"No temes a la sociedad, temes a su rechazo"
Narra Albert.
-¡Muerte a la bruja!- la gente pedía a gritos dicho llamado, se arremolinaban con puños con dirección al cielo, estaba probablemente todo el pueblo reunido en el centro de la ciudad, llena de basura y ratas corriendo a los alrededores siento tan asquerosa como sus habitantes.
-¡Por favor, escúchenme, no soy una bruja!, ¡NO LO SOY!- Una dama alzaba su voz entre el griterío de gente, la misma que estaba atada a un poste de madera y parada sobre leña seca. Ella era una joven de casi 15 años de edad, traía un vestido de color carne opaco y su cabello rubio se enmarañaba el cara que demostraba el terror y pánico absoluto, no era muy diferente a los campesinos que aclamaban su muerte.
-Que cruel e ignorante es la humanidad.- habló Noah al lado mío mirando todo con los ojos llenos de decepción.- ¿Para esto se sacrificó Cristo?
- Je, ajá - me burlé esperando a ver la carne de la jovencita arder entre el fuego.- ¿Por qué no haces haces algo para detenerlos, "servidor de Dios"?
-¿Para qué?, de todas maneras algún día su alma caerá a los pozos de lava y fuego del infierno.- Trato de defenderse, cuando en realidad este ángel tenía pereza.
-¡Oh!, ¡Pero se perderá una vida inocente!- puse mi mano en la frente melodramático solo para incomodar a Noah.
- Ya te dije, se irá al infierno.
Se escuchó el desgarrador grito de la mujer que empezaba a arder entre el fuego, su piel se derretía dejando a rojo vivo su carne que poco a poco también se calentaba.
La alarma del despertador comenzó a sonar, haciéndome despertar de esos extraños sueños sin sentidos. Davide, había decidido que me mandarían a estudiar con Esteban debido a que quedaban mal enfrente de los reporteros mantenerme sin estudios. De haber sabido que cada día sería despertarme tan temprano me hubiera negado.
Esteban abrió la puerta dejando verse.
-Albert, nos vamos a las 6:30, ya prepárate- dijo Esteban mirándome mal porque iba retrasado.
-¡Oye, Esteban!- Grité parándome antes de que cerrara la puerta.
-¿Mande?- respondió
-Buenos días, guapo.
-Buenos días, idiota.- sonrió con las mejillas rojas. Y se fue.
Narra Harry.
Iba volando por los pasillos, ni si quiera estaba seguro si estaba controlando mi velocidad. Sentía el latir de mi corazón en los oídos, me sentía justo como si un león me persiguiera para devorar todo de mi sin piedad. Había llegado un nuevo estudiante, uno que tenía relación con Esteban Valentines, Albert. Mi Albert.
Para mi desconocimiento, estaba en el mismo grupo que Esteban Valentines. ¿Por qué?: No lo sé, ignorancia del director tal vez, pero era matar dos pájaros de un tiro.
Abrí de un solo jalón la puerta rompiendo el aire y ahí estaba, con sus ojos carmesí tan potentes como siempre, con su barbilla afilada y masculina, con su nariz respingada tan perfecta, con sus hombros anchos de los que alguna vez me aferre a la hora del sexo, su espalda amplia que lamí en el pasado, sus manos grandes y pálidas... todo él estaba ahí, parecía un espectro del pasado al no verlo en su figura original.
- Buenos días - saludé a duras penas, conteniendo en mi garganta un grito puro de emoción .-Mi nombre es Harry Brown, esto es para el chico nuevo.- volteé a verlo, tenía ambos ojos abiertos como platos mientras de sus labios articulaba "Noah".- Bienvenido, Albert.
Lo tendría comiendo de la palma de mi mano en poco tiempo, sin problemas, sin rencores, yo sería superior a él por mucho, sería yo el que mande, sería mío, por la eternidad...Justo como alguna vez lo fue.
Hoy es 25/09/2016
Estoy disque editando los capítulos, por eso están tan cortos xD ¡osea, estoy editado lo que hice en noviembre del 2013!
Por eso esta corto :'v lo siento mucho.
Pero lofiu.
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Me enamoré de un demonio. (Yaoi)
Fiksi Penggemar-¿Crees en Dios?- preguntó curioso ladeando la cabeza, prestándome la suma atención mientras caminaba sigiloso a mi dirección moviendo la cola de un lado a otro tal y como una serpiente. -No.- mi respuesta no fue más que un susurró de pánico conteni...