Salvado por el chico nuevo.

Capítulo 26

Alguien saltando en la cama y gritando me hizo despertar, al abrir los ojos me encontré a Magnus con Presidente Miau en sus brazos cantando a pulmón desafinado el "Felíz cumpleaños"... ¿Ya es Viernes?.

Genial, ¡Felices 17 para mí!.

El gato cayó sobre la cama y Magnus cayó muy emocionado sobre mí, sentándose en mi falda y sacudiendome.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS GARBANCITO!-
Su felicidad y sus gritos me hicieron reír, daba ternura el hecho de que yo cumpliendo años lo emocionara tanto.

Me senté en la cama y lo abracé con mucha fuerza, Magnus me empujó haciéndome quedar acostado sobre la cama y comenzó a dejar besos en toda mi cara, estos recorrieron también mi cuello, mi clavícula y parte de mi pecho.

Subió lentamente hasta que quedamos cara a cara y unió nuestros labios en un pequeño beso tierno, lo tomé por la nuca profundizando este un poco, de la nada la lengua de Magnus pedía permiso para entrar a mi boca, lo cual gustosa pero tímidamente acepté y jugamos así un rato.

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Magnus había hecho volar su remera por algún lado de la habitación, el seguía sobre mí, besando mis labios y mejillas. Pero en cierto momento decidió parar.

-Paremos, no estamos listos para esto aún... ¿O si?-
Me miró dudoso por unos segundos, ¿Estoy listo para esto?.

-Yo... ¿Supongo?-
Murmuré mirándolo fijamente a lo que él levantó una ceja mirándome con curiosidad.

-¿Estás listo?, ¿Quieres hacerlo?-
Respondió sin dudar de sus palabras, que calor está haciendo en este cuarto, por dios.

-No sé si estoy listo porque no lo hemos intentado Magnus... creo que lo estoy, no lo sé-
Magnus sonrió lentamente y besó mi mejilla.

-Sólo quiero saber si quieres intentarlo ahora, si a mitad de camino cambias de opinión entonces esperaremos a que estés listo amor, es simple y lo entenderé-

Lo pensé unos segundos mientras miraba el techo, hasta que finalmente volví mi mirada hacia él y suspiré.

-No sé que es lo que tengo que hacer-
Me miró con ternura.

-Entonces déjate llevar Garbancito...-
Dijo con la voz un poco ronca mientras se acercaba a mí y me besaba apasionadamente.

Sus manos acariciaban con ternura todo mi torso y abdomen, fue levantando lentamente mi cami...

-¡ALEXANDER FELIZ CUM...!-
La puerta del cuarto fué azotada por Asmodeo gritando con euforia, sólo que cuando se dió cuenta de lo que pasaba se sorprendió.

Ni bien la puerta se había abierto Magnus se sobresaltó y cayó de la cama sin remera, dejándome con la mía a mitad de mi abdomen la cual bajé con rapidez para que Asmodeo no notara las cicatrices.

-Vaya... lo siento chicos...-

-Papá ¿Sabes tocar?, maldita sea... ¿Qué tal si estábamos en algo más que besarnos?-
Magnus se levantó molesto y tomó su camiseta del suelo.

-Magnus Bane, es el cumpleaños de Alexander y fuí paciente cuando quisiste entrar primero a despertarlo como si fuera la bella durmiente.-
Magnus aclaró su garganta.

-Es el bello durmiente.-

Mis mejillas tomaron un color rojizo por lo cual me escondí entre las sábanas.

-Como sea, vine a darle a Alec su regalo por mi parte. Muévete enano.-
Magnus hizo un sonido de molestia y solté una pequeña risa mientras alejaba las sábanas.

-Los regalos no son nece...-

Un papel extendido hacia mí ocupaba la mayor parte de mi vista, era una carta y tenía una firma algo difícil de leer así que no pude deducir qué era. Fruncí el ceño y la tomé dudoso.

-¿Qué es?-
Miré a Asmodeo mientras Magnus abría la boca en forma de O.

-Papá, ¿Es lo que creo?-

-Lo es hijo, abrela Alec-
Me alentó con una sonrisa.

Abrí lentamente la carta y saqué de esta un papel doblado. Al desdoblar este comencé a leer.

"Bane se enorgullece de solicitarle formalmente al presente: Alexander Gideon Lightwood, su disposición para otorgarle el trabajo indicado en la cafetería del edificio principal de la compañía Bane, en Brooklyn, en el cual deberá cumplir con 4 horas de trabajo, tres días a la semana por un salario a acordar.
Solicitamos una confirmación hacia el presente: Asmodeo Bane, el cual se hará cargo de anunciar su decisión y posición de trabajo.
Saluda cordialmente: La Empresa Bane"

Abrí los ojos como platos, me estaba ofreciendo trabajo luego de tanto insistir con que uno no era necesario. Me ponía feliz el que hayan aceptado mi decisión.

-Pero... ¿No sería como que usted me estuviera dando el dinero de una forma más "disimulada"?-
Murmuré confundido a lo que él negó.

-No, la cafetería a pesar de estar dentro de la empresa y de que yo soy como su jefe, es como un negocio aparte. Lo que los trabajadores ganan por día en la cafetería es lo que llevan a casa. Yo les doy los productos e ingredientes de lo que sea, pero es algo así como... como algo que yo puse sin obtener ganancia alguna para que mis empleados y otras personas tengan donde relajarse y tomar una buena taza de café. Al mismo tiempo que le puedo dar trabajo a otras personas.-
Asintió lentamente bastante orgulloso de lo que había creado.

Era genial, una idea muy creativa y genial.

-Wow yo... Muchas gracias Asmodeo, lo aceptaré con mucho gusto-

Le sonreí volviendo a meter el papel en el sobre blanco y dejando este sobre mi mesilla de luz.

-Espero que te haya gustado Alec, ojalá el trabajo llegue a hacer de tu agrado-

-Estoy seguro que si-

Asmodeo se fué luego de despedirse y Magnus me miraba fijamente, a lo que me sonrojé levemente y sonreí.

-¿Qué tanto me miras?-

-No puedo creer el que mi novio sea tan hermoso-
Suspiró acercándose a mí y tomando mi cara entre sus mejillas.

Miró mis ojos, labios, cejas, nariz y cabello. Dejó un pequeño beso en mi frente y me miró para luego sonreirme.

-Eres muy lindo Garbancito, eres un chico muy, muy tierno y estoy feliz de que hoy en día estemos juntos.-

Estoy feliz de al fin tenerte aquí.