Gucci INK. [Larry Stylinson L.S.]

Capítulo 11.

Cuando Louis abrió los ojos esa mañana miró a su alrededor con curiosidad, pensando que todo lo que había sucedido la noche anterior había sido un sueño, pero no.

No lo había sido.

Se levantó de la cama con una energía poco común en él y entró inmediatamente al baño, observando su rostro el cual lucía fresco y con menos ojeras que nunca.

Vaya bendición; si hubiera sabido que Harry era la cura para todos sus males al dormir entonces lo hubiera buscado hace años.

Se metió a la ducha con rapidez y luego se vistió con un pantalón negro y una camiseta blanca con el logo de una manzana con colores dentro, bajando las escaleras.

— Tal parece que alguien se levantó de buen humor hoy, ¿eh? — insinuó Zayn con una sonrisa sugerente mientras Louis se sentaba frente a él sobre la mesa para desayunar.

— Todo resultó bastante bien anoche. — respondió, llevándose a la boca una cucharada de su cereal que Zayn tenía preparado para él, como siempre.

— ¿Te folló o qué? —

Louis escupió su comida.

— ¡Qué cerdo eres, Tomlinson! — Zayn se levantó de la mesa y fue por unas servilletas para limpiar el desastre, sin embargo, su amigo las agarró primero y limpió aceleradamente.

— Joder, Zayn, no me folló, además, ¿qué te hace pensar que no soy yo el que se lo tiró a él? — ¿de verdad había dicho eso?

— Styles es más alto, más musculoso, más caliente, más todo, lo que le falta es una personalidad dominante y más posesiva como la que tienes tú de vez en cuando y sería perfecto. —

— No te pases de listo, idiota, que te he visto como coqueteas con Liam. — los colores subieron al rostro del moreno.

— Liam es lindo — susurró — además, resulta que sabe sobre perforaciones, eso significaría más ganancia para el negocio, ¿no lo crees? —

— Sí, claro, desvíate del tema. — el de ojos azules continuó comiendo y arrugó la nariz en respuesta a la mueca de Zayn que le estaba enseñando la lengua tal niño pequeño.

Al acabar, ambos se levantaron de sus asientos, Louis tomó toda la loza sucia y comenzó a lavarla en el fregadero mientras que Zayn quedaba con la boca abierta por lo que estaban viendo sus ojos.

— ¿Acaso tú, Louis William Tomlinson, estás lavando los platos? — preguntó con dramatismo.

— No, me estoy cagando en el fregadero, ¿qué no ves? — Zayn chocó su mano contra su propia cara.

— Ese rizado te está haciendo bien, aunque aún tiene trabajo por hacer. —

— Lo único que debe hacer para mantenerme así es seguir existiendo. — eso había salido de sus labios sin siquiera haberlo previsto.