Gucci INK. [Larry Stylinson L.S.]

Capítulo 05.

11:32 am.

Harry Styles decidió no usar algo demasiado llamativo hoy. Una camisa blanca, unos pantalones y zapatos color negro y estaba listo.

Se miró al espejo y dejó escapar un suspiro. Movió repetidamente sus manos para calmar los nervios y salió de casa. Caminó unos cuantos metros y ya estaba fuera del estudio.

¿Qué sucedía?, ¿por qué aún no abrían?

Y ahí se quedó.

Parado fuera del local de brazos cruzados, esperando a que Louis llegara lo más rápido posible.Estaba helado. Solo a él se le ocurría salir de casa con una simple camisa en el otoño del siempre frío Londres, qué inteligente.

Cinco, diez, quince minutos. El ceño de Harry comenzaba a fruncirse.

Veinte, veinticinco minutos. Harry estaba congelado y enojado.

exactamente a las 11 con 57 apareció Louis en su rango de visión y, cuando estuvo a solo metros, todo rastro de odio en su semblante desapareció.

— ¿Por qué estás aquí fuera, Harry? Hace mucho frío. — Louis se apresuró en abrir la puerta del lugar pasando por delante de él. Este, sin poder siquiera evitarlo, bajó su vista hasta encontrarse con los pantalones del ojiazul que le quedaba ajustado en los lugares precisos. Al abrir y pasar, Harry solo pudo observar el trasero ajeno moviéndose dentro del estudio con gracia.

"Dios mío." pensó.

— ¿A qué esperas, rizado? Pasa ya. — esa voz lo sacó del trance.

Sin rechistar, entró al lugar cerrando la puerta tras de sí, sintiendo como el calor de la tienda comenzaba a regular su propia temperatura.

— No pensé que llegarías tan temprano. Aún me quedan unos detalles para terminar tu tatuaje, pero no me demoraré demasiado. Si quieres, puedes ir a casa e iré por ti cuando... —

— Quiero quedarme aquí. — al ser interrumpido, Louis bufó.

— ¿Podrías, por favor, dejar de hacer eso? — el muchacho dejó unas cuantas carpetas que tenía en sus manos sobre un mesón y se sentó en una silla reclinable frente a un escritorio del cual prendió una luz apuntando a la mesa. Agarró su lápiz y comenzó a garabatear.

Harry observó todo su entorno. El chico moreno no estaba y Louis ni siquiera se había  molestado en girar el letrero del ventanal que anunciaba que el estudio estaba oficialmente abierto. Eso solo significaba una única cosa.

Estaban solos.

Nadie los iba a interrumpir.

Harry, a paso sumamente lento, se acercó hasta el escritorio de su acompañante y se colocó detrás de él, inclinándose y apoyando su cabeza sobre el hombro de Louis, dejando su otra mano sobre el hombro contrario del muchacho.

Louis se detuvo, quedó petrificado, no podía creer los cortos centímetros que los separaban.

— Me gusta como va quedando, ¿crees que podríamos agregar un poco más de profundidad por aquí? — Harry apuntó hacia la parte inferior del diseño con la mano que estaba en el hombro ajeno, provocando que sus rostros se juntaran aún más.

El tono de voz del hombre tan cerca de su oído casi hizo desmayar a Louis. Sintió su piel contra su mejilla y su aliento llegar a sus narices. Estaba fascinado.

Sin mencionar palabra, su mano comenzó a dibujar lo que el ojiverde le pedía.

— Sí, así está mucho mejor. Eres increíble. — y, sin previo aviso, Harry dejó un suave y sonoro beso sobre la mejilla de Louis.

De un movimiento rápido, volvió a ponerse derecho y se separó del tatuador, sentándose en la silla especializada donde se realizaban los diseños, subiéndose a la vez la manga izquierda de su camisa.

— Estoy listo, Lou. — avisó.

El ojiazul tragó saliva y se levantó lentamente, caminando en silencio hasta el baño más cercano, encerrándose.

Miró su rostro en el espejo sintiendo los latidos de su corazón a mil por hora y sus agitadas respiraciones. ¿Cómo iba a tocar la piel de Harry ahora? Sería imposible, no podría concentrarse.

Inhala. Exhala. Inhala. Exhala.

"Aquí vamos."

Harry estaba con la misma sonrisa desde que Louis desapareció. Le parecía insólito, ¿cómo podía estar tan tranquilo después de lo que hizo? Él solo quería morir de vergüenza.

Soltó un suspiro y agarró el papel especial de diseño, colocándolo en una mesita junto con todos los implementos necesarios cerca del rizado. Louis se colocó un par de guantes, su mascarilla y se sentó exactamente a un lado de Harry.

— ¿Dónde me has dicho que lo querías? — 

"Dentro."

— En la muñeca, justo aquí. —

"Tócame."

— ¿Aquí, dices? —

"Tócame, Harry, tócame."

— Sí, aquí. —

— Está bien. — Louis cerró sus ojos con algo de fuerza tratando de borrar tal tipo de pensamientos de su mente. Con algo de alcohol gel y algodón limpió la muñeca del ojiverde y colocó el papel que se adhería a su piel con tinta morada. Al retirarlo, miró directamente a los ojos de Harry. — ¿Te gusta como luce? —

Harry, por su parte, miró con una sonrisa que enseñaba sus dientes y marcaba sus hoyuelos el dibujo para, seguidamente, mirar a Louis. Todo le resultaba tan intenso y perfecto cuando se encontraba con su mirada. Por una parte le parecía todo muy rápido y loco, pero por otra, sus suspiros no podían cesar si veía la linda carita de su tatuador.

— Me encanta. Eres sensacional en esto. — las mejillas de Louis enrojecieron con facilidad.

— Entonces vamos a por ello. — la máquina comenzó a sonar y el ojiazul dejó salir el aire de sus pulmones. Louis comenzó a marcar su piel.

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Dedicado a @alexist91, la chiquilla que está siempre de las primeras leyendo y comentando todo.

Infinitos besos y abrazos.

💚💙