A la mañana siguiente, el sol entraba por la ventana. Yo estaba recostada en el pecho de Gerald. Le di un beso con una gran sonrisa. Él despertó y reaccionó igual. Vi detenidamente la habitación.
-¿En qué necesitabas mi ayuda?-Pregunto.
-Se que pensaras que es algo loco... pero recuerdas que te conté que mi padre le había sido infiel a mi madre antes que yo naciera, y el otro día, que escuché y vi a una señora con él en su oficina. -Respondí.
-¿Y qué tiene que ver eso contigo?- bajando la mirada, continúe:
-Bueno ayer, que fue la entrega de notas, me di cuenta que la madre de James tiene el cabello y la risa, igual a la señora que estaba en la oficina y es de apellido Ronson y tiene un hijo. También que los ojos de mi padre y los de James son del mismo color.- Mientras hablaba, observe como la sonrisa de Gerald iba desapareciendo de su rostro.
-Y no son iguales a los de su padre, y además tenemos la misma edad.
-¿Quieres decir? que crees que James es tu... -Dijo viéndome a los ojos muy serio. Note, que él tampoco se había atrevido a terminar la frase.
-¡Sí!... y necesito tu ayuda para saber si él ¡es mi hermano o no!
-Bueno, es algo raro. Pero claro que cuentas conmigo. Siempre.-Respondió y me beso.
Esa tarde al regresar a casa, encontré a James en la oficina de mi padre. Los salude y podía sentir la mirada seria pesada de el señor Brintz. Sabía que solo esperaba a que James se fuera para comenzar con su tonto interrogatorio. Mientras el encamino a James a la puerta, aproveche para tomar una goma de mascar que James había dejado sobre una servilleta y un cigarro de mi padre. Las metí ambas cosas en bolsas separadas, las escondí en mi habitación. Después pegue todas las fotos que habíamos tomado el día anterior y las de esa mañana al despertar. Luego baje a cenar, en la mesa ya estaban mis padres.
-¿En donde estuviste?- Dijo sin quitarme la mirada mientras bebía de su copa de vino.
-¡Por ahí!- Respondí jugando con un par de macarrones.
-¡En donde estuviste!- Grito. Mientras su mirada penetraba cada vez más en mí.
-¿Fumas?... –Dijo mi madre seria. ¿Emma qué te paso?-Agregó.-Tú no eras así. Emma molesta respondiendo solamente a la pregunta de su padre le dijo:
-¡Estuve en casa de David!-Respondí.
-¡Ahora resulta que no solo les hablas a los pobres, si no que vas a su casa!-Mientras hablaba, me puse de pie y comencé a caminar.
-¡Escúchame muy bien!... –Siguió diciendo.-¡Más vale que mejores esas calificaciones o James no va a querer como esposa a una tonta!
-¡Si claro!... eso está por verse.-Susurre sin voltear.
A la mañana siguiente al llegar al salón note que David no estaba. Lo cual me importo por muy poco tiempo.
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360°
Teen Fiction¿Qué haces para que una persona vuelva a ser quien era? ¡Averígualo en 360! Una novela que te hará llorar, reír, odiar, sentir, amar, luchar, ¡Vivir!. Llena de emoción, amor, ternura, intriga y misterio. Una historia donde conocerás a cada personaj...