38 | that wekeend pt. 2

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Lance seguía saltando sus canciones desde su celular una y otra vez, aburrido y con sus audífonos puestos, mirando a la oscuridad y abrazando sus piernas. Hacia frío, por lo que se había puesto un par extra de calcetines sobre los que ya tenía. Por alguna razón, sus pies siempre sufrían el doble de frío que todo su cuerpo. 

El moreno distinguió una sombra moviéndose entre la oscuridad, y, con la luz de la pantalla de su celular apuntó hacia donde él creía haber visto algo. Keith se había reincorporado del suelo  y estaba tallando sus ojos, arrugando un poco el rostro debido a la luz directa que Lance estaba poniendo sobre su cara.

"¿Qué haces?" Preguntó el pelinegro, en un susurro y con la voz adormilada, lo que tuvo a Lance muy nervioso.

"Uh... escucho música" Respondió el moreno, siguiéndole el juego de los susurros, con cuidado de no molestar a Pidge y a Hunk, que dormían plácidamente.

"Deberías dormir". 

"No puedo".

"Solo inténtalo" Dijo Keith una última vez, para volver dejar caer su cabeza sobre su almohada en el suelo y sumergirse entre sus cobijas. 

Lance lo observó un ratito más, de nuevo, porque eso es lo que había hecho desde que todos se habían dormido. Keith era silencioso incluso para dormir, acurrucado y estático en una sola posición, su respiración tan sigilosa como la de un gatito y su cabello desparramado por todas partes. Lance podría comenzar a desarrollar una obsesión por verlo dormir.

Luego de unos 7 minutos más, Lance vio que Keith volvió a moverse, girando su cuerpo para el otro lado.

"¿Keith?" Lo llamó el moreno, con la esperanza de que se acabase de despertar de nuevo. Pero nada. Silencio total.

Lance se levantó del suelo y salió de la habitación, usando la lámpara del celular para observar el lugar. Si de por si la idea de una casa desconocida ya le asustaba, saber que estaban en medio de un lugar rodeado de arboles lo ponía aún más asustado. Caminó por el pasillo y cuando sintió que un demonio estaba apunto de tomarlo por su tobillo, corrió hasta el interruptor y prendió las luces de la cocina y la sala. Lo único que aún lo tenía con temor, eran las grandes ventanas de cristal que dejaban ver hacia fuera. Por la tarde, le habían parecido bonitas, con todo el paisaje y la luz dejándose ver, pero ahora tenía ganas de correr unas cortinas oscuras por ellas.

El moreno abrió el refrigerador y tomó la jarra con jugo de naranja que más temprano, Pidge había hecho. Él aún no se explicaba como, pero a la niña le había quedado muy buena, y no había intoxicado a nadie. Al menos, no aún. Lance tomó un vaso y sirvió jugo en el; volvió a guardar el jugo y cuando hubo cerrado el refrigerador y tomado su vaso, se volteó para ir a la sala. 

"¡Mierda!" Gritó el moreno, demasiado fuerte y dejando caer el vaso en el suelo. Keith se soltó riendo, intentando cubrir sus carcajadas con una mano sobre su boca. Lance también se le unió riendo, después de que el susto más grande de su vida hubiera pasado. "¡Keith, no puedes ser así de silencioso siempre!".

"No pretendía asustarte... al menos no tanto" Respondió, con una sonrisa a consecuencia de lo que había reído. 

"¡Me hiciste tirar todo mi jugo!" Lance hizo un puchero, moviendo sus manos a todas direcciones alrededor del líquido derramado sobre el suelo.

"No es mi culpa que seas un llorón, te asustas por nada".

"Claro, porque esta cabaña del mal no es lo suficiente tenebrosa por si sola". Dijo el moreno, mientras se agachaba en cuclillas para tomar el vaso. "¿Podrías conseguirme un trapeador, o algo para limpiar esto?" Lance miró hacia arriba, aleteando sus pestañas con dulzura, pero obteniendo a un Keith con los ojos entrecerrados. "¿Por favor? Tendrás una recompensa de mi parte".

Is it hate or love? | KLANCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora