dos | bring all the feelings back

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"¡Oh vamos tío, mas rápido!" Gritó Lance a su amigo grandote, Hunk, que estaba detrás de él empujando la silla giratoria en la que él estaba sentado. 

Hunk obedeció, aumentando la velocidad, sintiendo la adrenalina correr por su cuerpo. Él amaba ese sentimiento, quizás a eso se debía el porque siempre terminaba cediendo a las tonterías que Lance hacía.

"¡De eso estoy hablando!" Chilló el moreno cuando sintió el peso de Hunk empujar la silla, haciéndolo ir mas rápido. En ese momento habría deseado tener el cabello un poco mas largo, solo para sentirlo volar sobre su rostro y sentirse como en un vídeo musical; sí, a Lance le gustaba dramatizar todo.

Pidge corría detrás de ellos con un celular en mano, documentando todo para futuros análisis. Ella podría muy continuamente pensar que sus dos amigos eran unos idiotas, y quizás de hecho, habérselos dicho también, pero aún así ella amaba ser una idiota con ellos. "¡Hunk, Dios, recuerda que tengo piernas cortas!" A ella comenzaba a complicarsele seguirles el paso.

El timbre sonó, lo que indicaba el inicio de la primera hora, lo que hizo a Pidge pegar un salto. 

"Rayos, estamos bastante lejos de nuestro salón de clases. Ahora el profesor Rosas nos hará papilla". Ella parecía verdaderamente preocupada, mientras que Lance y Hunk solo compartieron la misma sonrisa traviesa.

Por algo ellos eran mejores amigos. No podían evitarlo, la idiotez era contagiosa.

Pidge miró a ambos, intentando captar que estaba ocurriendo en sus pequeños cerebros.

"¿Estás pensando en lo mismo que yo, no es así?" Preguntó Lance a lo que Hunk asintió con una sonrisa de lado.

"Oh sí".

Lance entonces tomó a Pidge y la sentó a su lado, agradeciendo lo delgado que ambos eran para caber ahí, y Hunk empujó a ambos a una velocidad y fuerza que debería ser reconocida con un premio. Pidge soltó un gritó y Lance cerró los ojos para disfrutar el viaje. 

Sí, pasear por los pasillos de la escuela en una silla giratoria no era lo mas recomendable por hacer, agregándole el hecho de que había bastantes alumnos que intentaban llegar a sus clases en el camino, pero Hunk era un experto en el arte de esquivar, chocando solo con algunos pocos. 

Impresionantemente, llegaron al salón de clases en tiempo récord, y el profesor todavía no estaba ahí, lo que hizo que Lance y Hunk chocaran las manos dando gritos de victoria. Pidge habría participado, si pudiese sentir sus piernas. Ella acababa de descubrir que odiaba la velocidad.

"Viejo, eso estuvo de lujo, admitan que fue una buena idea". Dijo Lance mientras se sentaba en su lugar junto a sus dos amigos. 

"No sé si lo describiría como una buena idea, pero hizo que llegáramos así que-" Respondió Pidge revisando su celular. "Lo tengo todo documentado, incluido el momento en el que Lance se cayó".

"¡Déjame ver eso de nuevo!" Hunk arrebató el celular de Pidge de sus manos y en cuestión de segundos, volvió a estallar en carcajadas, acompañado de Pidge. Lance se limitó a fulminarlos con la mirada.

"Bien, rían todo lo que quieran, pero nadie cae con tanto estilo como yo".

Y en ese momento, el profesor entró, lo que hizo que la clase guardara silencio, para después estallar en murmureos, ya que el profesor entró acompañado.

Un joven de estatura promedio y ropa oscura entró detrás del maestro; Lance lo habría reconocido donde sea, quizás se debía a su cabello largo y el aura emo que emergía, o quizás era porque Lance lo había intentado superar en vano por tanto tiempo que quizás había desarrollado una obsesión con ese chico, jurando su odio hacia él. Pero después de que Keith había sido transferido hacia dos años, Lance había creído jamás volverlo a ver. 

