CAPÍTULO 8

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Esperó sentado en la parada de autobús intentando reubicarse. Mirando hacia todas las direcciones; buscando algo que pudiera reconocer. "Debió haber prestado atención al camino".

Sin pensarlo más, sacó su celular e ingreso a google maps, con la esperanza de encontrar una ruta fácil para volver al departamento. Ignoró todas las llamadas perdidas y mensajes que se actualizaron cuando encendió el teléfono. Una vez ubicándose en el mapa, caminó unas cuadras hacia abajo, donde si sus cálculos no le fallaban podía tomar un autobús que lo dejara fuera de la universidad, y de ahí podría caminar. De nueva cuenta apagó el aparato.

Si lo pensaba demasiado, estaba muy jodido como para no poder tomar un taxi. Se sentía extraño, sucio, sudado y pegajoso. Inclusive podía sentir aun como el semen terminaba por salir de su pene. Se sintió asqueado.

Había esperado poder tomar una ducha rápida en la habitación del hotel, pero luego de lo que sucedió fue imposible. No podía creer que hasta ese momento se percató que lo que había hecho era de una puta.

Se alborotó el cabello soltando un suspiro reprimido, realmente sentía jodido. No entendía cuál había sido el problema del chico, ¿tan mal estuvo? ¿Realmente apestaba para el sexo? Supuso que sí. Soltando un bufido irónico pensó en todos aquellos cotilleos donde decían que era un Dios del sexo; claramente no era así. Continuó caminando cabizbajo, no podía comprender como Hanbin llevaba tanto tiempo haciéndolo si se sentía así de jodido.

Luego de casi una hora y media más de caminar bajo el sol, entro hasta el departamento. Una vez que abrió y se encontró con Donghyuk parado frente al fregadero, suspiro.

— ¿Puedes explicar por qué apagaste el jodido teléfono? — Girándose rápidamente y en un segundo, el castaño se paró frente a él, mirándolo furioso. — ¿Dónde te habías metido? Bastaba un mensaje diciendo: "me largué por mi parte, no me busquen como idiotas."

—Ahora no, de verdad. — Murmuró evitando al chico quién lo miró con el ceño fruncido, para inmediatamente cambiar su rostro por uno de preocupación.

— ¿Y tú mochila? — Cuestionó al percatarse de aquello mientras lo veía alejarse por el pasillo. Paró en seco y abrió los ojos lo más grande que pudo. ¡Debía ser estúpido! Pateo fuertemente la pared del pasillo golpeándose accidentalmente el dedo medio. ¡Se había quedado en el auto del tipo!

—Mierda. — Murmuró antes de estrellar su rostro contra la pared. Donghyuk encogió el rostro aún más preocupado que antes.

—¿Junhoe? ¿Estás bien seguro?

— ¿June? — En ese momento Jiwon salió de su habitación sonrientemente. Donghyuk le advirtió con la mirada que se detuviera. El más alto suspiró realmente frustrado antes de encerrarse en su habitación. Dejando a dos chicos desconcertados.

Definitivamente estaba jodido.

Quería que todo aquello fuera una pesadilla, despertar y comenzar como si nunca hubiera conocido a ese tipo, mismo que antes de conocer al menos tenía su mochila y su virginidad. ¡Su primera vez no había estado ni cerca de ser buena! -Tal vez en el momento, pero lo que vino después había sido horrible-.

Decidió tomar una ducha, se sentía aún más pegajoso debido al sudor, y todo en su cuerpo le estaba dando asco. ¿Esto se sentía luego de tener sexo? Si era así ¿por qué la gente lo hacía?

Mientras el agua recorría su cuerpo, recordó lo que se sentía tener piel con piel al chico, qué ahora que lo pensaba ni siquiera conocía su nombre, cosa que hacía aún más mierda su primera vez.

Necesitaba relajarse, porque aún incluso teniendo el número del tipo, no pensaba si quiera enviarle su número de cuenta, hacerlo y cobrar el dinero que en un principio acordaron, lo haría sentirse más como una verdadera prostituta. Deseaba conservar al menos, lo poco que le quedaba de dignidad y recordar su primera vez con un tipo que al menos le atraía y le gustó su cuerpo por ese momento. Había salido gratis para el contrario.

Never be the sameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora