Gucci INK. [Larry Stylinson L.S.]

Capítulo 17.

Viernes.

16:42 pm.

Harry estaba en su habitación ordenando unas cuantas prendas en su maleta para el viaje del lunes.

Estaba muy contento con todo. Resulta que Hall había sido lo suficientemente amable como para cederle dos cabañas sin costo alguno como forma de agradecimiento al traje que le había comprado para su evento de quién sabe qué.

Caminaba hasta la habitación en donde guardaba su ropa, observaba y volvía hasta la maleta.

Al contrario de lo que cualquiera creería, se había propuesto no llevar ningún traje a Noruega, y es que realmente no quería arruinar ninguno. Se pegaría un tiro antes de eso.

Suspiró al ver cómo el Señor Pepinillo correteaba a Jazmín por su cuarto, riendo levemente a los segundos después. Realmente amaba a sus mascotas. Le había pedido a su amigo, Hall, que cuidase de ellos durante esa semana en la que se ausentaría.

Ese tema le preocupaba un poco, pero sabía que estarían bien bajo su cuidado. Después de todo, se había encargado de hacer una lista con todo lo que debía hacer, en dónde estaban sus alimentos e, incluso, dejó la comida racionada en pequeñas bolsas para cada día y que sus bebés no quedaran desnutridos o muy obesos.

Miró su maleta y volvió a suspirar.

Unos cuantos skinny jeans color negro, camisas, camisetas, ropa interior, un par de botas y tres chaquetas.

Rodó los ojos y se lanzó de espaldas a su cama, moviendo su pierna cuando Jazmín comenzó a picotearlo.

— Siento que falta algo en mi maleta, la pieza maestra... — se sentó de golpe y miró a sus mascotas, sintiéndose algo mareado por el rápido movimiento — probablemente vaya al centro comercial más tarde y me aseguraré de traerles algo que les guste. —

Con una sonrisa se propuso salir de su hogar con un bolso colgando de su hombro, no sin antes echar una mirada hasta los ventanales del estudio en diagonal a su casa, procurando no ser visto por el ojiazul.

Esa era otra de las cosas que lo mantenían bien.

Louis se había estado quedando todas las noches con él por el simple hecho de que "le resultaba más práctico y rápido ir y venir desde el estudio" según sus palabras, pero Harry sabía que se trataba de algo más. A Louis le encantaba ser cuidado y mimado cada vez que llegaba a casa adolorido y exhausto y, por supuesto, Harry amaba darle toda la atención que él requería.

Se hallaba, justamente, de camino a su departamento, pues necesitaba tomar todo lo que creyera necesario para el mayor en el viaje y, como se trataba de una sorpresa, no podía arruinarlo siendo descubierto.

El recuerdo de Zayn entregandole las llaves y agradeciendo por tal cosa vino a su memoria.

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