Entonces ¿qué hacía él aquí, de nuevo? Lance se encontraba boca abierto. Y confundido. ¿Tenerlo de vuelta significaba que entonces volvería a odiarlo? ¿Volverían a estar en aquello guerrilla de hacia años? ¿Tendría nuevamente un rival? Oh, ¿siquiera Keith recordaría a Lance? 

Lance podía sentir la mirada de Hunk sobre él, pero Lance no podía despegar sus ojos de el frente. Keith lucía como.... Keith. Pero cambiado. Mas alto, menos delgado, mas maduro, mas... oscuro. 

"Bien, chicos, este es Keith, por favor sean amables con él". Anunció el profesor con cierto desinterés y Keith no podría estar mas agradecido por ello, él habría odiado tener que presentarse y ser el centro de atención. Aún mas, quiero decir. Él estaba consciente que una vez mas, era el chico nuevo, objeto de miradas. ¿Porque no podía pasar por un chico normal? Casi podía escuchar a Shiro advirtiendole "Keith, no tengo nada en contra de tu ropa, pero... ¿todo negro?" Bueno, no era la culpa de Keith si le gustara ese color en su ropa. Pero justo ahora, parado frente a todos, deseaba portar el uniforme de la escuela como todos los demás. "Toma asiento, por favor".

Keith obedeció, sentándose lo mas alejado posible de todos los demás. Agradecía que el asiento de la esquina estuviese libre. Lance lo observó de manera no discretamente todo el camino, aún sorprendido. 

"No puedo creerlo" Susurró Hunk en el oído de Lance "Él está de vuelta".

"¿Tú sabes quién es?" Le preguntó Pidge al grandote, mirando sobre su hombro al asiento de Keith en un intento de no llamar la atención. Hunk asintió, recordando que justo el año que a Pidge la adeltaron de grados fue cuando Keith se fue.

"Él solía asistir a Garrison hace unos años, y tuvo algunos problemas con Iverson y un par de otros profesores, terminó cambiándose".

"¿Cómo es que siquiera lo aceptaron de nuevo?" Preguntó Lance, él no era muy bueno con los susurros, lo que hizo que se ganara una mirada de muerte de parte del profesor Rosas. 

"¿Algo que comentar en general a la clase, Lance? Parecer muy interesado en el nuevo estudiante". Lance habría preferido que la tierra lo tragase antes que ser victima de los humillamientos que el señor Rosas amaba hacer, en cambio, negó torpemente con la cabeza y se encogió en su lugar.

Había pasado mucho tiempo intentando ser mejor que Keith, y aunque Lance creía que jamás volvería a verlo, en su cabeza, a veces el pensamiento de encontrarlo accidentalmente ya se había filtrado dentro, y siempre se había prometido que le demostraría que él de hecho era mejor ahora. Pero ahora acababa de arruinar aquello. Podía sentir la vergüenza subir por todo su cuerpo, esperando que Keith de hecho lo hubiese olvidado.

Pero Keith tenía una buena memoria, y aunque pequeñeces como las que había competido con Lance hacía años no fuese tan importantes para él, recordó entonces a Lance. Keith frunció el ceño, notando que Lance y Hunk aún eran muy buenos amigos. Él había sentido celos muchas veces, añorando por una amistad así. Ambos lucían mas grandes. No podía verlos muy bien ya que estaban dándole la espalda, pero podía ver que a Lance las piernas le llegaban bastante lejos, lo que suponía que había crecido bastante. Y Hunk, siempre había sido grande, pero ahora lucía como todo un muchachote. También se fijo en la niña que estaba con ellos, que a juzgar por su aspecto, parecía que tenía doce años. Eso hizo que Keith frunciera mas el ceño, no entendía que hacia allí y no la reconocía de antes. Pero su figura le recordaba a alguien... 

Keith no se dio cuenta que una vez más, se había perdido en un trance, del cual solo fue sacado cuando Lance se volteó a verlo, cruzando sus miradas por unos pequeños segundos. Ambos se sintieron incómodos después de eso.

Is it hate or love? | KLANCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora