dieciséis | an ace up the sleeve.

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El lunes siguiente Keith, por primera vez en sus cuatro semanas que lleva de vuelta, ha llegado tarde a clases. Muy raro, pero Shiro se ha quedado dormido y aunque el pelinegro no lo vaya a admitir, necesita que éste lo despierte. Así que ambos chicos perdieron ante el sueño, y no fue hasta que Marina les llamó que estos dos se levantaron con pánico en sus rostros. Incluso con sus inútiles esfuerzos por vestirse deprisa y no desayunar, ellos llegaron tarde.

"¿A que se debe la tardancia, joven Kogane?" Le pregunta el maestro Rosas a Ketih cuando este hace su aparición en la puerta, puede sentir los ojos de sus compañeros sobre él y eso lo hace querer desaparecer, usar alguna capa de invisibilidad o tele transportarse hasta de vuelta a su cama.

"Uh, me quedé dormido" Un par de risitas se escuchan y el profesor lo mira con odio mientras que Keith no se percata de que su respuesta no ha sido la mas conveniente: él no puede verle lo malo a decir la verdad. "¿Puedo entrar?". 

"Tome asiento y por favor intente no interrumpir la clase una vez más" Respondió el profesor de mala gana mientras fulminaba con su mirada al pelinegro, que sin percatarse de aquello, entró y se dirigió hasta su lugar un poco aún adormilado. 

Saca sus cosas apresurado y cuando voltea al frente ve que Pidge lo mira divertida y ésta le sonríe amigablemente. Le devuelve la sonrisa y después se dedica a prestar atención antes de que el maestro lo fusile ahí mismo.

*

"¿No vas a matarme si lo invito, verdad?" Lance preferiría que Pidge no lo hiciera, pero aún así se encoge de hombros restandole importancia. Al chico deberían darle un premio por su esfuerzo. 

"Si no piensa ser una interferencia entre mi comida y yo, haz lo que quieras". La pequeña le sonríe al mismo tiempo que Hunk lo mira con sorpresa.

"¡Keith!" Grita Pidge, no tan fuerte como para llamar la atención de toda la cafetería, pero si lo suficiente como para que el pelinegro volteé a verla con el ceño fruncido.

Él esta a medio camino de la mesa de Shiro, que es su especie de refugio. Está ansioso por preguntarle a Shiro que tan mal le fue por haber llegado tarde, pero ahora Pidge lo está llamando. Keith vacila desde su lugar pero como siempre sucede, termina cediendo. 

"¿No quieres sentarte con nosotros?" Le pregunta Pidge cuando llega hasta la mesa de estos tres. Keith voltea hacia atrás, hasta donde está su mesa regular y luego vuelve la mirada al frente; los tres frente a él captan el momento de indecisión del muchacho y Lance es el que abre su bocota.

"Si quieres irte, deberías hacerlo" Dice el moreno de manera hostil. Hunk hace tronar su lengua y Pidge lo firma con los ojos entrecerrados, pero el comentario de Lance solo hace que Keith se sienta con ganas de sentarse con ellos, divertido y con una sonrisa desafiante.

"Apuesto que eso es lo que querrías". Le dice Keith mientras pasa sus piernas sobre la banca y deja su almuerzo en la mesa. Lance lo ve con la boca abierta. 

"No me importa nada de lo que hagas" Responde el moreno al final mientras se encoge de hombros, como si de verdad no le importara. Pero por dentro quiere tirar las cosas de Keith a la basura.

"Así que..." Dice Pidge con una risa nerviosa en un intento de evitar una pelea. "¿Te quedaste dormido hoy?"

"Uh, sí. Mi.... alarma no sonó" Keith vacila con sus palabras, él en realidad no tiene una alarma. Pero el en serio no admitirá que es Shiro quien lo despierta. Claro que no. "Además ayer trabajé hasta las doce".

"Hombre, ¿no es muy dificil trabajar tanto y venir a clases?" Le pregunta Hunk mientras se lleva una cucharada de su comida a la boca.

"No en realidad, me gusta estar ocupado" Keith no se quejaría si tuviese mas tiempo para dormir, claro, pero él no miente cuando dice que le gusta estar ocupado. Después de todo, sus pensamientos y él no son buenos amigos. 

Is it hate or love? | KLANCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora