atravesó su hombro con su afilada cola atravesando hierro y hueso.
-¿Crees que me ganarías tan fácilmente?- La bestia levantó al ángel por sobre el suelo cuando una espada atravesó justo su abdomen.-No...- Susurró mientras de la boca de Azthart caía sangre. Harry se acercó lentamente a él besando sus labios tan suavemente como si fuera un cristal, una luz blanca iluminó todo antes de fundirse y que el demonio cayera al suelo cesando de golpe ambas tormentas.
-Hey, no llores...- Albert susurró detrás de mi limpiando con su gruesa garra las lágrimas que apenas notaba.
-¡No!- Grité entrando en desesperación al ver la imagen desaparecer con lentitud.
- El imbécil... olvido todo.- Albert comentó volviendo poco a poco a la realidad de la caverna.- Harry pensó que no me encontraría el cielo porque simplemente ya no tenía la escencia de un demonio al olvidar mi propia creación...pero creo que no soportó el hecho de volverme a ver como un humano.
- ¿Te hubiera gustado morir esa noche en vez de olvidar tu demonio?
- No...
- ¿Por qué?... debes estar cansado de tanto vivir sin razón.
-Porque encontré lo uno que había estado buscando, encontré la reencarnación de Lou.
Y me besó.-iora-
*Pez diablo: Como no sé como definirlo, voy a dejar una imagen :v
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Me enamoré de un demonio. (Yaoi)
Fanfic-¿Crees en Dios?- preguntó curioso ladeando la cabeza, prestándome la suma atención mientras caminaba sigiloso a mi dirección moviendo la cola de un lado a otro tal y como una serpiente. -No.- mi respuesta no fue más que un susurró de pánico conteni...