Capítulo 3

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La alarma sonó. Ambos se despertaron sobre saltados. Pero Gerald lo primero que hizo fue ponerse de pie, y ver si estaba vestido. Lo cual extraño algo a Emma.

Ella solamente se toco la cabeza, y comenzó a recoger sus cosas. Él tomo asiento un momento y se froto los ojos.

-Debemos alistarnos ya, si no queremos llegar tarde. -Dijo ella.

-¿Y nos va a llevar tu chofer?- Respondió con una sonrisa.

-¿Si tú quieres podemos caminar?- Dijo riendo.

-¡Sí! Eso me gustaría.

Mientras Emma se cambiaba de ropa, Gerald bajo a la recepción. En donde tomo asiento en un pequeño sofá de cuero elegante, que estaba cerca de la puerta.

Contemplo muy bien la casa, observando una por una, fotografías de Emma y su familia que estaban colgadas en la pared y otras sobre retratos de plata que estaban sobre una mesa cerca de él, y en otra mesa larga que se encontraba debajo de las gradas. Él noto que Emma todo el tiempo sonreía. Excepto en una foto. En donde ella cumplía 10 años. Y eso lo dejo algo intrigado.

En ese momento llegaba la nana de Emma.

-¿Espera a la niña Emma?- Pregunto la señora con voz amable.

-Sí. Así es.- Respondió en un tono algo incómodo.

Emma comenzó a bajar las gradas. Cuando una sonrisa en el rostro de Gerald se comenzó a dibujar. Él solo la contemplo. Porque con ella, confirmaba que tan solo un vestido lindo y una gran sonrisa, pueden bastar para lucir tu verdadera belleza. Tan dulce y tan cálida era Emma, que su presencia era tan agradable.

Emma saludo a su nana. Quien sonrió al verla.

-¿Van a comer algo?- Pregunto Martha amablemente.

-¡No! Debemos irnos ya.-Respondió Gerald.

-Pero...-Interrumpió Emma.

-¡No!, no se pueden ir sin nada en el estómago.- Insistió. Al mismo tiempo que los dirigía al comedor.

Gerald tomo asiento cerca de Emma. Pero se sentía incómodo. La nana de Emma fue a la cocina. Cuando regresaba con unos tazones de cereal integral. Gerald no dejaba de mover su pierna derecha. Solamente le dio un trago a un vaso con jugo de naranja. Y tomo a Emma del brazo, que bebía agua.

-¡Vamos ya!- Dijo. Y se ponía de pie.

-Pero...

Emma solo le dio un beso de despedida a su nana, y le siguió el paso a Gerald. Y comenzaron a caminar por la cera, con los rayos de sol, jugando cuidadosamente con las hojas de los árboles, Emma contemplaba las flores.

- ¡Espera!- Dijo Gerald.

Y bajo su mochila.

-¿Qué pasa?- Pregunto Emma.

Él sacaba un frasco de su mochila y una pastilla.

Mientras él se la metió a la boca, Emma dio tres pequeños pasos hacia atrás.

-¿Qué es eso?- Dijo asustada.

Él sonrió y le agarro las mejillas.

-¡Es solo una pastilla!-Respondió.

-¿Qué es eso, dime?- Insistió.- No le diré a nadie, lo prometo.- Dijo con voz temblorosa tratando de calmarse.

Gerald la tomo del cuello de su vestido y la sujeto hacia una pared.

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