"Oye, Kogane" Keith estaba haciendo fila esperando por su turno en la cafetería cuando Shiro se acercó a él, sonriente como siempre y rebosando esa confianza digna de él.
"No te prestaré dinero" Respondió el pelinegro secamente, aunque estaba bromeando. Lo haría si el otro se lo pidiese.
"Tacaño, pero no necesito nada de ti. Quería saber si hoy te sentarás con nosotros o-..." Y entonces fue interrumpido por la pequeña Pidge que se metía agilmente en la fila, llevándose un par de miradas irritadas de estudiantes hambrientos.
"¡Hola, hola!" Saludó ella enérgicamente mientras miraba de manera burlona a todos los chicos que esperaban detrás. No le importaba hacer trampa si de conseguir comida se trataba.
"¿Acabas de utilizarme para meterte en la fila?" Preguntó Keith.
"Eso acabo de hacer, sip" Respondió ella con una sonrisa. "Hola Shiro, ¿qué hay?"
A Pidge le agradaba Shiro, sí, pero ella odiaba hablar con él porque tenía que mirar hacia arriba. No era justo que él fuese como un metro mas alto que ella.
"¿Qué tal Pidge, pateando muchos traseros últimamente?"
"Bueno, tú sabes. Solo algunos. He estado un poco ocupada últimamente".
"Lo entiendo, ser de penúltimo año es mucha responsabilidad, eh". Shiro creía que su último año sería el mas pesado y difícil de todos, pero no. Los maestros les daban tanta libertad que a veces sentía que podía hacer lo que él quisiera. Sin duda el penúltimo año le había resultado el más complicado y agotador.
"Un poco, sí".
"Apuesto a que sabes como manejar el asunto". Si había algo que Shiro admiraba de aquella niña era su madurez; ella podía ser infantil y tener el espíritu de una chiquilla, sí, pero Shiro, como amigo de Matt desde hacia muchos años, sabía que de ellos dos, Pidge era la mas capaz de resolver problemas por si sola.
"Lambiscón". Comentó Keith en tono burlón.
"Oye, ¿soy amable, si? No te vendría mal serlo de vez en cuando".
"Uh, no gracias".
"Gruñón. Da igual, ustedes dos, comprense algo nutritivo por el amor de Dios. Keith, te he visto comprar comida basura todos los días, te tengo vigilado, eh". El mayor miró severamente a ambos, parecía todo un padre protector.
"Sí señor" Dijo Pidge como un soldado.
"Te escuchas como un anciano".
"Keith, pequeño bebé recién salido del vientre, a veces hay que sacar ventaja de ser un año mayor que tú" Shiro, de hecho, siempre estaba recordándoselo. Era de cierta manera, agradable hacerlo, o así le parecía a él. "Me retiro, pequeñas criaturas. No se metan en problemas".
"Adiós, abuelo" Comentó Pidge divertida.
El mayor junto dos de sus dedos y los agito en el aire señalando a los dos jóvenes frente a él, a modo de advertencia.
"Me compraré una dona grasienta y una coca cola con muchas calorías, ¿tú?" Dijo Pidge cuando Shiro estuvo fuera de su rango de visión, con una diminuta sonrisa traviesa adornando su rostro.
"¿Qué tal unas galletas de chocolate y unas papitas con mucho picante?" A Keith se le hacía cada vez mas sencillo conversar con Pidge e incluso, seguirle la corriente a sus bromas. Ella le transmitía confianza, algo que no siempre sucedía.
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Is it hate or love? | KLANCE
Fanfiction"-Ódiame o ámame, ambas están a mi favor. Si me amas, siempre estaré en tu corazón. Si me odias, siempre estaré en tu mente. -William Shakespea...