4. Frenesí.

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Laughing Jack

No sabía de su ingenuidad. Ni de su indiferencia por esta misma. Y qué hay de su inocencia... Una palabra cuatrisílaba que comienza por ''i-'', y que, por ''desgracia'' se acabará pronto para ella. He aquí una gata encerrada.

Pronto he de tenerla entre mis garras, suplicando salir de ellas, ahí es cuando estará bajo mi dominio. Ahí es cuando puede que se detenga por un infinito diminuto su propia culminación. Tendrá que estar agradecida de ser la presa. Una presa fácil de roer.

En un abrir y cerrar de ojos estará en mi escena principal...  En algo que pronto advertirá, o simplemente ya lo hizo. Un pasatiempo mío.

Asesinar con frenesí.

Ver cómo se ahogan con su propia sangre, qué figuras podría hacer con las entrañas de cada ser humano... Por supuesto, cada una tiene que ser diferente. Dependerá la figura,  la textura de éstas, o de su ancho o largo, su daño y claramente el colorido de éstas. Admiro observar los últimos látidos del corazón de mi víctima. Me llaman a una lucha eterna. Piden a gritos ser extraídos cada uno de los órganos de la víctima... Piden ser modificados, decorados... Con diversas formas divertidas y extrovertidas. Claramente, el tipo de sangre no se queda atrás. Los seres humanos con tipo de sangre A, no son tan divertidos. No les gusta mi diversión. Son tranquilos, serios, tienen un carácter firme. Por lo que, es obvio que les tengo que dar una dósis de diversión y adrenalina mayor que a los de tipo B, aunque, la curiosidad mató al gato... En cambio a los de tipo AB son distantes, y tienden a tener la cabeza en el corazón. Varias veces tuve que calmar sus cursilerías y bazofias acerca de la vida. Toman demasiado en cuenta los sentimientos de los demás. Curioso, porque no comprendieron los míos. Y, con los que más me divierto es con los de tipo O... Claramente, como... Chrystalle. Son extrovertidas, expresivas y apasionadas. Con un toque no tan insignificante de arrogancia, generosidad, entusiasmo y se les conoce por ser competitivos. Aunque, una lástima que ella sea la segunda víctima con ese tipo de sangre... Una lástima total que no sepa lo que su sangre vale para mí. Una lástima total que no pueda descubrir ahora ni después quién ha sido mi primer víctima con ese tipo de sangre tan extravagante, que es un deleite psicológico para mí.

Como podrán ver, la diversión con mis víctimas nunca se queda atrás.

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