Capítulo 01.

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*AMBIENTADO EN 1992*


— ¿Acaso a ti te parece normal este hombre?, ¡su mascota es una gallina! — exclamó Louis mientras hacía movimientos exagerados con sus manos.

— A mí me parece bastante sexy. — respondió su morocho amigo observando descaradamente por la ventana, masticando aquella tira de regaliz rojo que comía todo el día.

Louis bufó y negó con su cabeza. Aquel dulce le parecía increíblemente asqueroso, pero no había caso, Zayn nunca dejaría esa mala costumbre.

El hombre que observaban era Harry Styles, el reciente y extraño habitante que se había sumado al pequeño pueblo hace solo unos cuantos días atrás.

Ambos muchachos habían visto, al igual que todas las personas del lugar, cómo se había llevado a cabo el proceso de remodelamiento de aquella casa durante dos meses, preguntándose cada día quién decidiría poner una inversión así en un sitio como ese, un lugar pequeño y con gente casi tan rara como el mismo pueblo, pero claro, todo cobraba sentido ahora.

Styles también era raro.

— Espera, ¿acaso está viniendo para acá? — Zayn agarró el brazo de Louis con algo de fuerza, tratando de alejarse de la puerta del estudio de tatuajes con rapidez. El rizado se acercaba con el animal entre sus brazos y no había nada que aterrara más al castaño que las gallinas.

— Tranquilo, seguro quiere invitarnos una parrillada. — bromeó el ojiazul alejándose del agarre de su amigo, queriendo parecer calmado hacia la inminente presencia del nuevo vecino.

El hombre avisó su llegada con el sonido de la campanilla sobre la puerta del local, observando curioso y minuciosamente cada detalle de los cuadros donde descansaban algunos de los mejores diseños de Louis, quien, por su parte, se quedó helado ante su presencia durante unos segundos.

— Bienvenido a Apocalypse Tattoo INK., ¿en qué puedo ayudarlo? — saludó Louis sin moverse de su sitio. Parecía un estúpido. Sintió un tirón por la parte trasera de su camisa y miró hacia su espalda viendo a Zayn como un infante aterrado. — Ah, disculpe señor... — alargó Louis, con el afán de oír el nombre del nuevo vecino, puesto que ya conocía su apellido que estaba prolijamente escrito sobre su buzón.

— Styles. Harry Styles. — pronunció él con una pequeña sonrisa en sus labios que pudo detener el mundo por años.

— Señor Styles, claro. No puede entrar con ese pollo aquí, lo lamento. — el ojiazul rascó su nuca. A él no le importaba en lo absoluto, pero no podía tener a su amigo escondido durante toda la visita.

— Oh, no hay problema. — el hombre abrió la puerta y, luego de mirar hacia ambos lados de la calle, dejó a la gallina en el suelo, observando, al igual que los dos amigos dentro de la tienda, cómo su animal andaba a pasos cortos hasta la casa en diagonal al estudio.

Tanto Louis como Zayn estaban con la boca ligeramente abierta. ¿Qué había pasado ahí?

— Quiero tatuarme. — demandó Harry, sacando a Louis de su trance temporal. Este último sacudió un poco su cabeza y se acercó de forma rápida hacia un libro que había sobre una mesa.

— Seguro, aquí tengo algunos de los diseñ... —

— Quiero ese. — el ojiverde apuntó hacia uno de los cuadros colgados en la pared, señalando lo que parecían tres clavos acomodados de una forma bastante simple. Louis quedó sin palabras.

"Seguro conoce del tema" pensó.

— Lo siento, ese no está disponible en estos momentos. Realmente nunca me lo habían pedido. — comentó pensativo.

— ¿Puedes dibujarlo? — preguntó el rizado de forma rápida.

— Puedo. — respondió de la misma forma.

— Está bien. Vendré mañana. — y sin más, Harry salió por la puerta escondiendo una sonrisa de satisfacción ante la escena.

Zayn salió de su escondite tras la espalda de su amigo y se posicionó delante de él, agarrándolo por los hombros con cara de confusión.

— ¿Qué acaba de pasar? — preguntó.

— Te lo dije, es un raro. — Louis rodó los ojos mientras soltaba un bufido y volvía a dejar el libro sobre el mesón.

—  Me sigue pareciendo sexy, incluso con ese pollo. — 

— Por Dios.—  exclamó el chico. 

Esa tarde no volvieron a ver a aquel hombre de extravagantes trajes y exóticos animales, sin embargo, este no salió de la cabeza de Louis mientras se esmeraba en dibujar el diseño que le había pedido.

¿Qué se había creído? Podrá tratarse de su trabajo, pero nadie le hablaría de esa forma sin su consentimiento jamás. De seguro haría que la sesión de mañana fuese un poco más dolorosa de lo normal.

...

— ¡Ya está! — exclamó el ojiazul con felicidad, levantando su mirada para encontrarse con el rostro de su amigo apoyado en su mano que estaba tumbado en el sofá casi dormido.

— Louis, no puedo creer lo idiota que eres, debes ver la hora. — soltó el contrario con molestia.

— ¿Eh? — Louis miró hacia el reloj que colgaba de la pared y luego hacia el ventanal. ¡Había oscurecido! Era imposible, solo se trataba de tres simples clavos sin gracia, pero al fijar su vista nuevamente en la mesa se encontró con gomas y migas de estas esparcidas por todo el lugar. Había re-dibujado el mismo diseño montones de veces y tal parecía que ninguno lo había dejado completamente satisfecho hasta ahora.

— Me voy a casa, Lou. — Zayn se levantó del sofá y agarró su abrigo para salir de la tienda hasta que el ojiazul lo detuvo.

— No, voy contigo, solo dame un segundo.—

Ambos muchachos cerraron el local con rapidez, agarraron sus chaquetas y salieron de allí para comenzar a caminar hacia su hogar el cual se encontraba unas calles más abajo. Louis miró una última vez hacia la casa de Styles y trató de enfocar la sombra que se veía por la ventana achinando sus ojos, pero decidió volver a la realidad negando con su cabeza, emprendiendo camino a casa.

Louis estaba emocionado por el día siguiente.




Gucci INK. [Larry Stylinson L.S.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora