CAPÍTULO 7

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Sintió su cuerpo estremecerse ante aquel tacto. Su corazón latió aún más rápido –si es que era posible- y se congeló. El sentir los labios del chico sobre su hombro lo regresó de nuevo, inmediatamente se sonrojó. Realmente aquello estaba empezando, y él necesitaba dejar de estar tan nervioso. Porque no logaría nada; mientras se repetía a si mismo que lo hacía porque realmente necesitaba el dinero respiró hondamente.

Inesperadamente para Jinhwan el chico se giró tomándolo por los hombros, dejándole una vista muy corta de su pecho desnudo antes de acercar sus rostros y cerrar por completo el espacio restante, lo besó. Su cara fue capturada por las manos del más alto que lo mantenían completamente inmerso en su boca.

Ambos intentaban marcar el ritmo, entre mordidas suaves y exploraciones demandantes de la cavidad bucal contraria, dientes chocando peligrosamente con dientes. Se encontraba totalmente shockeado, hacía unos segundos el chico parecía llorar de los nervios –no muy lejano a él ciertamente- pero jamás pensó que terminaría conduciéndolo hasta la cama.

No pensó nunca que besaría a otro chico, inclusive en ese momento, algo lo detenía a quejarse o sentirse incomodo con ello. Simplemente estaba dejándose llevar por el momento, y sentía que un jodido beso era lo que necesitaban para romper la tensión. Jinhwan llevó sus manos hasta las caderas del contrario enterrando sus uñas ante el demandante beso. Al pegarse más a él pudo sentir su miembro ya despierto.

Koo los dirigió hasta la cama, recostando –nada gentil- al más bajo y subiéndose a horcadas. Vió el ceño fruncirse en el más bajo y antes que pudiera decir algo capturó sus labios de nuevo contra los suyos, iniciando así un beso mucho más candente que el primero. Utilizó sus manos para recorrer el cuerpo más pequeño debajo de él, deshaciendo el nudo de la corbata y desabrochando lentamente los botones de la camisa mientras el beso continuaba. Mientras el pelinegro llevaba sus manos hasta su trasero, estrujándolo, intentando controlar el ritmo del beso.

Se separaron unos segundos intentando recuperar el aliento, una ligera línea de saliva recorrió ambas barbillas durante su breve momento en el que se perdieron en los ojos contrarios. ¿Realmente estaba sucediendo aquello? Junhoe sonrió atacando los labios del mayor, realmente le gustaba el chico, quiere decir, su rostro totalmente sonrojado, con la boca semi-abierta lo habían jodido. Sólo había bastado verlo unos segundos. Y le gustaba (en verdad) que aun a pesar de ser más bajo intentara llevar el control de las cosas.

Continuo besándolo mientras llevaba sus manos recorriendo el cuerpo más pequeño, explorando cada poro existente en él. Reanudó su tarea de desvestirlo y jaló la blanca prenda deshaciéndose de ella, dejando el pecho blanquecino expuesto ante él. Le mordió el labio inferior llevándolo a gemir bajito, intentando reprimirlo. Mientras sentía como bajo de él intentaba controlar sus actos, continuo por la barbilla dejando besos excesivamente húmedos, bajando por el cuello dejando chupetones, pasando por su pecho y tetillas rositas, las cuales sin poder resistirlo tuvo que morder y lamer.

—Gh-nn— gimoteó Jinhwan intentando acallarse. Sintió nuevamente como lo empujaba intentando sacarlo de encima, pero poco le importó y continuó con su tarea de marcar aquellos pequeños botones rosas. — Ug-hn é-esto n-oum debería ser así-ahgn— El justo momento que arqueó la espalda el menor rodeo sus caderas con sus brazos, atrayéndolo más a él.

Siguió bajando, una vez que terminó por dejar completamente rojos sus pezones. Pasó su lengua por su ombligo, delineándolo y sintiendo como unos brazos lo empujaban con el afán de separarlo de él. ¿Acaso estaba haciéndolo mal? Lo dudaba, el chico era un mar de gemidos reprimidos por su garganta y remolinos en su cuerpo. Pensó entonces lo que debía hacer para relajar al mayor, era completamente inexperto, pero sabía de un punto que cualquier hombre terminaría rindiéndose.

Never be the sameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora