Vi-tí-li-go {Enfermos I}

ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ ɴᴜᴇᴠᴇ

El día 24 de diciembre para Iván fue muy agotador. Toda su familia vino a su casa para pasar las vacaciones por la zona, se quedarían en un hotel cercano a la calle donde Iván vivía con su madre y su padre.

Tuvo que saludar a muchos parientes, y, aunque a todos los quería, era imposible que no se cansara de ayudar a descargar las maletas del coche de cualquier invitado para dejarlas en la puerta del hotel en el que esperaban.

Quiso escabullirse varias veces se coger las maletas a los visitantes, pero cada vez que lo intentaba se encontraba con la mirada atenta de su madre, quien le reprendía solo con un movimiento de cabeza.

Todos los invitados llegaron por la mañana y se quedaron en la casa de Iván hasta por la noche, de forma que solo iban al hotel a dormir. La familia, tanto materna como paterna, de Iván comió junta el día 24, y por la tarde observaron a toda la calle emocionada por la colocación de las luces de Navidad. Los niños gritaban y se movían alrededor de la escalera sobre la que se sujetaba el hombre, haciendo que se desconcentrara y a menudo amenazara con caer sobre su barriga.

Vio a Eal salir de su casa, curioso ante los gritos de los pequeños niños arremolinados en la calle. Eal se veía muy mal. Tenía ojeras, estaba pálido y sus ojos carencias de la alegría que el siempre había reconocido en sus ojos.

Obviamente no lo dijo nada, ni para saludarle ni por intentar llevarse bien de nuevo con él, porque se había reunido con Clara para disfrutar del día 24, comiendo y hablando de los temas que les incumbían individualmente.

Para cuándo la cena llegó, Iván no pensó en nada más que en que ese día adabara y pudiera por fin descansar, aunque también pensó en Eal y como deseaba que descansará, durmiera y comiera, porque nunca o hacia ya.

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¡Hola!  Espero que os haya gustado el capítulo. El miércoles publicaré seguro, pero dependiendo de cómo lleve los exámenes estas dos semanas publicaré más o menos :)

Sin nada más que decir,
Navy.