EL AZOTE DE DIOS
Capítulo 24: Batalla aérea en Minas Ithil
Pareciera que el tiempo se hubiese detenido, solo el suave movimiento de las alas de las diversas monturas fantásticas en el firmamento, manifestaba que el transcurrir del tiempo no había sufrido alteración alguna.
Los hombres en las extrañas almenas diagonales y puntiagudas de Minas Ithil, podían oír el batir de las alas de las irreales monturas, puesto que todos aguantaron la respiración al ver como las sombras aladas al servicio de su señor Faramir, se situaban al frente y a respetable distancia de las monturas de las chicas gato.
Los segundos transcurrían tensos y al final, el sonido del suave batir de alas fue cortado por el rugido de grandes felinos que tenían rayas a los costados y que por más increíble que parezca no necesitaban alas para volar.
―¡Es el rugido de la muerte! ―gritaron los hombres en las almenas, que nunca antes habían escuchado el salvaje y furioso rugir del tigre.
―¡Adelante, por minas Ithil y lady Éowyn! ―gritó Faramir con todas sus fuerzas, con lo que la batalla aérea comenzó con toda su brutalidad sobre el fondo de color naranja del atardecer.
Las sombras aladas cargaron a toda velocidad contra las bestias voladoras de las chicas gato, haciendo que rompieran su formación y se dispersasen por todo lo alto del campo aéreo de batalla.
―¡Aprovechemos ahora que están separados! ―gritó Faramir con fuerza y sus hombres guiaron a sus monturas a enfrentarse al enemigo alado.
―¡Maldición, rompieron la formación! ―gritó enojada Chaika―. ¡Ahora no hay más opción que combatir en modo "cara de perro"!
―Nunca pensé que los humanos tenían esas monturas aladas ―dijo Amane, mientras que sin querer, se agachaba al ver como uno de las monturas casi se estrella contra un costado del barco y muy cerca de ella.
―Las monturas de los humanos se parecen a wyverns negros, pero con un cráneo más redondo ―señalo Mamoru, quien había sacado su arco compuesto con la intención de darle a una de las sombras aladas, puesto que era uno de los mejores arqueros del Imperio Famnya.
»¡Demonios, no puedo darle a esas cosas con el globo que tenemos sobre nosotros! ―se quejó el chico gato.
―Que nadie trate de disparar a esas cosas o corremos el riesgo de darle a nuestros propios escuadrones ―ordenó Chaika, al ver que varias chicas gato empezaban a tensar sus arcos compuestos o a preparar las ballestas de repetición gigantes.
En el dirigible gigante del General Ryu, este observaba la batalla aérea con gesto ceñudo y apretando los dientes.
―¿Qué podemos hacer, señor? ―le preguntó nervioso uno de los soldados.
―No podemos hacer nada, nuestros escuadrones están muy comprometidos en la batalla con el enemigo como para ayudarles. Solo nos queda esperar hasta que nuestra superioridad numérica en el aire mengüe sus fuerzas poco a poco ―dijo Ryu, y a continuación cruzó sus musculosos brazos al mismo tiempo que inspiró con fuerza, dándole un aspecto intimidante.
La superioridad aérea del enemigo era clara y de todas las bestias voladoras de las chicas gato, eran los dragones pequeños de coloración verduzca, los que más peligro representaban, debido a que al igual que los extintos y enormes dragones de la tierra media, estos también podían arrojar un mortal fuego por sus fauces.
―¡Faramir, guía a tus monturas junto a las velas extrañas del enemigo, así los dragones no podrán atacar con su aliento de fuego! ―gritó Gandalf con una voz tan poderosa que no podía ser natural.
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El azote de Dios (completa)
ActionLa guerra es el altar de los sacrificios, un infierno donde las únicas flores que florecen son los deseos de matar a tu enemigo. Legolas, Aragorn, Gimli, lucharán de nuevo ante un enemigo venido del lejano este y que quiere arrasar la Tierra Media...