Capítulo 9

921 100 31
                                    

Sus manos acariciaban mis mejillas con ternura, a medida que tomé el ritmo, seguí su beso con torpeza, sentí felicidad, estaba experimentando algo completamente nuevo.

Pero no duró mucho.

Antes que nos separaramos, un flash interrumpió nuestro beso, nos separamos rápidamente, para encontrarnos con un muy sonriente Jace a una buena distancia.

-Serán famosos, imbéciles.-
Sonrió antes de irse corriendo, Magnus lo siguió, pero para cuando dobló en la esquina, Jace ya había desaparecido de su vista.

Empecé a temblar, ahora no sólo me molestarán a mi, si no que empezarán a molestar a Magnus, ¿Cómo pude ser tan descuidado?, ¿Cómo pude dejar que esto pasara?. Magnus se acercó a mí, pero yo me alejé con los ojos cristalizados, me miró confundido.

-¿Garbancito?-
Murmuró confundido al notar mi reacción, bajó la cabeza al instante.

-Yo... entiendo- Continuó
-Malinterpreté todo pensando que yo también te gustaba, lo siento Alec, no quise incomodarte.
Susurró avergonzado, No mierda, está mezclando todo.

-N-No, no me molestó el beso...-
Lo miré.

-...¿Es que no lo entiendes?, te vieron conmigo Magnus, empezarán a decir cosas de tí y será lo mismo de siempre.-
Murmuré a punto de soltar el llanto.

-No, Alexander. No me importa que tanto digan de mí, no me voy a alejar de ti sólo porque nos sacaron una foto besándonos, que hablen joder, pero que hablen del Jodido azul de tus ojos porque es de lo más hermoso que he visto.-
Habló tomando mi mano.

-Has pasado por tanto tú sólo, Garbancito... eres de las personas más fuertes que conozco joder, y no me voy a ir ahora que te acostumbré a tener alguien que se preocupa por tí. Voy a estar para tí, ahora y siempre.-
Juntó nuestras frentes y me miró fijamente.

Y ahí mi mundo se puso de cabeza.

Los ojos de Magnus empezaron a tornarse de un color amarillento, dando la apariencia de ojos de gato.

-Oh, mierda...-
Susurré mirándolo a los ojos, a lo que el mayor frunció el ceño.

-¿Que?-

-T-Tus ojos...-
Tartamudeé mirándolos, Magnus abrió los ojos como platos y se alejó cerrando los ojos.

-Y-Yo... no les prestes atención, me pasa cuando se me acelera el corazón... cuando me emociono o... bueno, excito.-
Murmuró avergonzado.
-Se irán en un instante, por favor no me mires.-

-Magnus, No...-
Me acerqué a él y tomé su cara entre mis manos.

-S-son hermosos-
Busqué con la mirada que abriera sus ojos, y así fué, sus ojos amarillos con apariencia de gato eran asombrosos, no podía creer que eso fuera natural.

-Es increíble-
Le sonreí ampliamente.

-Eres la primera persona fuera de mi familia que los ve y piensa que no me hacen un monstruo-
Fruncí el ceño.

-Monstruos son ellos que te critican porque no tienen ojos geniales como los tuyos.-
Eso le causó una sonrisa.

-Te dedico la misma frase, Gideon, tus ojos son de un azul precioso.-
Nos interrumpió una notificación de mi celular, saqué este algo extrañado y entré a Twitter al ver que me habían mencionado en algo.

Nuestra foto besándonos, estaba subida a Internet, ahora no solo el Instituto sabría lo nuestro, el resto del mundo también si se hace viral.

Magnus suspiró al verme.

-Se que desde que te declaraste homosexual la vida no ha sido facil cariño, pero es mejor enfrentar la realidad y ser quien eres, sabes que pase lo que pase no me iré de tu lado Alexander.-
Me abrazó escondiéndome en su cuello y me aferré a él.

-Magnus...-

-¿Si?-

-Tengo hambre.-

______________________________

Estaba intentando ayudar a Magnus a cocinar, y digo intentando porque estoy acostumbrado a hacer sólo 2 comidas de lo más simples, y a Magnus se le ocurrió hacer lasaña para la cena.

-Entonces, ¿Hay que cocinar la pasta?-
Magnus soltó una risa.

-Si, Garbancito. Si no cocinas la pasta sería como comer carne entre dos ladrillos-

-Agh, no sirvo para cocinar-
Me di por vencido y me senté en la mesada, Magnus sonrió y siguió cocinando.

-¿Cómo van tus heridas? ¿Cicatrizaron?-
Me miró atentamente a lo que asentí.

-Están en ello-
Murmuré mirando mis pies colgar.

-Bien, eso es genial...-
Se aclaró la garganta.
-Yo... sé que no debería preguntar, pero... ¿Qué pasó esa noche Alec?, es decir, tu padre llegó ebrio, tu madre te llamó imbécil... y una semana después, cuando tuviste una cena familiar llegaste a mi casa lastimado con heridas graves. No quiero presionarte a hablar, pero de verdad que quiero saber que fue lo que pasó.-
Suspiré, Magnus había demostrado ser alguien de confianza, con interés por mi bienestar, merecía saberlo. Suspiré antes de comenzar.

-Cuando me le declaré a Sebastián, él se aseguró que todo el mundo supiera que yo soy gay, y que él me rechazó, todo el mundo incluídos mis padres. Mi padre es homofóbico, y cree que soy 50% hombre Y 50% mujer, lo que me convierte en una "Niñita". Según él, las niñitas no podemos heredar empresas... por lo cual se empezó a desquitar conmigo, mi madre estaba en contra de él, pero al notar que por mi culpa se quedaría sin dinero, comenzó a atentar en mi contra.-
Me saqué la remera un poco avergonzado y lo miré.

-Las heridas más finas y las heridas punzantes son por las uñas de mi madre.
Mi padre llegó a un nivel de locura que se desquita conmigo de formas muy enfermas... Usa su cinturón en varias ocasiones, pero cuando está verdaderamente enojado pierde la cabeza Y me golpea con... con un la-latigo... Lo esconde en su armario. Las heridas más graves son del cinto y su látigo.
Y como si no fuera suficiente con mis padres, día a día me golpean o acosan en el instituto..-
Suspiré cuando terminé, limpié algunas lágrimas que se me habían escapado y levanté la mirada para ver a Magnus.

Este se encontraba apoyado en la mesada, tapando su cabeza con sus brazos, soltó un sollozo y casi pude sentir mi corazón resquebrajarse.

Lo abracé con fuerza, y tras ser correspondido, suspiré. Por primera vez en mi vida, conté mi historia.

Salvado por el chico nuevo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora