CAPÍTULO 21

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Es lunes por la mañana y mientras intenta concentrarse en los reportes que debe revisar, la charla con su esposa del domingo por la tarde no ha dejado de rondarle la cabeza.

Jinhwan entiende que es algo que inclusive él quiere en este punto de su vida, pero no comprende porque no logra llenarlo de la manera que ha esperado todo ese tiempo, porque inclusive él había querido sacarlo a tema; por una u otra cuestión no lo había hecho, pero que su esposa hubiera sacado el tema mientras pasaban la tarde mirando una de las muchas series que había comenzado a ver con la chica lo había descolocado un poco, por lo repentino del asunto.

Aun así, cuando escuchó las palabras "deberíamos intentar tener un bebé, ya es tiempo ¿no crees amor?" no pudo evitar emocionarse y besarla intensamente. Y pese a que no lo llenaba por completo, basto un "¿qué tal si comenzamos ahora?" los llevaron a encontrarse enrollados contra las sabanas.

Pese a que aquello le logra sacar una sonrisa, porque es algo de lo que está ansioso, piensa que al fin va a poder dar ese paso que siempre le hizo falta a su relación con la castaña y entonces todo se volverá más fuerte.

Sin embargo, aún hay un tema que lo agobia por completo: Koo Junhoe. Porque la última semana con el chico ha sido increíble y muchos sentimientos encontrados lo atacan directamente en ese momento. No entiende cómo es que logró conectar tan bien con Junhoe, pero lo ha hecho, y aquello lo descolocó en su momento.

Se ha estado reprimiendo así mismo en que tal vez debe terminar aquello con el chico, por el bien de su matrimonio, porque él ama a Minha. No puede continuar con aquello por más que Junhoe le agrade en demasía, no puede seguir engañando a Minah, menos en aquellos momentos, cuando ambos están dispuestos a buscar a ese bebé que tanto han querido.

No negará que el sábado cuando se encontró con Junhoe, mirarlo distante y pensativo lo hizo sentir extraño, del cual no sabía exactamente que debía hacer para subirle el ánimo, y tampoco comprendía porque debía exactamente él hacerlo sentir mejor. Y sin embargo todo lo que había disfrutado a su lado durante la semana que terminó, lo hacía sentir bien, melancólicamente bien. Porque tal vez todo debía llegar a su fin.

Sacándolo de sus preocupaciones, la vibración en su bolsillo derecho lo lleva a sacar el aparato y entrando en la aplicación de mensajes abre el primero.

"Jinhwannie, casi termino con el ginecólogo."

Inconscientemente sonríe, porque anoche charlaron de que posiblemente sería mucho mejor si acudía con su ginecólogo y le indicara las fechas donde era mucho más alta la posibilidad de embarazarse. Y el solo pensar en ello, Jinhwan le emociona.

"Paso en unos minutos más por ahí y vamos a comer ¿de acuerdo?"

Recoge sus cosas y se encamina hasta su auto para dirigirse con su esposa. Intenta no pensar demasiado en el hecho de lo distante que se encontraba Junhoe el sábado, así como que no le ha enviado ni un solo mensaje desde entonces.

No mentirá al decir que no se siente mal por ello, pero siente que debe dejar atrás a Koo, antes que se vuelva difícil y sabe, también sabe que el chico posiblemente este pasado por un momento complicado y aun así no hace nada, porque ellos no son nada, ellos no son amigos. Los amigos no se llevan más de diez años de diferencia y mucho menos cogen a cambio de dinero. Junhoe y él no eran amigos, eran unos completos desconocidos uno del otro.

Con un horrible nudo en su estómago que entiende como emoción por lo que pueda decirle Minah, desciende del auto y camina directamente hasta el edificio con la intención de buscar a su chica.

—¡Jinhwannie! — Exclama emocionada una vez que se encuentran colgándose eufóricamente de su cuello y dejando un tierno beso en sus labios.

—¡Hey! — La recibe abriendo los brazos con la misma euforia y estrechándola contra él. — ¿Cómo ha salido todo? — Cuestiona mirándola con cierta intriga.

Never be the sameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora