Activity X |Laughing Jack|

5. Sólo un seductor.

Chrystalle.

Theo descansaba sobre la cama de su habitación. El gris reinaba. Una pequeña televisión en la repisa, y a la izquierda y derecha de ésta, más repisas con muchos más libros. A la derecha de su cama, en la mesita de noche, se encontraba un despertador, su negro celular y una libreta carmesí.
Él siempre ha sido formal. Es su estilo de vida. El gris, representa su vida, mas no su corazón o su ser. Es sencillo, pero increíble. Sin rodeos, directo. Pero, con cuidado de no herir a nadie psicológica y físicamente. Él no se ve metido en embrollos. Los únicos son por mi culpa. No sé qué sería de mí sin él. Más que nada, es mi hermano. Es mi padre, es mi mejor amigo y es tan comprensivo como una madre. Él llena un hueco de mi corazón.
Una ráfaga de viento recorrió mi espalda. Podía sentirme observada. Miré hacia atrás, por la ventana. Claramente, son ilusiones mías.
Observé a Theo atentamente, por si hubiese una chispa de movimiento. Nada.
Mi celular empezó a vibrar, dentro de el bolsillo derecho de mi sudadera negra.
Lo saqué, y observé el nombre "Alysha" en la pantalla. A los pocos segundos, respondía la llamada.
-Dime -respondí, con demasiada frialdad, aunque no fuese mi intención, estaba así por mi hermano-.
-Uh -respondió, decepcionada-. ¿Te encuentras bien? Quería que vinieras a mi casa a tomar algo. Pero tal vez lo podríamos dejar para otro día.
-No, estoy bien. Disculpa por eso, Theo está mal -reflexioné-. A qué hora?
-Oh -respondió, disimulando su preocupación-. A las 7:00 p.m. ¿Qué le ha pasado?
-Se ha caído de las escaleras. No es tan grave, sólo tuvo una pequeña herida en la cabeza que he tratado de curar ya, creo que ha estado tomando efecto.
-¡Vaya! Al menos no ha pasado algo más grave -carraspeó-. Espero que se encuentre bien. ¿Quieres que vaya para allá y te ayude a cuidarlo? Para ir después a mi casa.
-Eh... ¿Qué hora es? -pregunté con recelo-.
-Las 5:00 p.m. -y antes de que pudiera decir algo, ella respondió-, voy para allá.
Y colgó.
Lo oí. Claro que lo oí. Pero se escuchaban crujidos de parte de la otra línea. Aunque, observé la pantalla y ahí aparecía que la llamada no había terminado. Crujidos y susurros. Se escuchó un muy grave susurro, que apenas entendí que decía "Voy por ti".
Un escalofrío pasó por mi cuerpo. Tragué saliva pesadamente. Sentí cómo mis dedos temblaban al agarrar mi celular. Colgué y dejé mi celular en la mesita de noche de Theo. Le dediqué una cálida mirada a Theo. Salí rápidamente de la habitación. Necesitaba calmarme. Salí de
mi casa de blancas paredes, caminando y pasando cada calle rápidamente. Las luces de las casas estaban apagadas. Los faros de luz de cada calle parpadeaban. Cada vez más rápido. Escuché unas pisadas. Volteé rápidamente, con los ojos muy abiertos. No se encontraba nadie. Seguía caminando apresuradamente. Escuché unas pisadas más cerca de mí. Apresuré el paso y comencé a hiperventilar. Volteé rápidamente hacia atrás. Había alguien. Una figura que no alcancé a distinguir. Con una estatura impresionante. Unos brazos muy largos, que colgaban por debajo de sus rodillas. Su ropa con rayas negras y blancas. Su paso no era apresurado. Daba pasos con sosiego, pero aun así, eran rápidos, sigilosos. Corrí. No volví a voltear hacia atrás. Corría sin parar por muchas calles. Hasta que ya no escuché más pisadas. Paré en una esquina a recuperar el aire, me encontraba cansada, muy cansada. Me recargué en mis piernas. Volteé hacia atrás y ya no había nadie. La calle se encontraba desierta. Doblé a la derecha para seguir caminando. De la nada, paré, unas manos gélidas y blancas como la nieve taparon mi boca, junto con una toalla negra pequeña. Traté de gritar y zafarme del agarre, pero únicamente logré que apretara más mi boca. Me dolía. Mis párpados se cerraban poco a poco, los quería abrir más, pero no podía. Me sentía sin la capacidad. Mis pasos se volvieron lentos. Mis piernas me pesaban. Lo último que escuché fue cómo una gélida y penetrante voz por un ser con sangre fría canturreaba con malicia las siguientes palabras: "Dulces y dolor, sólo un seductor".