CAPÍTULO 39

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Fueron muchos años, le rompí el corazón; es normal que actúe de esta manera. — Respondió el pelinegro cerrando los ojos contra el escritorio de cristal.

Ante la ley, el producto ya no es razón suficiente para que no te otorgue el divorcio Jinhwan, tien-.

Es mi hijo, Baek.

Sí, sí, lo siento, el bebé...

Está bien Baek, démosle más tiempo par-.

Jinhwan, como tu abogado debería decirte que podríamos negociar hasta el final para que firme los papeles. — Existe una pausa, misma en la que Jinhwan traga cortamente. —Cómo tu viejo amigo, pese a que no me has dicho tus motivos para divorciarte de Minah, y que no me habías vuelto a llamar desde la boda, te digo; amigo, claramente tu relación con ella debe terminar lo antes posible, ha sido casi un mes y no cede. Puedo ver que ni siquiera puedes dormir por las noches, necesitas cerrar esto.

¿Tal vez deba hablar con ella?

¿No crees que es tarde? — Un silencio inunda el lugar, únicamente las respiraciones de ambos chicos en el teléfono. Kim duda unos segundos antes de continuar ¿puede contarle aquello a su viejo amigo de la universidad?

Ha pasado tanto tiempo desde que charló con alguien que no lo juzgara de verdad, simplemente había pasado mucho tiempo desde que había exteriorizado como se sentía en realidad.

La engañé, jamás le dije lo que me orilló a hacerlo, ni con quién lo hice.

El silencio cala nuevamente, hasta que de la bocina se escucha un suspiro.

Dudo que quiera saberlo Jinhwan. La engañaste con un hombre, supera cualquier engaño.

Jamás dije que había sido un hombre.

Jinhwan, en la universidad coincidimos pocas veces debido a nuestras licenciaturas, pero, te conocí lo bastante como para saber que nunca engañarías a Minah con otra mujer. — Por tercera ocasión en la charla el silencio los envuelve, se vuelve un tanto incomodo antes que en la línea contraria su amigo responda de nuevo. —Enviaré los papeles nuevamente con una negociación, y no te preocupes Jinhwan, cuando sea necesario pelearemos la custodia compartida.

Gracias, Baek. — La llamada finaliza antes que el contrario pueda decir algo más, Jinhwan se recuesta contra el cristal de su escritorio.

No puede creer que el primer mes del año se haya consumido tan rápido frente a él; pero luego de todo lo que sucedió después de pedirle el divorcio a Minah, las cosas avanzaron exponencialmente rápido.

Inicialmente la chica no se había opuesto ante la idea del divorcio, pues ambos estaban conscientes del distanciamiento que existía entre ellos y que se volvía como un abismo de distancia. Sin embargo, a los pocos días –y atribuyendo las hormonas del embarazo- la chica se negó, creía que las diferencias que existieran podían arreglarlas con un poco de terapia de pareja; mucho más ahora que estaban por ser padres. En ese momento, Jinhwan no pudo evitar confesarle que le había sido infiel durante más de medio año, excluyendo detalles, y luego del llanto de la chica decidió darle un poco de tiempo y dejar la casa.

Desde hacía tres semanas atrás intenta obtener de ella la firma del divorcio, pese al dolor que le conlleva imaginar a su hijo crecer con sus padres separados, mismo pensamiento que la chica alega fervorosamente y por el cuál cree, no deberían divorciarse.

Sin embargo, ¿qué más podía hacer en ese momento? Estaba siendo sincero por primera vez en mucho tiempo acerca de sus sentimientos consigo mismo y no creía poder volver a amar a la chica, no luego de conocer lo que significaba el verdadero amor.

Never be the sameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora