CAPÍTULO 29

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—Lo siento, siento todo June. Nunca ha sido mi intención.

Ambos se encuentran aún enredados por las sabanas, descansando luego de aquel encuentro desesperado, sus respiraciones se acompasan, sus corazones se vuelven uno solo.

—¿Por qué nunca me dijiste? — Su voz flaquea, un poco.

—Miedo. Siempre tuve miedo, incluso ahora. Jamás habrías aceptado de haberlo sabido ¿no?

—Fuiste cruel. Conmigo. Con ella.

—No. Jamás quise que sucediera así.

—¿Entonces por qué me citaste ese día justo como la citaste a ella, y luego fingiste que nada pasaba?

Frunce el ceño durante un momento, luciendo pensativo, intenta recordar que es a lo que el menor se refiere sin éxito. ¿Cuándo es que todo aquello ha sucedido? ¿Cómo fue que en realidad Junhoe se dio cuenta de la verdad? Eran preguntas que había ignorado hasta ese momento, sin percatarse de cuál había sido la verdad. ¿Había Minah tenido que ver en todo aquello?

Su mente vuelve en sí cuando se percata que el menor se ha levantado de la cama e intenta colocarse la ropa demasiado ansioso y desesperado.

—¿June?

—Esto fue un error. ¿Por qué creí que algo sería diferente por un...?

—Espera. — Inclusive el mismo se ha impresionado por su firmeza, pero irguiéndose correctamente en la cama –aun con las sabanas envolviendo su cuerpo– continua. — No ha sido tu culpa. No ha sido un error, espero. Jamás fue mi intención.

Existe una pausa, en la que recuerda perfectamente aquel día que se encontró con el universitario en el centro comercial minutos después de despedir a Minah. Y es un idiota, puesto que jamás pensó que los podría haber visto, y encontrarse con su esposa no estaba dentro de sus planes de cualquier manera.

—Todo fue una coincidencia. Jamás habría deseado que te enteraras de esa manera.

—¿Y entonces? ¿Planeabas mantenerlo en secreto durante cuánto?

—¡No! — Entonces se percata de hacía que rumbo está yendo la conversación. Y aquello le aterra, porque no está aún preparado para afrontar la realidad, porque no tiene todo claro. — Espera, June. — Detiene al más alto antes que salga de la habitación medio vestido. Sabe que la ha estado cagando y necesita organizar todo, es a lo que ha venido. — Por favor, déjame explicar...

El más alto exhala, se siente demasiado abrumado de pronto el ambiente y necesita tomar una bocanada grande de aire para comenzar de cero, como si la ultima hora no hubiera sucedido, aunque en realidad no fuera a olvidarla, porque ha extrañado durante más de un mes el sexo con el universitario.

—Sólo, Jinhwan. No soy un juego, ¿de acuerdo? — El más bajo se estremece, está consiente que el contario pudo tener ese tipo de pensamientos, inclusive eso era lo que él creía en un principio, antes que todo se jodiera.

Caminan nuevamente hasta el colchón del más joven, rodeando el colchón del compañero de June en el proceso, se disponen a terminar de colocarse la ropa antes de poder tener una verdadera conversación, misma que ha venido buscando el mayor en realidad. Una vez listos, se encuentran en un silencio envolvente nuevamente, hasta que el pelinegro decide romperlo.

—Sé que me porté como un idiota. Te traté mal, te mentí y te embrollé con toda mi vida, sé que te lastimé, lo lamento tanto. — El silencio se prolonga, el más alto no deja salir ninguna palabra, se mantiene mirando fijamente el suelo, atento. — Hace casi cuatro meses sentía que algo me faltaba, la chispa con ella se había ido, me sentía desesperado. Creí que tener un hijo solucionaría las cosas, el sexo. Sin embargo, no pasó. Estoy tan confundido aún que no sé si lo que estoy haciendo es lo correcto, pero, creo que no puedo continuar engañándome a mí mismo, ya no la quiero igual.

Never be the sameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora