CAPÍTULO 26

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La última semana no ha sido la mejor.

Y en general las últimas cuatro semanas no han sido las mejores de su vida. Porque hay algo que le ha estado jodiendo la cabeza, algo que sabe tiene nombre y apellido: Koo Junhoe. Una opresión que se instala en su pecho y la rabia lo carcome por dentro. Los celos.

Su cerebro se ha encargado de reproducir las palabras de Yunhyeong una y otra vez como un disco rayado qué está por llevarlo a la locura completa. "Está saliendo con una chica." Koo Junhoe estaba saliendo con una chica, olvidándolo. Olvidándose de todo lo que habían vivido semanas atrás, mientras él continuaba siendo atormentado por todos los pecados que había cometido.

¿Y acaso era aquello justo? ¿Así era como funcionaba la justicia divina? ¿O él estaba pagando un karma mucho mayor?

¿Por qué no podía arrancar al menor de su cabeza? ¿Por qué continuaba jugando con ella? ¿Por qué continuaba recordando cada toque que le había dado? ¿Por qué en su cabeza se reproducía una y otra vez su cuerpo desnudo frente a él?

Se gritaba una y otra vez internamente por qué cada pensamiento era acerca del adolescente, por qué se lo encontraba cada que cerraba los ojos en sus pensamientos. Lo sentía en cada parte de su ser, como si se hubiera adentrado en él, cada centímetro de él mismo se sentía invadido por Koo Junhoe. Como si hubiera encontrado su marca personalizada de droga.

La frustración le recorría las entrañas provocándole fuertes dolores de cabeza, su corazón se agitaba con el mínimo pensamiento referenciado al menor y su cuerpo reaccionaba de manera sucia a cada referencia sexual que lo incluyera.

Su cabeza.

Sus venas.

Todo él se encontraba repleto del universitario, de un día a otro se había vuelto una jodida pesadilla de la cual no estaba seguro como había comenzado.

Necesitaba respirar, mantener su cabeza en blanco y convencerse a sí mismo que nuevamente era la estúpida fase que hacía tres meses atrás lo había cegado, la calentura y el morbo atacándolo directamente cada que pensaba en algo referente. No podía ser otra cosa cuando él amaba a Minah y estaban prontos a tener una familia.

No podía permitirse caer nuevamente de aquella manera, aunque el universitario se encontrara jodiéndolo como si lo hiciera apropósito, aunque sabía que no era así.

Un jodido mes. Un mes había pasado sin ver al menor y aquello estaba poniéndolo de puntas, ¿no se supone que todo aquello debió terminar por la paz hacía semanas atrás? ¿Qué era esa jodida insistencia de su cabeza con atormentarlo con el menor? ¿Por qué?

Pero todo era tan vivido, como si apenas una semana atrás hubiera dejado de frecuentar al contrario. Como si una semana atrás apenas lo hubiera tenido dentro de él. Sin embargo, el tiempo pasaba tan rápido que había transcurrido un mes desde la última vez que se vieron.

Regresándolo de sus pensamientos, -mismos que últimamente se estaban volviendo tóxicos para él mismo- la notificación de su celular anunciándole un nuevo mensaje entró.

"Salgo en un momento Jinhwannie ¿ya llegaste?"

"Sí, estoy afuera"

"¡Salgo!"

Lo cierto era que se encontraba un poco intrigado, dejado detrás toda la tormenta de su cerebro. Era el día en que irían a recoger la prueba de embarazo de la chica, misma que había dejado la muestra por la mañana. Y todo se reducía en ese momento, el momento en que abrieran el sobre. Y también al día siguiente, Minah tenía cita con su ginecólogo, aun así, la emoción era vibrante.

Never be the sameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora