Salvado por el chico nuevo.

Capítulo 25

Salí de la cuarta cafetería del día, todas decían que llamarían cuando la realidad era que te daban falsas esperanzas para ya no contratarte.

Llevo 3 días buscando trabajo por Brooklyn en restaurantes de comida, si bien no sé cocinar, sé hacer café y servir pastel en un plato, aunque una cafetería exige más que tan sólo saber hacer un puto café. Exige que seas una persona trabajadora y amigable con los clientes.

Es difícil conseguir trabajo cuando eres un menor de edad, porque no es tan fácil como cuando eres mayor, que al menos tienes tu currículum que prueba que tienes los estudios completos y bla bla bla.

Tener 16 años y que tus estudios dependan de un trabajo que no tienes es duro, es triste y frustrante. Tengo la suerte de que tengo a Magnus a mi lado ayudándome, pero no quiero depender al cien por ciento de él. Ya ha hecho demasiado bien en mi vida con tan sólo amarme.

Suspiré mirando mi celular mientras me alejaba de la cafetería, lo había mantenido en silencio durante la pequeña entrevista y quería asegurarme de no tener ninguna posible llamada de alguna propuesta de trabajo en mis notificaciones.

No, nada. Tan sólo un recordatorio de que falta una semana para mi cumpleaños, primera vez en mi vida que estoy emocionado porque esta vez al fin la pasaré con una persona que amo y viceversa.

Le tomé captura a la pantalla y se la mandé a Magnus, no estoy seguro de haberle dicho nunca la fecha de mi cumpleaños, y esto era importante para mí.

Mi celular sonó tan sólo unos segundos después:

Maggs♡: Debo salir ya mismo a comprarte un regalo, Garbancito :0

:No hace falta, sólo quiero pasar contigo

Maggs♡: La pasaremos juntos, lo prometo amor. Ahora debo de verdad pensar un regalo para tí porque me niego a no darte nada.

:Ya me das demasiado Magnus Bane

Maggs♡: No lo suficiente

: :///

Maggs♡: Debo irme, tengo que acompañar a papá a hacer compras, ¿Necesitas algo del supermercado?, Avísame cuando llegues a casa cariño ♡.

:No necesito nada, Lo haré amor :).

Guardé mi celular luego de que los dos tics aparecieron debajo de mi mensaje y suspiré comenzando a caminar hacia la parada de autobuses, estaba anocheciendo y las personas estaban pasando a ser menos habituales en la calle.

Luego de esperar 20 minutos en la parada, llegó el autobús, me senté hasta el fondo contra la ventana y suspiré mirando la ciudad pasar ante mis ojos.

Para cuando llegué a mi destino la noche estaba presente y cuatro cuadras me separaban de la casa de Magnus, con las manos en los bolsillos comencé a caminar a paso apurado en dirección al gran edificio, unos pasos se hicieron presentes a mis espaldas, decidí no voltear y apurar aún más mi paso.

Al no aguantar más, me giré encontrándome a un encapuchado, sus pisadas eran a mi ritmo solo que iba unos metros más atrás. Tanta era mi desconfianza, que tomé mi celular y llamé a Magnus.

-¿Garban...?-

-Escúchame, estoy a tres cuadras de la casa, hay alguien encapuchado siguiendome y tengo miedo...-
Murmuré al celular intentando hacer aumentar el número de metros de distancia.

-¿Qué?, mierda. Estoy saliendo de casa Alec, quédate en la llamada, cuando te avise corres en dirección a casa.-
Respondí con un balbuceo y seguí caminando, intentando no ser tan obvio el que sabía que me seguía.

Del otro lado de la llamada podía escuchar como una puerta se cerraba, escuchaba el retumbar de unas escaleras y un ascensor bajando. Alguien corriendo, murmurando que esperara por él.

Me ví a una calle y media de la casa.

-Alec-
Hablaron del otro lado, Magnus.

-D-dime...-

-Corre.-

Suspiré y con todas mis fuerzas y toda la velocidad que me fué posible comencé a correr en dirección a la casa; No estaba equivocado, el encapuchado corría detrás de mí lo que provocaba más miedo por mi parte.

Magnus se hizo presente en mi campo de visión, llevaba el ceño fruncido y las manos hechas puño. Llegué a él con rapidez y lo abracé con fuerza, Magnus miraba detrás de mí, el encapuchado había parado varios metros antes de nosotros y nos miraba bajo la sombra de su capucha.

-¿Por qué sigues a mi novio?-
Murmuró Magnus con rabia.

El encapuchado levantó un poco la cabeza, haciendo visible una sonrisa algo cínica.

-Órdenes del jefe-
Se rió antes de darse la vuelta e irse corriendo rápidamente.

Me quedé mirando al encapuchado que desaparecía entre las oscuras calles, Magnus se alejó un poco con intenciones de seguirlo, pero un tironeo por mi parte no lo dejó ir. Quién sabe lo que ese idiota podría hacer, no sé siquiera si estaba armado. No iba a dejar a Magnus defenderme esta vez.

-Amor, necesitamos sab...-

-No, Magnus, no importa que necesitemos saber quién es su jefe o quién es él, no sabemos si está armado y algo que si sé es que te necesito aquí a mi lado Bane.-
Tomé su muñeca impidiendo que se alejara de mí.

Sus ojos brillaban levemente pero su ceño seguía fruncido y sus brazos seguían tensos.

Prácticamente tuve que arrastrarlo a la casa.

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Luego de entrar y dejar mis cosas en mi cuarto, noté que Asmodeo no estaba en casa, era extraño porque había vuelto hace pocos días y no había dejado el departamento, ¿Acaso volvió a irse?.

-Magnus, ¿Dónde está tu padre?-
Murmuré mirando como ordenaba el contenido de unas bolsas que estaban arriba de la isla de la cocina por toda esta.

-Lo llamaron de la empresa y tuvo que ir, tal vez regrese en la madrugada o aparezca por aquí mañana-
Asentí lentamente y comencé a ayudarlo, eran muchas bolsas.

-¿Tuviste suerte con algún trabajo?-

Negué luego de un largo suspiro y me pasé las manos por la cara con estrés.

-Todos dicen que llamarán pero sé muy bien que sólo lo dicen para que me largue.-
Solté un bufido y Magnus se acercó a mí abrazando mi cintura por un costado y dejó un beso en mi mejilla.

-Conseguiremos algo, lo prometo.-

-¿Conseguiremos?-

-No pensarás que te voy a dejar trabajar sólo, ¿Verdad?-

Magnus Bane, ya cásate conmigo por favor.