22. Placer.

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Chrystalle

Después de que Jack se fuera, quedé aturdida. Noté cierto peso en mi pecho, quería que volviera. Quería que él me dijera que me quería, que no sé iría y que me besara otra vez. Pero no lo hizo.

—¡Chrystalle! -chilló Alysha, sacándome de mi Laguna mental-. ¿Qué vestido quieres? ¿Negro o rojo?

—Negro. No quiero llamar mucho la atención -respondí, sin darle mucha importancia.

—Rojo será -respondió Alysha, guiñándome un ojo, a lo que yo puse mis ojos en blanco.

Y sí, me encontraba en una situación bastante patética. Iba a ir a una fiesta con mi amiga para distraerme de pensar en Jack. Y es que, en realidad esa es la única razón por la que voy a la fiesta, ya que yo no solía salir a ninguna. Pero tengo que distraerme, mi mente no puede estar ocupada todo el tiempo en Jack.

Alysha llevaba un vestido blanco que hacía resaltar su dorada y aterciopelada piel. Y yo llevaba un vestido rojo que hacía un contraste bastante lindo con mis ojos grises.

Alysha procedió a maquillarme, y yo la maquillé a ella. En realidad, ella era muy bonita sin maquillaje, así que se veía despampanante.

Me miré en el espejo, y sonreí para mis adentros. Mis pestañas se veían espesas y largas, mis mejillas rosadas y sedosas y mis labios rojos se veían impactantes.

—Bueno, ahora le llamaré a Theo para que nos lleve a la fiesta -dijo Alysha, saliendo de la habitación.

—¿Dónde está Theo? —pregunté, intrigada.

Ayer no llegó a dormir.

—Está en el supermercado. Ya debe haber terminado las compras.

Dicho esto, Alysha le llamó. Theo dijo que llegaría en treinta minutos.

—¿Cómo vas con mi hermano? —pregunté, interesada por saber qué tal iba su relación.

—Bastante bien —respondió, sonriendo—. Nos queremos mucho, Chrys. Creo que encontré al indicado.

Sonreí. De verdad me alegraba que estuvieran juntos y que su relación fluyera bien.

—¿Qué tal vas con Jack? —preguntó, arqueando una ceja y mostrando una pícara sonrisa.

—Es... complicado. A veces bien, a veces mal. A veces lo veo todos los días, otras veces desaparece hasta por una semana —declaré, con un atisbo de tristeza—.

Alysha abrió la boca para comentar algo, pero sonó el timbre de la casa.

Bajamos corriendo para abrir la puerta, y ahí se encontraba Theo recargado en el umbral de la puerta, sonriéndonos. Depositó un casto beso en los labios de Alysha y a mí me dio uno en la frente.

—Vamos, pues —dictó Theo.

Ya en el auto, comenzamos a platicar de cosas irrelevantes, al menos para mí. Todo lo que cabía en mi cabeza en estos momentos era Jack.

Entonces, comenzó una llovizna bastante agradable. Theo conducía por un lugar extraño, que parecía valdío. Habían árboles al rededor y unas dos o tres casas separadas entre ellas. Era un lugar extraño y lúgubre, contando que había neblina muy espesa.

—Oh, joder —exclamó Theo.

Lo miré alarmada.

—¿Qué pasa? —interpeló Alysha.

—Una llanta ha sido perforada —contestó Theo, suspirando con decepción—. Tendré que salir a comprar una.

—Yo te acompaño —replicó Alysha.

—No.

—Pero —intervine—, ¿Dónde conseguirás la llanta?

Theo se quedó pensando unos segundos.

—Creo que estamos cerca del bosque Sprayberry Lane. Una vez hice un campamento aquí, y hay una tienda 24 horas en la entrada del bosque, que está como a 15 minutos a pie.

—Bien. Yo iré contigo —declaró Alysha.

—Ally... —comenzó a decir Theo.

—No protestes, Theo. Es peligroso ir solo por un bosque.

—Pues sí, Alysha. Pero no quiero exponer a ninguna de las dos a un peligro...

—Está bien —interrumpí a Theo—, deja que vaya contigo. Yo estaré bien aquí. Sólo no olviden colocar el seguro de la puerta para que nadie la abra.

Theo me miró, inseguro. Alysha sonrió y me dio un beso en la mejilla, para después salir del auto. Theo volvió a verme, dudoso.

—Por favor, no salgas de aquí, Chrystalle. Por favor —ordenó Theo, muy preocupado.

Y no, no tenía planeado salir de aquí. Así que es fácil obedecerlo.

—Claro que no, Theo. Los espero aquí —dije, sonriendo forzadamente—. No tarden.

Entonces los vi tomados de la mano, alejarse entre la espesa neblina.

Saqué mi celular y comencé a ver Instagram. En eso, recibí un mensaje nuevo en WhatsApp. Lo abrí, era de Jack.

"No estás en tu casa."

Reí al leerlo. No le había avisado que iría a una fiesta. Y si se lo decía, probablemente mandaría a uno de sus estúpidos asesinos para asustarme.

"No, salí con Theo."

Lo leyó inmediatamente y respondió segundos después.

"Oh. ¿A dónde?"

"A tomar un helado."

"¿A las 11 pm?"

Me puse un poco nerviosa, no sabía qué decirle.

"Eh, bueno, sí. Tenía ganas de algo dulce"

"Ok."

Puse los ojos en blanco. Jack se había enojado. Otra vez. Guardé mi celular, pues no iba a contestarle ya.

Entonces, escuché un grito que me erizó la piel.

—¡Ayuda! —escuché, a lo lejos, un grito desgarrador.

Dentro del auto, observaba atenta hacia todos lados para divisar a quien quiera que haya pedido ayuda. Pero no veía a nadie.

—¡Suéltame! —volví a escuchar, seguido de un grito.

Activity X |Laughing Jack|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora