Capítulo 15

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Al entrar al salón, cause gran asombro. Tanto que ya nadie decía nada, solo me miraban y contemplaban. Dibuje en el rostro serio de Gerald, que vía su celular, una gran sonrisa. Él me cargo al mismo tiempo me daba un beso.

-¡Nos tomamos una foto!.- Dije con una pícara sonrisa, mientras sacaba mi cámara.

Gerald con una sonrisa, me quito la cámara y besándome, tomó la primera fotografía. Sonreí al salir la fotografía, la tome, y bese nuevamente a Gerald. Ambos tomamos asiento, y todos me veían de pies a cabeza. Entonces David nervioso, se acerco.

-Emma... ¡Qué bonita te ves hoy!- No aparte la vista de mi fotografía.

-Aja... si Gracias- Respondí. En ese momento Gerald se puso de pie sin quitarle la vista de encima a David.

-¿Quieres que me encargue de él como la otra vez cariño?-Me pregunto. Solo vi a David de pies a cabeza.

-No, déjalo... no pierdas tu tiempo con alguien como él. – Dije.

Sentí la mirada llena de dolor de David. Y una parte, un pequeña parte de mi, se sintió mal. Por un momento. Pero creo que, no podía con alguien como él.

A la hora del receso, mientras esperaba a que Gerald regresara de la cafetería, vi pasar a Marilyn, que rápidamente me vio de pies a cabeza. Luego note que James se acercaba.

-¡Emma qué te paso! ¡Te ves rara,... pero bonita!-No quería ni verlo. Colocó su brazo detrás de mí.

-¿Quieres que te lleve a algún lugar hoy?-Dijo.

-¡Quiero que hagas que saquen al tonto de David de aquí!-Dije muy seria, mientras lo veía a los ojos. Me vio de pies a cabeza asombrado y sonrió.

-¡Pero claro!... Por ti Emma lo que sea... -Dijo. Haciendo que escuchara lo que quería.

-¿Entonces a donde quieres ir?-Pregunto. Pero sin contestar comencé a caminar.

Llegó la hora de salir, y comenzamos a hacia el estacionamiento -¡Hoy no vas a ir a comer a tu casa!... –Dijo. Yo iba jugando en la orilla de la cera, caminando de puntillas mientras él me tomaba de la mano. Me quede mirándolo. -Te voy a llevar a un lugar, seguro nunca has ido.- Sonreí y lo bese.

Gerald camino hacia un carro negro muy lujoso y elegante, que era un Porch Guinda Convertible. Quede boquiabierta.

-¿Ahora tienes auto?-Dije. Con una sonrisa me abrió la puerta del auto.

- Se lo pedí a mi padre y... ¡Aquí esta!... además ¡Una reina como tú no tiene porque caminar!-Dijo.

Reí y entre al auto. Después de un rato de camino, solo veía muchos árboles y campos. Al fin paramos, me pidió que me bajara y me cubrió los ojos con un pañuelo negro y me guió para que caminara.

-¡Tarán!-Dijo. Vi una manta bajo un árbol en donde había varias cajas, dos copas y una botella de vino tinto. Lo vi a los ojos y lo bese. Ambos tomamos asiento, pero antes de comenzar a comer tome una fotografía de todo lo que Gerald había hecho.

Comimos, mientras conversábamos de los lugares a los que queríamos ir juntos. Volvimos a tomar otra fotografía mientras estábamos acostados en la manta, y después tomamos una "pastilla mágica". Así pasamos la tarde juntos hasta que llegó la noche. Antes de irnos Gerald me dijo, que ese sería nuestro lugar secreto. Con una sonrisa prometí no decir nada y lo bese.

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