Capítulo 6, Parte 2/?

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Magnus abrió la puerta de su apartamento para luego moverse a un costado permitiéndole el paso a Alexander. Éste entró tímidamente mirando con gran detalle a su alrededor, el apartamento era grande pero de cierto modo también era bastante acojedor, quedó asombrado al instante con el gran ventanal que abarcaba gran parte del apartamento, podía ver parte del gran parque que se encontraba al cruzar la calle.

Magnus se acercó por detrás de Alexander sonriente, Alexander admiraba con ojos brillantes el paisaje lluvioso, pensando que la vista era hermosa. Por otro lado, Magnus admiraba a Alexander pensando que él era más hermoso. Al darse cuenta que lo había mirado por mucho rato sacudió levemente la cabeza y miró el suelo.

-Alexander...-
Murmuró llamando su atención, pero al ver sus ojos azules totalmente brillantes tuvo que contenerse.
-... acompañame, te daré una toalla y ropa seca.-

Alec siguió a Magnus por un largo pasillo, adentrándose a uno de los cuartos el cual supuso era el suyo.

-¿Vives sólo?-
Preguntó un maravillado Alexander al obtener la vista de otro ventanal en la habitación. Magnus sonrió ante su reacción y negó.

-Vivo con mi padre, pero el trabaja mucho y siempre está en viajes de trabajo, así que es como si viviera solo-
Se encogió de hombros restándole importancia mientras le tendía una toalla y buscaba ropa seca y adecuada para Alec.

-¿Puedo preguntar cómo se llama?-
Preguntó el ojiazul tímidamente mientras se secaba el cabello con la toalla.

-¿Por qué no podrías?... Mi padre se llama Asmodeo, es un arquitecto talentoso, dice que la arquitectura es como la hija que nunca logró tener.-
Rió un poco para luego rodar los ojos.

-¿Asmodeo?-
Murmuró Alexander sorprendido.
-¿Cómo el demonio del Libro de Tobit?-

Magnus asintió sonriente y le tendió unas mudas de ropa.

-El mismísimo, pero tranquilo, el no es malvado, y además no vuelve a casa hasta dentro de dos meses.-
Alec tomó la ropa y miró a su alrededor buscando un lugar para cambiarse. Magnus al notar la timidez del menor por hacerle una simple pregunta sonrió con ternura.

-Saliendo del cuarto, la puerta de enfrente a la derecha. Es el baño, date un baño caliente si quieres y cambiate, yo estaré en la cocina-
Acarició levemente su mejilla y salió de la habitación encaminandose a la cocina. Una comida caliente le haría bien a Alexander, no sabía si había comido, y menos sabía cuando pararía de llover.

*20 minutos más tarde*

Alexander salió del baño ya duchado y vestido, con una toalla en la mano que tenía manchas levemente ensangrentadas.

-¿M-Magnus?-
Murmuró temblando levemente.

Magnus se asomó desde la cocina y al ver la toalla dejó caer el plato vacío al suelo.

-¿Alec? ¿Estás bien?-
Se acercó a él, muy preocupado.

-L-Lo siento... Y-yo...-
Bajó la cabeza avergonzado. Magnus pareció entender la situación y tomó su cara entre sus manos.

-¿Estas herido, Garbancito?-
Murmuró comprensivo al saber sobre sus cicatrices y heridas. Alexander asintió algo dudoso. Magnus asintió lentamente con él

-Vamos, te curaré y luego comeremos. No hablaremos de esto si así lo prefieres.-
Tomó la mano del menor y lo guió hacia el baño, lo hizo sentarse en el inodoro y tomó un botiquín para luego mirarlo.

-... cariño si voy a curarte necesito que te saques la remera-
Susurró esperando que Alexander reaccionara. Éste asintió de forma leve y levantó su remera lentamente.

No podía creerlo.

Cicatrices se extendían a lo largo y ancho de su torso y espalda, habían muchas que eran más recientes y eso lo hizo preocupar.

-G-garbancito...-
Murmuró Magnus con los ojos cristalizados y se tapó la boca.
Alexander bajó la cabeza y suspiró.

-Soy un monstruo Magnus... lo siento, no quería que lloraras por..-

-No eres un monstruo-
Lo interrumpió limpiandose una lágrima que se le escapó.
-Tan solo estoy... dolido... no puedo creer que alguien sea capaz de lastimarte así...-
Susurró al borde del llanto, y sin poder contenerse, se acercó a Alexander y lo envolvió con sus brazos cuidadosamente, dejando la cabeza del menor a la altura de su cuello.

-Te prometo que nadie en ese Instituto volverá a ponerte un dedo encima. Y haré lo imposible por sacarte de esa casa.-
Se meció con Alec entre sus brazos y besó su cabeza.

Luego de varios minutos, se separaron y Magnus curó todas y cada una de las heridas abiertas de Alec, para posteriormente volver a la cocina y proseguir con la tarea de cenar.

Magnus caminó con Alec a su habitación y suspiró.

-Duerme en mi cama Alec, yo dormiré en el sofá-
Apuntó al sofá que está dentro de su habitación. Alec se negó, comenzaron una pequeña discusión en la que ganó Alec, por lo cual Magnus dormiría en la cama y Alexander en el sofá.

Ya ambos acostados durante ambos minutos, el mayor fue el primero en dormirse, mientras el ojiazul estaba acostado mirando hacia el gran ventanal. La lluvia no había cesado, seguía lloviendo a gran intensidad y los rayos no tardaron en llegar. Durante varios minutos Alec vió la habitación iluminada completamente por milésimas de segundos, seguido por un gran estruendo que causaba su temblor.

Se sentía un idiota por temerle a los rayos, pero se sentía más idiota aún por lo que estaba a punto de hacer.

Alec se levantó del sofá y caminó hacia la cama donde descansaba el mayor. Al verlo durante varios segundos dudó si realmente quería despertarlo. La respuesta: Si, quería. Pero no se atrevía a hacerlo.

El mayor pareció percatarse de la mirada profunda de Alec, por lo cual se removió un poco y abrió los ojos, mirándolo fijamente.

-¿Alec?-
Murmuró confundido
-¿Estás bien?

Alexander dudó en el hablar.

-Y-yo... uh... le tengo miedo a los ra-rayos...-
Murmuró tímidamente mientras bajaba la cabeza. Magnus sonrió levemente.

-Oh, ven.-
Se movió a un costado de la cama haciéndole lugar y movió las cobijas para que Alec se metiera en la cama. El ojiazul se acostó, se tapó y quedó con la mirada dirigida al techo. Un rayo iluminó el cuarto provocando que Alexander cierre los ojos con fuerza esperando el estruendo.

Pero nunca llegó.

Magnus lo abrazó y presionó sobre su pecho, protegiendolo del sonido proveniente de afuera.

Alexander por primera vez en la vida se sintió protegido.

___Fin parte 2___

Salvado por el chico nuevo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora