PD: Sabes que soy tuyo... [Naruto y Sasuke]

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La aldea oculta entre las Hojas estaba de fiesta. Parecía un festival de lo colorido que estaba todo. Quizás de ahora en adelante se convirtiera en un festival que perduraría en el tiempo.

Guirnaldas y lámparas de brillantes colores se veían por doquier.

Era un nuevo aniversario de un triple festejo. Y todo tenía que ver con el mismo sujeto.

10 de octubre

›› 22 años del ataque del Kyūbi (aunque siendo políticamente correctos y justos con Kurama, debería llamarse "el ataque de Uchiha Obito"), del que gracias al sacrificio del Yondaime Hokage y su familia la aldea se pudo recuperar de aquel duro golpe. ‹‹

›› 5 años del fin de la Cuarta Guerra Mundial Shinobi. ‹‹

›› El cumpleaños de Naruto Uzumaki. ‹‹

El Héroe de Konoha y del mundo entero, como en los últimos cuatro meses de su vida, amanecía en los brazos del último Uchiha, heredero del Sharingan y dueño del poderoso Rinnegan. Todo un prospecto. No pudo imaginarse más afortunado.

Se abrazó fuerte a su pecho cuando éste se despertaba lentamente. No había mejor regalo de este mundo. Sin dudas el mejor cumpleaños de su vida, y no acababa más que empezar.

Una sonrisa radiante, una mirada de mar que destellaba, un cuerpo cálido y vibrante. El que sentía que recibía un regalo era Sasuke. Sí, estaba enamorado hasta la medula. Siempre lo estaría.

-Feliz cumpleaños, mi sol...-Le dijo posando sus cálidos labios sobre los del Uzumaki. Se colocó entre sus piernas y luego de prepararlo se introdujo dentro del cumpleañero. Lo amó lentamente, con intensidad, demostrándole en cada estocada que lo amaba. Sus labios lo marcaron, lo mordisqueó, lo lamió y besó sin cansancio. Le susurraba al oído verdades de su corazón una tras otra.

Naruto no podía sentirse de otra forma que no fuera amado. Cada célula de su cuerpo estaba exultante y próxima al paroxismo del placer. Estalló entre sus vientres sin poder evitarlo. Gimió el nombre de su amado una y otra vez, haciéndole saber de esta forma que sólo pertenecía a él, quien pronto también se dejó ir derramándose en él. Se desmadejó sobre Naruto, quien como toda respuesta lo rodeo con sus piernas, enredándolas con las del contrario y también lo abrazó fuertemente con sus brazos por el cuello y la espalda. Mientras recuperaban el aliento, Naruto no lo dejaba ir, no lo dejaría ir nunca. Sasuke no podía imaginar mejor trampa donde ir a caer, y lo haría una y otra y otra vez.

Finalmente la garrapata personal de Sasuke lo liberó de su agarre.

-Gracias Teme, fue muy especial.. -Besó sus labios sin tregua mientras le acarició el perfilado rostro.

-Tengo algo para ti.. -Le dijo con un leve sonrojo. Se sentía nervioso, pero era una exageración, no es como si Naruto no supiera que su corazón sólo le pertenecía y le pertenecería a él, no?

Del cajón de la cómoda junto a su cama sacó una pequeña cajita color negro. La posó en sus manos, con una mirada un poco expectante. Esperaba que no lo tomara a mal, o que le pareciera demasiado pronto. Nuevamente, no es como si Naruto no supiera que todo lo que es Sasuke está a su disposición y que él es el nuevo dueño. Su único dueño.

-Toma, es para ti. Quizás sepas que es. En realidad no puedes saber que es, porque en aquella carta solo hice mención de él.

Naruto recordando las cartas de Sasuke y sabiendo a cuál se refería se sintió más expectante a medida que abría lentamente la pequeña cajita. Contenía un prendedor de plata, rubí y ónix negro. Tenía la forma del abanico, símbolo del clan. La parte superior del abanico estaba hecho con un rubí con pequeñas incrustaciones de ónix con la forma de los tomoes del sharingan. Era sencillamente hermoso y delicado. Para Naruto la parte más importante de aquella bella pieza, era la inscripción de 'Amor Eterno' que tenía grabada, con el kanji 永遠の愛.