Me encontraba en el despacho de la directora con la mirada en el techo. Me llamó recién llegue a la Universidad para darme unos cuantos sermones que ni siquiera quiero prestar atención. Había tardado mucho en llegar, por en eso se enfadó mucho más conmigo.
Había encontrado la llave en el baño y lo peor era que sabía de quien era.
---Estás jugando con fuego Elliot.---se colocó a mi frente al ver que no le prestaba atención.---Esa niña acabará con todo lo que has logrado.
---¿Lo que he logrado?.---le mire enfadado.---¿Te parece que lo que soy ahora es lo que siempre quise ser?
Ella soltó un suspiro y se alejó de mi poco a poco, sin dejar de mirarme.
---Todo lo que tienes ahora es gracias a...
---¡A ti!.---me levante de la silla. Mis ojos estaban rojos de la furia que entra en mi cada vez que tocó este tema con esta mujer.---¿Me lo vas a hechar en cara otra vez?.
---No. Es lo menos que quiero. ¿Quien eres ahora Elliot? ¿Crees que si estudiaría fotografía como siempre quisiste, a está edad tendrías un trabajo?. Nadie te conocería y no tendrías esa casa que ahora tienes, esos departamentos en casi todos Los Ángeles y sobre todo no tendrías el privilegio de trabajar en esta Universidad. No sería lo mismo. Antes eras pobre y...
---Nunca quise ser rico Margaret.---estaba más calmado. Ella tenía razón en casi todo lo que dice. Pero me gustaba ser fotógrafo.
Desde pequeño me encantaban las cámaras y tomar fotografías. Pero mi madre no tenía dinero para comprarme una cámara. Ese novio rico que tenía me la compró. Pero cometió el peor error de su vida.
---Si no fueses rico Samantha nunca se habría fijado en ti.---hubo un silencio. Ella volvía a tener razón, yo me quede callado por él simple hecho de que no sabia que responder.
Me dio la llave del departamento.
---Piensa lo que te dije. Esa niña destruirá todo lo que has logrado.---tome la llave y me fui de allí.
Por más que me quiera mentir, ella tenía razón. Si hubiera estudiado fotografía, no estaría trabajando dónde estoy, no tendría todos esos departamentos y la lujosa mansión donde vivo y mucho menos, tendría el amor de Samantha, que aunque no me lo haya dicho, yo sé que voy a conquistar su corazón.
Entre al salón de clase y no pude evitar fijarme en Samantha. Aunque tenga un poco de resaca notable, esa enorme sonrisa hace que todo mi interior sonría y me quede viéndola como bobo. Bueno, hasta que entre en razón y me di cuenta que estaba en el salón de clase y todos me observaban.
---Bien, ¿Que tanto me ven?.---dije desafiante. Como todo un profesor. Ellos dejaron de verme y se concentraron en sus cuadernos.
Sammy río un poco y me dedicó una mirada fugaz. Ella es tan hermosa que me quedaría mirándole toda la tarde y no me cansaria de hacerlo.
Comencé a redactar la clase.
(...)
Mi interior estaba alborotado. Sentía millones de mariposas volar y jugar en mi estómago. Al momento de ver como Elliot se me quedaba mirando con sus ojos llenos de brillos me daban ganas de besarle. Quien diría que soy esa chica que una vez dijo que ese profesor estaría en mi cama. ¿Cuánto tiempo he estado con el a solas? ¿Cuantas veces hemos tenido la oportunidad? Y yo no pensaba en tener sexo con el. Sólo quería sentir sus labios y sus manos acariciar mi cuerpo sin necesidad de desnudarse. Había cambiado un ochenta por ciento de lo que era antes. Ni yo misma se quien soy.
Anoche me dijo tantas cosas, aunque no puedo creer que haya dicho que le quiero, pero fue inevitable, salio sin permiso de mi. Hoy la directora le había hecho un llamado por los parlantes, no voy a negar que me asuste, pues nunca tome la llave del baño. Pero al ver como entró al salón de clase, todo eso se esfumó.
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PROHIBIDO
Romance-¿Que? ¿Acaso tienes miedo de que nos descubran? -Es mi trabajo lo que esta en juego y... -El juego lo tenemos nosotros querido profesor, es mucho mejor si es prohibido ¿No recuerdas la frase? -¡Estas demente!. Y tengo miedo porque creo que es lo qu...