—Estarías volviendo entonces...
—El miércoles de la próxima semana. ¡June, préstame atención! — Soltó un ligero golpe sobre el hombro del contrario mientras sonreía.
—¡Ouch, lo siento!
Durante las últimas dos horas se habían encontrado compartiendo su tiempo dentro del restaurante australiano –que se había vuelto como el lugar especial de la pareja– antes que la chica partiera hasta Australia acompañando a su mamá. Caminaban lentamente hasta el departamento de la pelirroja rosando sus manos de vez en cuando y disfrutando del reconfortante aire.
—Volverás a días de que comiencen las clases ¿podrás con ello? — Cuestionó Junhoe un tanto curioso.
—¡Claro que sí, aunque sé que me extrañaras! — Exclamó girando en su propio eje mientras saltaba, una sonrisa adornaba su rostro.
—Me extrañarás mucho más tú a mí. — Se sintió mal, porque aquellas palabras eran ciertas, probablemente ella lo extrañaría mucho más de lo que él lo haría.
Con un mohín en los labios, la chica le pareció súper adorable, cosa que lo hizo sonreír un poco.
—Mensajearemos aun así ¿de acuerdo? — La chica espero un momento, antes de recibir respuesta del contrario quién sonrió asintiendo.
Esperaba que la distancia y la soledad por unos días, lo ayudaran a terminar de sanarse internamente. Olvidar a Kim Jinhwan completamente y permitirse amar a alguien más, específicamente a Rosé.
El celular de la más baja comenzó a vibrar antes de sonar, anunciando una llamada, ambos se miraron a los ojos y sonrieron.
—¡Nos vemos pronto, June! — Despidiéndose con un rápido abrazo, antes de girarse y tomar la llamada mientras entraba al edificio.
Su corazón se sentía un tanto pesado, ¿estaba bien darle tantas esperanzas a Rosé? No estaba seguro de poder salir de aquello tan pronto, sin embargo, estaba decidido, olvidaría a Kim Jinhwan.
Al volver al departamento se dejó inundar por la soledad del mismo, era sábado por la noche y parecía ser el único en no tener planes para el resto del fin de semana. Se resignó a pasar la noche solo y encendió la televisión buscando algo por ver mientras el ramyeon se terminaba de cocinar.
Intentaba no pensar demasiado, no introducirse en la inmensidad de su cabeza para no pensar. Prefería mantenerse centrado en la televisión y la película, sin nada más. Mientras el tiempo pasaba, luego de haber terminado el plato de comida y sentir como su cuerpo se dejaba hacer ante el inminente cansancio y estrés de la semana, su celular vibró sobresaltándolo inmediatamente, se alteró unos momentos, buscando sin éxito el aparato que se encontraba en los pliegues del mueble.
Encontrándolo, lo alzó encendiéndolo percatándose de un mensaje nuevo. El numero era desconocido y, a la vez recordaba haberlo visto alguna vez.
Su corazón latió aceleradamente cuando lo abrió y leyó completamente.
"June, soy Jinhwan... Me gustaría explicarte bastantes cosas. Me gustaría verte de nuevo."
Su mente se quedó completamente en blanco, sintió como su sangre se helaba dentro de sus venas y como lentamente todo se quedaba en segundo plano, llevándolo así a percibir el miedo recorrerlo por todo su cuerpo, apoderándose de su mente y sus sentidos, nublándolo completamente.
Todo le dio vueltas por un momento, se puso de pie intentando no caerse en el intento y caminó tambaleante hasta su habitación. Todo en su cabeza comenzaba a recordarle las cosas que había vivido con Kim, su vista le dolía, su corazón palpitaba desesperadamente, su respiración entrecortada y todo aquello gritándole desde dentro.
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Never be the same
Teen Fiction『JunHwan』 ❝Estás en mi sangre, estás en mis venas, estás en mi cabeza. Eres tú, me vuelve loco la manera en que te mueves. Podría intentar huir pero sería inútil. Tú tienes la culpa. Sólo un toque y sabes que jamás volveré a ser el mismo.❞ Junhwan y...