Me enamoré de un demonio. (Yaoi)

Capítulo 23: Tormenta.

"Cuando, cuando el fuego este en mis pies otra vez

y los buitres empiecen a dar vueltas,ellos susurran: Tú tiempo se acabó.Pero aún así me levantaré." Katy Perry- Rise.

Narra Albert.

Demostraba mi amor...

Estábamos entregándonos...

Tanto en cuerpo...

Como en alma...

No estábamos haciendo nada malo...

Un flash, fue lo suficiente para que parase de golpe aquella luz blanquecina . Mis ojos vieron por un segundo a Esteban que tenía la mirada llena de preocupación... y miedo. Volteé lentamente, estaba seguro que había dejado de respirar de la impresión cuando ví a Annie con unas lágrimas rodando por sus mejillas y el celular en la mano con la evidencia de nuestra relación en una estúpida foto.

- Annie...- susurró Esteban estirando su mano hacía ella, como si con esta pudiera alcanzar su celular y borrar la foto que ahora podría destruir nuestra vida.

Ella negó de un lado a otro mientras despeinaba su cabello y su maquillaje corría por su cara manchando sus mejillas y ojos de pintura mientras temblaba con violencia. Esteban ni yo podíamos reaccionar del terror de lo que estaba por pasar.

-Son asquerosos...- Y salió corriendo con dirección a la fiesta.

-¡ANNIE!-La llamé aterrado mientras Esteban y yo comenzábamos a vestirnos torpemente por el temblor de miedo. Corrimos hacia arriba a tropezones de tan rápido que queríamos alcanzarla, Esteban se cayó a mitad del patio pero se paró a la misma velocidad; el patio de la mansión jamás se había echo tan grande como ahora,  y lo que paso enseguida no fue del todo agradable.

-¡Se acabo la puta fiesta!- Gritaba Davide tomando del brazo a los invitados y sacándolos de la casa sin importar las innumerables quejas y groserías que revivía a su persona ni a su familia. Cris tenía ambas manos sobre la cara horrorizada mientras Annie enfrente de ella sujetaba su teléfono con firmeza.

Cris al momento de verme entrar por la puerta dejó su llanto para estrellarme una bofetada que me tiró al suelo, la mejilla me ardía puesto que hasta las uñas me pasaron a rozar.

-¡Albert!- gritó Esteban corriendo hacía mi para ayudarme, tal vez para evitar que su madre me fuera a golpear más mientras yo trataba de reaccionar ante el impacto que me di con el suelo; alcé la mirada y me di cuenta como Davide se le adelantó a Esteban tomándolo del brazo y jalándolo por (tal vez) accidente fue a dar contra una mesa.

-¡Ugh!- Gimió Esteban cuando se golpeó en la espalda con la mesa.

Mi mente se bloqueó totalmente al ver como Esteban trataba de jalar aire por el dolor, me levanté antes de que Davide me encestara otro puñetazo yo tomándolo del cuello.

-¡Davide!- Chilló Cris detrás de mi al ver como lo alzaba del suelo, no sabía como carajos lo estaba haciendo; la cara del mayo se fue poniendo roja por la falta de oxigeno.

-¡NO TE ATREVAS A VOLVER A PONER TU PUTA MANO ENCIMA! - Rugí en su cara sin importar las gotas de saliva que mancharon su rostro asustado, los vidrios a mi alrededor reventaron haciendo gritar a ambas chicas y a Esteban por el susto. Lo aventé del otro lado de la habitación y éste rodó en el suelo mientras me acercaba con lentitud a Esteban.

-¡Albert, cuidado! 

Pero no logré voltear al tiempo antes de que un dolor agudo se incrustara en mi nuca.