Never be the same

CAPÍTULO 12

Sin poder reprimir su emoción, una vez subieron al auto, Koo abrió la pequeña caja y comenzó a sacar los accesorios y demás cosas que contenía. Pese a ser un chico que lucía pretensioso, nunca había poseído un Iphone, su marca usual era LG, misma perteneciente a su actual celular con la pantalla rota.

Extrañamente, se sentía menos tenso que las veces anteriores al ir en el auto con el chico, pese a que sabía a lo que iba. Y pudo haberse negado debido a que prácticamente se habían visto la tarde anterior, pero se encontraba feliz con su nuevo aparato y poco le importaba acostarse con Jinhwan nuevamente.

Jinhwan era un tipo extraño, si podía definirlo de alguna manera, muy reservado y muy serio. Usualmente mantenía el semblante indescifrable y se miraba absorto por sus propios pensamientos, siendo completamente un contrario a él que siempre se encontraba charlando -al menos con sus amigos-. Pero pese a esto, extrañamente se sentía atraído a él -excluyendo el factor que definitivamente lo hacían su tipo-, sentía que había algo más en él, algo que no sabía si estaba seguro querer descubrir.

Antes de llegar al usual motel, guardo su aparato dentro de su mochila, misma que por un chico insistente con "Déjala aquí, a la salida la recoges", dejó debajo del asiento del copiloto. Al entrar al lugar, hicieron la rutina, rentar una habitación y aunque él se había mantenido al margen, por primera vez se había acercado al más bajo. Luego de obtener la tarjeta de ingreso, anduvieron por los pasillos en silencio, sin saber que decir realmente.

Porque si lo pensaba bien, tal vez era un poco más extraño, porque ahora era algo más personal, ahora ambos sabían el nombre del contrario y no estaba seguro como es que sería su relación de ahora en adelante. ¿Él estaba buscando alguna pareja fija, o simplemente quería divertirse un rato? No comprendía porque le importaba tanto, al final de cuenta, él estaba saliendo beneficiado por fin ¿no?

Antes de darse cuenta, por tercera vez en su vida, se encontraba semidesnudo, siendo ferozmente besado por Jinhwan. Quién lo hacía sentir bien, vivo. No había experimentado aquel placer, pero sin lugar a dudas –si excluía lo mal que se sentía luego de hacerlo- el pacer era incomparable.

Se dejó llevar nuevamente por el más bajo, sintiendo cada roce de su piel enrollarse contra la suya, cada caricia tosca, cada beso desesperado, cada suspiro y gemido.

Terminando en el condón, miró al chico bajo de él hecho un desastre, su cabello pegado al rostro debido al sudor, su respiración agitada y su pecho subiendo y bajando a la par. Su rostro aun en éxtasis y su pene semi erecto con un rastro de semen sobre su estómago. Dejó salir su miembro, sintiéndolo temblar debajo de él, y le sonrió ladino; pero automáticamente, espero porque lo corriera de la habitación como usualmente, sin embargo, aquello no pasó. Ambos se quedaron mirándose expectantes, antes que un evidente sonrojo –pese a lo ya coloridos que estaban- los delatara.

Jinhwan enterró su rostro en la almohada, mientras él mismo había corrido hasta el cuarto de baño, con la esperanza de poderse limpiar. Al no escuchar ninguna queja del mayor, encendió la regadera y entro rápidamente.

Al salir, espero algún tipo de reclamo esta vez, pero nunca llegó, el más bajo lo esperaba entretenido en su celular aun recostado en la cama. Saliendo del lugar con únicamente una toalla cubriéndole la cintura, se aclaró la garganta llamando la atención.

—Oh, terminaste, creo que me ducharé también. — Comentó el mayor tirando de las sabanas que lo cubrían dejado su desnudez al aire nuevamente. Junhoe se sonrojó y giró el rostro, fingiendo recoger su ropa por el lugar, mientras el contrario corría al baño tímidamente antes de encerrarse.