CAPÍTULO 9

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No había sido suficiente una sola vez, no podía ser suficiente. Por ese mismo motivo, había –prácticamente- obligado a tener sexo a Minah con él cerca de unas cuatro veces. Habían terminado agotados sobre los sofás de la sala. Porque Jinhwan había decidido que quería marcar a su esposa en cada rincón de la casa. Casi fue insaciable, de no ser porque la chica se encontraba de verdad agotada, Jinhwan probablemente le hubiera dado otra ronda.

Porque necesitaba recuperar su hombría con aquello.

Al siguiente día se convenció de que todo volvería a la normalidad. Inclusive, por la mañana cuando se encontró con Yunhyeong en la entrada y éste le pregunto cómo le había ido con el chico, se limitó a contestar un: "Necesito que olvides el tema, y jamás en tu vida vuelvas a mencionarlo". Terminó cortantemente, encaminándose a su oficina.

Se había olvidado incluso que el chico no le mandó su número de cuenta para depositarle, y mucho menos le importó encontrarse con el bolso en su auto al día siguiente. La tomó y la dejó en su cajón de la oficina.

Estaba decidido a olvidarlo. Si el chico no lo contactaba, a él no le importaba, él había obtenido lo que quería y gratis. Se recostó en su asiento, relajándose. Desde que despertó se había dicho a si mismo que dejaría todo en el pasado, y no pensaría más en ello. Para su sorpresa, su mente se encontraba en blanco.

Con una sonrisa en la cara se dispuso a comenzar con sus labores pendientes, su motivación volvió al recordar la noche pasada con Minah, realmente se había sentido mucho mejor, ahora sin duda, buscarían el bebé que tanto querían; si era posible todos los días.

···

Los días pasaron lentamente, tortuosamente. Aún quedaba una semana para que el dinero que sus padres le enviaban y la beca de la universidad fueran depositados, literalmente estaba completamente jodido ahora. Había tenido que comprar otra mochila, algunos cuadernos y rebuscó en el departamento algunos bolígrafos que sirvieran para usarlos. Para su suerte, había dejado en el casillero sus libros, si no habría sido una completa catástrofe. Todo aquello sumando a lo extraño que aún se sentía luego del encuentro con aquel tipo.

Hablar con Hanbin fue mejor de lo que esperaba, en realidad le había ayudado. Pero no podía dejar de pensar que lo que había hecho era de una puta. Venderse por dinero, que ni siquiera había cobrado.

—Necesitas olvidarlo, no te aflijas por ello. ¿Te gustó no? — Le había cuestionado aquella noche.

—No lo sé. Quiero decir, ¡Se sintió de puta madre! Nada a masturbarse, el chico estaba tan jodido apretado. — Suspiró sonrojándose al percatarse de cómo había expresado aquello. — Es decir, sí, me gustó. Creo.

—Necesitas dejar de pensar tanto en las cosas. Creo que tal vez necesites alguien con quién salir constantemente. ¿Por qué no te das la oportunidad de conocer a alguien?

— ¡No puedo! Tengo demasiados gastos como para agregar otro, no creo estar listo sentimentalmente para hacerlo. ¿Estarías con alguien con tatos problemas?

—Ya lo hago. Diferentes problemas, pero lo hago.

—Es diferente, no tienes compromisos con él.

—Pienso que deberías darte una oportunidad. Él dinero es sólo algo material. Quiero decir... Sé que no soy el indicado para decirlo. — Hubo un silencio completamente largo, que inclusive llegó a pensar que la conversación había terminado, hasta que continuó. — Deberías darle una oportunidad a Bobby ¿sabes? — No respondió luego de aquello. Realmente no podía hacerlo. Conocía a Jiwon desde hacía algunos años, y gracias a Hanbin –quién lo había rechazado primero- se enteró que le gustaba. Pero, definitivamente no era su tipo (si es que tenía uno).

Never be the sameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora