veintisesis | scared of being love

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Luego de otra media semana tortuosa y pesada para Keith, se descubrió asi mismo aceptando que su día favorito del día, no era por las mañanas sentado comiendo el desayuno junto con Shiro y su familia, ni tampoco era en clase de artes, cuando podía dibujar mas libremente, ni el momento en el que hacia sus tareas con música de fondo, no, era mas simple.

Era la hora del almuerzo. Se sentía parte de algo, algo que había descubierto por mera casualidad y que no se sentía capaz de aceptar del todo, pero que lo recibía agradablemente. No solo ya no sentía un enojo constante hacia Lance, sino que comenzaba a referirse a aquellos tres chicos en su cabeza como "amigos". Quizá Keith aun lo negase cuando Shiro intentaba molestarlo, pero era simplemente por orgullo. Orgullo y miedo, va.

Le daba miedo aceptar a aquellas personas en su corazón, siempre había sido así. ¿Qué si de pronto simplemente lo dejaban, si ya no eran mas agradables con él y decidían que su proyecto de caridad con el chico nuevo había terminado? Parecían ideas loquisimas, pero a Keith aun le atemorizaban.

Pero cuando se encontraba sentado ahí, al lado de Pidge y frente a Lance, que estaba al lado de Hunk, y hablaban de cosas que no eran inteligentes ni importantes, como por ejemplo anécdotas divertidas de sus vidas, o sueños raros y graciosos que habían tenido por las noches, o fetiches inusuales de cada uno, Keith se sentía bien, feliz, contento. Él incluso sonreía, una sonrisa sincera. Justo como en ese preciso momento.

Lance y Hunk estaban sumergidos en una conversación de poca relevancia para Keith, ya que él estaba prestando atención a Pidge, la cual estaba teniendo una partida muy intensa de alguna app que Keith desconocía. Pidge siempre estaba descargando nuevos juegos, tenía la costumbre de aburrirse muy rápido o terminarlos en un siantamen.

"Oye Hunk" Llamó una chica en ese instante, llevándose la atención de los cuatro chicos sentados en aquella mesa. Tenía el cabello corto y castaño, y Keith la recordaba de sus clases, pero no sabía su nombre ni nada acerca de ella. "Gracias por tus apuntes, me salvaste de nuevo" Agregó ella, tendiendo un cuaderno hacia Hunk, el cual lucía embobado con solo mirar a la chica detrás suyo.

"De-de nada" Respondió Hunk, un poco de tartamudeo entre sus palabras, Lance y Pidge intercambiaron una mirada de malicia. Keith frunció el ceño, toda la escena le parecía rara.

La chica asintió con una sonrisa decorando su rostro y se alejó tímidamente, echando una que otra mirada hacia atrás para volver a despedirse de Hunk con su mano. El grandote parecía haber caído en un hechizo también.

"De nada" Dijo Lance en un tono burlón, imitando de una manera exagerada a Hunk, voz melosa y sus pestañas aleteandose dramáticamente.

"Cállate" Soltó Hunk con severidad, pero el sonrojo en sus mejillas no lo podían tomar en serio.

"Dios, ustedes se gustan tanto" Dijo Pidge como si aquello le causara náuseas, pero la chica estaba sonriendo.

"Somos amigos solamente".

"¡Ja! Amigos, claro. Ni quién les crea" Dijo Lance con una ceja elevada y una sonrisa de lado, Hunk solo rodó los ojos y se volvió a su comida.

"Mira, no entiendo porque lo esquivas. Le gustas, te gusta, ¡es tan fácil como sumar dos más dos! ¿Porqué lo sigues negando?" Soltó Pidge, un suspiro al final para agregarle dramatización.

"Es... complicado ¿si?" Hunk se encogió en su lugar, rojo a más no poder.

Pidge y Lance intercambiaron miradas enternecidas, siempre había sido fascinante ver como Hunk era todo un chico tímido ante sus amoríos. No es que hubiese tendido tantos, pero aún así.

Is it hate or love? | KLANCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora