PD: Sabes que soy tuyo... [Naruto y Sasuke]

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Se escaparon unos días. Bueno, no fue un escape, sino su merecida Luna de Miel, pero duro unos pocos días. El destino elegido eran las paradisíacas tierras de la Isla de la Luna Creciente, en el Reino de la Luna Creciente. Naruto ya la había visitado varias veces a lo largo de su vida, la primera vez de misión con el príncipe Hikaru quien se convirtió en su gran amigo, y luego había pasado de visita de vez en cuando. Incluso una vez fue con el mismísimo Ero-Sennin, pero Sasuke aún no había tenido la oportunidad.

En esta oportunidad fueron recibidos por el mismísimo Rey Michiru, que por cierto había bajado mucho de peso en los últimos años y se había vuelto un gran líder de su pueblo acompañado de su esposa y madre de Hikaru, quien también estaba en la recepción de la feliz pareja.

-¡Hikaru! ¡¿Cuánto tiempo?! Te he extrañado mucho.. -Naruto le dio un fuerte abrazo a su viejo amigo.

-Bienvenido Naruto, un placer conocerte al fin Sasuke.. ¡Felicitaciones por su boda, que sean muy felices! He oído mucho de ti. Incluso desde que conocí a Naruto, se nota que siempre fuiste importante para él..

-El placer es todo mío.. Por lo que veo Naruto no exageraba al describirme la belleza de La Luna Creciente..

-Oi, de todos estos años que nos hemos visto esta es la primera vez que no te veo con Chamū, ¿dónde está él, dattebayo? -Dirigiéndose a Sasuke le explicó.- Chamū es su tigre siberiano, incluso hicimos un pacto de amistad con él..-El rubio se reía recordando aquel bello recuerdo.

-A mi querido Chamū le llegó la vejez. Falleció hace unos meses... -Dijo Hikaru cabizbajo.

-Lo siento mucho, fueron amigos mucho tiempo. Eso es lo importante, ¿no?

-Sí, tienes razón.. ¿Cómo están Sakura y Lee? Hace tiempo que tampoco los veo...

-Están muy bien, deberías de visitarnos en Konoha pronto... Seguro cuando nos visites ya será en calidad de Hokage que te voy a recibir.. -Naruto infló el pecho orgulloso de sí mismo. Sasuke sólo negaba con la cabeza y una sonrisa en los labios. Su rubio loco nunca cambiaría.

-Con que Hokage, ¿eh? -El Rey Michiru intervino en la charla.- Acompáñanos al almuerzo, después les hemos preparado una pequeña cabaña con una playa privada. Los llevarán en mi carruaje personal... -Con su brazo rodeó fraternalmente el cuello de Naruto, quien caminaba rumbo al palacio del Rey de la mano de su azabache, quien en esos momentos charlaba amenamente con Hikaru.

-Muchas gracias por todo, dattebayo!

Más tarde ya instalados en la cabaña que de pequeña no tenía nada, era puro lujo y hasta un sauna tenía, la pareja les agradeció a los empleados que les asignó el Rey pero cómo ellos querían privacidad los despacharon.

Una vez con su recuperada privacidad se abalanzaron sobre el otro.