CAPÍTULO 23

620 88 135
                                    


Feliz.

¿Existe alguna otra manera de describir su vida en aquel instante? Se siente completamente bendecido con todo lo que la vida le ha dado.

El periodo de fertilidad ha terminado por lo que le ha dicho Minah, y se siente satisfecho con lo que han logrado hasta ahora. Según lo que ha investigado la siguiente semana es el intermedio entre su periodo de fertilidad y la menstruación, y según el ginecólogo, deberían intentar inclusive durante ese periodo -debido a que la castaña es irregular- aunque las probabilidades son bajas, serviría de cualquier manera.

No mentirá, se siente jodidamente emocionado por conocer los resultados y que aparezca positiva su paternidad. Inclusive ya se siente todo un padre primerizo y ha pensado que sería bueno comenzar con la decoración del cuarto para el bebé. Él quiere una niña, una bonita niña a la que pueda proteger de todo y todos. Inclusive ha pensado en un par de nombres que serían geniales para su hermosa bebé, porque pese a que aún no sabe siquiera que será, él confía en que será una bella bebé; como su Minah.

No es que no quisiera un niño, no tienen en realidad problemas, pero cuando piensa en lo que le llegó a hacer a Minah, no puede imaginarse ni siquiera tener un hijo que pueda llegar a hacerle lo mismo a las mujeres.

Deshaciendo aquellos pensamientos de su cabeza, se dispone a ingresar a su hogar, ha sido un día relajado y quisiera terminar con una buena compañía de su esposa en la cama.

Entre besos cariñosos no puede evitar bajar hasta el vientre de la chica y depositar un beso en el sitio. Mientras la chica lo mira riendo, Jinhwan continua.

—¡Jinhwannie! — Se ríe la chica sin poder evitarlo. — No sabemos si aún hay algo.

—Pero debería, hemos intentando muy duro. Debería nuestra bebita estar aquí. — Deja nuevamente un beso en el vientre de la chica ésta vez un poco más largo. Y la castaña sonríe, porque el chico es un completo tierno con ella y se siente muy afortunada.

Los besos vuelven, las fricciones de cuerpos se dejan llevar ocasionando algunas corrientes eléctricas subir por sus cuerpos que poco a poco comienzan a calentarse. El ambiente aumenta, la habitación comienza a quemar. Posiblemente no vayan a tener suficiente de aquello, pero no les interesa en aquel momento.

Jinhwan toma sus caderas entre sus manos, obligándola a quedar sobre él, incitándola a que tenga el control de la situación, es un acto inconsciente, pero se deja llevar cuando la chica comprende lo que quiere. Los besos se vuelven más demandantes, logrando que sus pieles ardan debajo de la contraria. Solo la ropa interior los mantiene alejados en ese momento, y el calor del lugar los quema.

La castaña despoja a ambos de las prendas restantes, dominándolo aún, pero es cuando toma su miembro entre su mano y siente el aliento de la chica sobre el, que siente algo no va bien, no como debería. Sin embargo, se deja embriagar por aquel placer momentáneo y se dejar ir.

Los gemidos comienzan cuando Jinhwan comienza a sentir su pene siendo succionado por los labios carnosos de su esposa, y comienza a excitarle más cuando lo mira a los ojos, sin embargo, sigue faltando algo.

Arrojando lejos aquellos pensamientos se deja embriagar por la cavidad bucal de la chica, quien comienza a bajar lentamente, deslizando su lengua por toda la extensión de su falo. Siente toda la sangre subírsele hasta la cabeza dejándolo completamente extasiado ante los movimientos en su miembro. La chica sube a horcadas hasta su rostro para depositarle un sonoro beso en la boca, mismo que se extiende largamente, dejándolos perderse en la sensación del contrario. Lentamente siente como las piernas desnudas de la chica acarician sus muslos, así como sus partes íntimas rozan y se golpean contra si llevando aquella jodida sensación a freír su razón.

Never be the sameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora